Paco Sordo: «No creo que nadie se espere nunca un premio así»

Al valorar lo más relevante del cómic del 2022 debemos detenernos en el Premio Nacional concedido este año a Paco Sordo por su obra El Pacto, una reivindicación del tebeo, la historieta sin complejos y de quienes la han hecho posible. ¿Cuáles fueron las lecturas que te hicieron querer ser dibujante?Las de Bruguera, especialmente Superlópez. Mis primeros intentos de cómic iban en esa línea. Comienzas estudiando animación en la escuela de cine de Madrid, ECAM y posteriormente trabajas en diferentes productoras de animación en Barcelona, Birmingham o Dublín. ¿Cómo recuerdas la experiencia?Muy lejana. Estudié animación porque entendía que era algo que tenía que ver con dibujar y contar historias y, quizás, un medio que ofrecía más posibilidades de ganarse la vida. No era lo mío, yo siempre he querido contar mis propias historias y, en animación, eso es más complicado. Posteriormente comienzas a realizar tus propios cortometrajes en Flash que presentas a festivales. ¿Cómo fue el salto?Ahorré un poco y pude dejar de trabajar un tiempo para apostar por mis propias historias, pero era prácticamente inviable y demasiado laborioso para poder contar algo que pasara de 2 ó 3 minutos. Ahí fue cuando entendí que el cómic era el único camino para lo que quería hacer. Entiendo que el cómic ha sido para ti siempre una pasión. En el web-comic Dame algo realizas tiras en las que puedes mostrar esa pasión.Sí, me sirvieron para curtirme un poco e ir aprendiendo a base del feedback de las lectoras y lectores. El Pacto, una obra llena de referencias sobre el propio medio y su historia. de el jueves a orgullo y satisfacción Comienzas a colaborar con El Jueves, primero con pequeñas animaciones, posteriormente ya trabajando en la revista ¿Cómo era la colaboración?Muy satisfactoria. Podía por fin contar mis propias historias, mas o menos, y vivir de ello. Trabajaba desde casa y mantenía muy buen trato con compañeras y compañeros. En 2014 hay una ruptura con la revista. El Jueves cambia una portada dedicada a Felipe VI por una de Pablo Iglesias cuando se va a realizar su coronación. Esa autocensura por parte de la publicación hace que su autor, Manel Fontdevila, abandone la revista y un plantel de dibujantes, tú incluido, se vaya con él. ¿Cómo viviste esos momentos?Muy mal, claro. Suponía dejar prácticamente el único modo de vivir del cómic en nuestro país. Fue una decisión bastante complicada, un salto al vacío en toda regla. Realizáis una nueva propuesta, en este caso digital: Orgullo y Satisfacción. ¿Cómo fue el nacimiento de la revista?Surgió de la necesidad de aprovechar el boom mediático de nuestra salida y la censura de RBA para publicar una cosa puntual que nos permitiera conseguir algo para subsistir y poder reaccionar, una especie de finiquito. Sacamos una revista digital por la que el lector podía pagar lo que quisiera y el dinero se repartía entre todos los autores y autoras. Fue una tabla de salvación. La cosa funcionó bien y se convirtió en una revista mensual durante dos o tres años. Con el tiempo, las ventas fueron bajando, una revista 100% digital es algo muy complicado ahora y lo era aún mucho más entonces. Colaboración para Orgullo y Satisfacción. ilustración infantil Desde 2014 realizas ilustración infantil para otros mercados como Francia, Estados Unidos e Inglaterra. ¿Cómo comienzas este camino?Por supervivencia. Busqué una agencia de ilustración en el extranjero y, gracias a ella, estuve trabajando sin parar unos años ¿Qué diferencias encuentras entre trabajar en estos mercados y el nacional?En el terreno del infantil, encuentro pocas diferencias, pero la principal es el aspecto económico. Prácticamente no he ilustrado casi nada para el mercado español. La amplia mayoría de ofertas que suelen hacer están muy lejos de permitir vivir de ello con un mínimo de dignidad. En tu trabajo en ilustración, como anteriormente en animación, destaca el color. ¿Qué supone para ti?Una herramienta de expresión y una forma de tratar de atraer el interés de lectores y lectoras. Sólo sigo una regla muy básica, si en blanco y negro queda mejor que en color, es que no lo he hecho bien. Toca rectificar hasta que el color sume y mejore el trabajo en blanco y negro. Sólo sigo una regla muy básica, si en blanco y negro queda mejor que en color, es que no lo he hecho bien. Paco Sordo, premio Nacional de Cómic En Francia comienzas a trabajar en la serie Niko, en la que eres autor completo. ¿Qué es Niko?Una serie para lectoras y lectores de 7 a 10 años. Aunque estoy seguro que puede gustar a gente de más edad. Un muchacho normal vive en una familia de auténticos genios, sus padres son inventores y su hermano un robot diseñado para ser perfecto, su peor pesadilla. El autor publica regularmente en el mercado francés. ¿Cómo es el mercado francés?Sin ser tan maravilloso y perfecto como se suele vender por ahí, permite algo que el español no permite, que es vivir exclusivamente del cómic. Eso sí, trabajando muchísimo. A la vez que trabajas en Niko para Francia, comienzas a desarrollar tu proyecto más personal durante la pandemia. ¿Qué es El Pacto?El grueso de El Pacto lo hice durante la pandemia, sí. Aproveché ese tiempo extra que nos dejaba la imposibilidad de salir de casa y socializar. Sin embargo, no es una obra más personal que Niko, es otro género y destinado a otro público. Todo lo que hago como autor integral es muy personal y pongo toda la carne en el asador. De hecho, disfruto bastante más el cómic infantil porque lo que busco con mi trabajo es tratar de formar parte de la educación sentimental de quienes lo leen, aunque sea mínimamente, con un número pequeño de lectores y lectoras. Creo que el público infantil disfruta de las obras de una manera más pura, sin los miles de condicionantes y prejuicios con los que nos acercamos los lectores adultos a las obras. En El Pacto conocemos a Miguel Gorriaga, un gran apasionado de los tebeos que quiere trabajar en la editorial Bruguera. ¿Hay algo de autobiográfico en la obra?Supongo que bastante. Un autor sin talento pero muy apasionado tiene mucho que ver con cómo me veo en momentos de bajón, cuando ataca el síndrome del impostor. El gran Vázquez, coprotagonista de la historia. En el trabajo recreas el estilo y el formato de las obras de la época y conocemos a algunos de sus protagonistas. Entre todos los personajes destaca Vázquez, que, como en Misery, se ve atrapado por la admiración de su fan. ¿Fue muy complicado el proceso de documentación?Fue fácil, muy orgánico, siempre he sido un apasionado de la historia de Bruguera y procuro leer todo lo que sale sobre el tema. Vázquez, por su personalidad y vida personal, se prestaba mucho para convertirse en un personaje de ficción muy interesante. En Diario de un tebeo, el autor explora las tripas de la historia con un tono deliberadamente humorístico. https://www.instagram.com/p/CLTxFfzD06P/?utm_sourceig_web_copy_link Antes de la salida del libro haces en Instagram una serie de historietas en las que muestras con humor la génesis de la obra. Allí descubrimos que, curiosamente, realizas el libro para presentarlo al Premio Bruguera. Al no ganar el premio lo presentas a la editorial Nuevo Nueve.Sí, necesitaba una fecha concreta para organizarme el trabajo y ponerme las pilas y lo del Premio Bruguera me lo daba. En las tiras de Instagram hablas del peligro de que se vea como humorístico el libro y es que el humor está muy presente en toda tu trayectoria.Sí, El Pacto no es un cómic de humor. Es un thriller con toppings de humor. Lo primero que llama la atención del libro es como recrea las publicaciones míticas. Imagino que tu implicación en el diseño del libro habrá sido total.Sí. El libro lo concebí así desde el principio. El bitono, las tramas, son aspectos que nos hacen volver atrás en el tiempo.Claro, aparte son una herramienta narrativa. No es nostalgia gratuita, ayudan a que la historia esté mejor contada, espero, y el lector pueda orientarse mejor entre las distintas líneas temporales del tebeo. El libro cuenta con la colaboración especial de grandes nombres del tebeo autóctono. Intercalas, como si de un falso documental se tratase, las declaraciones de diferentes generaciones de personas implicadas en nuestro sector editorial.Sí, para dar contexto y reforzar esa cobertura de falsa verosimilitud que tiene la historia, el objetivo es hacer dudar al lector de qué hechos son reales y cuáles son ficticios El boca a boca hace que el libro vaya encontrando su público y no deje de reeditarse.Sí, a día de hoy va por la cuarta edición. Estoy muy contento. premio nacional de cómic En octubre de 2022 te otorgan el Premio Nacional de Cómic por el libro. ¿Cómo vives ese momento?Con mucha alegría y algo de sorpresa, claro, no creo que nadie se espere nunca un premio así. Me ha llamado mucho la atención la repercusión que tiene el premio, mucha más de la que creía. Es todo un honor y celebro la labor de divulgación y dignificación de nuestro medio que supone la existencia de un Premio Nacional de Cómic. Aunque es una pena que exista desde hace tan poco, sólo 17 años, mientras que otros Premios Nacionales, como el de Cinematografía se otorgan anualmente desde hace más de 40 años. ¿El premio nacional supone un aliciente o una carga para desarrollar nuevos proyectos?Te da un plus de seguridad en lo que haces. Antes de recibir ningún premio imaginaba que podría ser una especie de carga, miedo al fracaso, parálisis… pero, afortunadamente, no es el caso en absoluto. Desde hace un tiempo te dedicas solo a los cómics. ¿Es el sector en el que más a gusto te encuentras?Sin duda. Es mi verdadera vocación. ¿Qué ventajas e inconvenientes encuentras en los otros sectores en los que has ido desarrollando tu trabajo como la animación y la ilustración?Los inconvenientes son todos económicos. Es muy complicado vivir del cómic y requiere mucho esfuerzo y hay que asumir no pocos riesgos para llegar a conseguirlo. Las ventajas principales, en mi caso, son poder contar mis propias historias y hacerlo con la enorme cantidad de herramientas narrativas que ofrece el cómic. Además de unas fechas de entregas, al menos en el mercado europeo, algo más flexibles que en animación e ilustración. ¿Proyectos?Sigo a tope con Niko, currando simultáneamente en los tomos tres y cuatro. Estoy trabajando en otra serie de cómic infantil de la que todavía no puedo decir nada, pero que empezará a publicarse en Francia en 2024. https://www.instagram.com/p/BlceysTFO44/?utm_sourceig_web_copy_link

Paco Sordo: «No creo que nadie se espere nunca un premio así»

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