Esta cuestión es la que ha unido a Andrea Caruso (Ciszak Dalmas), Jaime Fernández (Tata&Friends) y Javier Nieto (Mr.Marcel) en una conversación interesante. La casa de Andrea Caruso sirve de contexto a uno de los debates más candentes de los últimos años: ¿puede un diseñador gráfico hacer diseño de producto? ¿Y al revés? Unas cuestiones que derivan en otras más concretas: ¿dónde está el límite entre un diseñador gráfico y uno de producto? ¿Cuántos diseñadores gráficos dirían que no a un encargo para diseñar un perfume o una zapatilla, o a desarrollar la identidad de un aceite que, evidentemente, incluiría el diseño de la botella? ¿Es fácil pasar del 2D al 3D?
Partiendo de este horizonte, y con tres interlocutores de excepción, Andrea Caruso, socio fundador del estudio de diseño de producto Ciszak Dalmas; Jaime Fernández, socio fundador del estudio de diseño gráfico Tata&friends y Javier Nieto, director y socio fundador de la escuela de diseño Mr.Marcel School, iniciaron una charla en la que estuvieron enfrascados cerca de dos horas y donde surgieron temas y reflexiones muy diversos.
A continuación, os dejamos con unas pinceladas de las reflexiones que fueron surgiendo a lo largo de la conversación. Este debate junto a las ganas de hacer un curso muy cuidado y con una metodología diferente, ha hecho que Javier Nieto se planteara crear CICLO, el curso que dirigirá Andrea Caruso a partir del mes de octubre en Mr.Marcel School, y cuya primera edición girará en torno al diseño de producto.
«En la antigüedad, los científicos eran llamados filósofos y tenían conocimientos sobre una gran variedad de temas. Su formación la adquirían principalmente en academias, como fue el caso de los griegos, y en monasterios o en universidades a partir del Renacimiento. La enseñanza, hasta antes de que surgieran las especializaciones, incluía conocimientos en una gran cantidad de áreas, por lo que era común que los filósofos aportaran descubrimientos en múltiples disciplinas: en física, astronomía, ingeniería, matemáticas, etcétera” (Fuente: Crónica). Sin embargo, hoy en día, al menos en el ámbito educativo, se constriñen los campos de acción. Parece que si estudias diseño gráfico, tu futuro laboral pasa por ámbitos como el packaging, el branding, la tipografía o el diseño editorial; si estudias diseño de producto tu futuro laboral pasa por el diseño de objetos físicos y funcionales; si eres de los que estudia diseño de interiores serás el responsable de gestionar y distribuir espacios. Pero, ¿se pueden establecer compartimentos estancos donde diversos aspectos comunes a estas disciplinas no integren saberes y procesos de los diferentes ámbitos mencionados o, por el contrario, son necesarios estos conocimientos para hacer un buen trabajo de diseño, sea cual sea el ámbito?»
«Para mí, en la actualidad, hay dos ejemplos evidentes de límites difusos entre el diseño gráfico y de producto –indica Andrea Caruso–. Uno de ellos sería Guillermo Santomá, que no tiene nada que ver con la gráfica. Su proceso es totalmente manual: tiene una nave donde guarda materiales y empieza a mezclarlos, cortarlos, quemarlos… Sus trabajos son más conceptos, piezas únicas, porque no sería viable producirlas en serie. Estos diseñadores trabajan más como artistas para galerías. Desde luego, a las marcas les interesa mucho más trabajar con gente peculiar, porque la parte técnica siempre la podrán resolver luego, sobre todo si hablamos de imagen de marca, espacios pop-up, una publicidad, una campaña, un evento… Obviamente, si estamos diseñando un cohete no, pero si hablamos de trabajos con marcas, me duele decirlo, pero la parte técnica da igual. Si mañana me llaman y me dicen si quiero diseñar un coche, les digo que sí, ¿por qué no? Nunca lo he hecho, pero me lanzaría. Para la parte técnica es más importante saber gestionar equipos».
«No puedo estar más de acuerdo –interviene Javier Nieto–. Aunque me costase un esfuerzo considerable, sería un reto maravilloso».
«Claro –replica Jaime Fernández–. Recuerdo algo que decía Massimo Vignelli: ‘Si puedes diseñar algo, puedes diseñar cualquier cosa’. Y es que los fundamentos del diseño son los mismos en todas sus disciplinas, si puedes hacer un cartel o una identidad correctamente es muy probable que puedas diseñar un producto».
«Otro de los ejemplos –continúa Andrea Caruso–, sería Estudiopepe, que es más clásico. Son dos arquitectas de Milán que han tenido mucho éxito: diseñan productos en ediciones muy limitadas, pero gran parte de su trabajo es crear sets para las revistas y para las marcas, en catálogos o escaparates. Tienen, además, una manera de trabajar muy interesante, que es haciendo collage. Todos sus newsletters, sus primeras propuestas, son collage o moodboard de materiales. La primera vez, cuando les conocimos, llevaron una bandejita con todos los materiales y nos dijeron que para ellas el espacio debería ser diseñado con estos materiales. Y eso era súper gráfico».
«En mi opinión, uno de los diseñadores contemporáneos que mejor abordan el diseño gráfico y el diseño de produto es Eduardo del Fraile, mencionado antes por Javier –replica Jaime Fernández–. En su trabajo se puede ver cómo todos los elementos, desde el naming, a la identidad o el producto, están estrechamente relacionados, y en muchos casos el producto en sí se convierte en la identidad. Esta relación entre elementos es lo que hace un proyecto redondo. Pero también hay ejemplos en diseño editorial, donde a veces los límites entre diseño gráfico y producto son muy difusos. Son prácticamente libros objeto, incluso pequeñas obras de arte. Para cualquier diseñador gráfico, como es mi caso, poder realizar la identidad y el diseño del producto a la vez es un sueño. Pocos diseñadores dirían que no a un encargo de este tipo, y si lo hicieran sería por miedo a los retos técnicos».
«Al respecto, siempre cuento la historia de Muro.exe” –replica Andrea Caruso–. Cuando me llamaron sus fundadores, Roberto y Esmeralda, lo primero que me preguntaron fue si había diseñado alguna vez una zapatilla. Fui sincero y les dije que no. Y me fue bien, porque estaban buscando a alguien que no supiera diseñar una zapatilla y que pudiera diseñar un producto como este desde cero. Ellos contaban a su vez la historia de Steve Jobs, que contrataba ingenieros que jamás habían diseñado un teléfono para diseñar el iPhone, porque si no, seguramente hubieran diseñado un teclado. Aquí está el corazón de todo el asunto. Si eres un diseñador puro tienes el poder de inventar un método de aprendizaje y, si sabes colaborar con figuras claves, puedes llegar a crear cualquier cosa. Es una visión que te hace dar este salto: de diseñador especializado a diseñador holístico, de ahí a la dirección creativa, el emprendimiento creativo y la innovación hasta llegar al impacto económico, medioambiental y socialmente positivo. No quiero decir con esto que todos podemos hacer de todo. Lo bueno, es que las colaboraciones entre diferentes disciplinas se están volviendo cada vez más fáciles, más naturales».
«De hecho –afirma Javier Nieto– estamos viviendo un cambio de paradigma: la mayoría de las personas que se dedicarán a esto en el futuro serán diseñadores independientes, autónomos o con estudio propio. Estamos hablando de carreras profesionales largas, lo normal es que saltes de una disciplina a otra. No vas a controlar nunca la técnica especializada, pero sí vas a poder aplicar la creatividad a diferentes proyectos, gráficos o de producto. Al final, nuestro valor es nuestra creatividad, nuestros puntos de vista y nuestra forma de dar soluciones. En Acrylick, mi estudio y lugar de trabajo antes de crear MrMarcel, hicimos trabajos de muy diversa índole: identidad, branding, producto, diseño editorial, interiorismo, motion graphics… y considero que eso fue una gran suerte, ya que tuvimos un crecimiento profesional constante, lleno siempre de nuevos retos. En muchos de estos proyectos necesitábamos colaborar con gente que cubriera los vacíos que teníamos y que eran sobre todo técnicos, pero la parte estratégica, creativa y visual la poníamos nosotros».
Ya en los años 60 lo decía Achille Castiglioni, considerado uno de los padres fundadores del diseño en Italia: el diseño es una disciplina colaborativa, no existe ningún producto industrial diseñado por una persona en solitario, ya que el diseño contempla tantos aspectos que solo un buen equipo, guiado por un director creativo, puede llevar a buen término el proceso. Tanto es así que ya se está investigando: desde 2014 y a través del proyecto Decoding, impulsado por ELISAVA en colaboración con elBulliFoundation y basado en la comprensión del proceso de diseño a partir de la metodología SAPIENS, desarrollada por Ferran Adrià y elBulliLab en el ámbito de la gastronomía. Este proyecto se centra especialmente en el análisis del proceso de diseño y sus metodologías con el fin de comprender mejor su estructura y contenido para mejorar la eficacia en la ‘práctica del diseño’. Al mismo tiempo, trata de investigar la interrelación entre los diferentes ámbitos de la disciplina del diseño – tradicionalmente clasificados en comunicación visual, moda, interiores y de producto y con respecto a otras disciplinas – desde la ingeniería, las ciencias sociales, el arte, la arquitectura, las ciencias puras y muchas otras más.
Este debate, que en el mundillo del diseño está en boca de todos, junto a las ganas de hacer curso muy cuidado y con una metodología diferente ha hecho que Javier Nieto se planteara crear CICLO, el curso que dirigirá Andrea Caruso a partir del mes de octubre en Mr.Marcel School, y cuya primera edición girará en torno al diseño de producto. «Ni nosotros ni el equipo docente estamos aquí para formar de una manera especializada a nadie, sino al revés, formar de una manera holística, que es lo que está demandando ahora el mercado. Y, sobre todo, se trata de que la gente pierda el miedo a experimentar en otros campos», afirma Andrea Caruso. Es más, añade, «todas las nuevas universidades de diseño tienen Grados en Diseño puro, que tocan todas las disciplinas en lugar de especializarse (obviamente las hay y es importante que las dos formas de enseñanza coexistan). En este sentido, el CICLO de Mr.Marcel School crea este cortocircuito disciplinar tan necesario a día de hoy donde, además, estarán los mencionados Clara Von Zweigbergk, Estudiopepe y Guillermo Santomá, Ciszak Dalmas y Martinelli Venezia».
CICLO. diseño de producto
Un punch en forma de inspiración y experiencias que contará solo con cinco ediciones; la primera, focalizada en el diseño de producto.
Dirección: Ciszak Dalmas.
Fecha: 19 oct – 23 dic
Duración: 140 horas (5 workshops, 100h de talleres, 40h de tutorías mentoring y actividades. Comidas y brunch incluidos).