No es la primera vez que este popular plato de origen japonés inspira a los diseñadores a la hora de crear piezas que nada tienen que ver con la comida. Este es el caso del packaging Sushi Loofah Towel.
¿Qué te sugeriría una toalla blanca de rizo enrollada? Si eres amante del sushi seguro que hubieras llegado a la misma conclusión que la agencia creativa Goodeed Design.
El packaging de Sushi Loofah Towel ha sido el resultado de una ingeniosa idea que demuestra que no hace falta recurrir a un packaging complejo para atraer la atención del público y provocarle una sonrisa. Se trata de un packaging sencillo –de plástico transparente y con forma rectangular– que empaqueta de manera individual una toalla cuidadosamente enrollada. En la parte superior de la caja, se ha colocado estratégicamente la ilustración que imita el aspecto del pescado crudo típico del sushi. Un agujero circular en la caja permite al consumidor tocar el textura de la toalla antes de comprarla y sin abrir el envase.
La clave de este proyecto está en que el mismo producto forma parte del diseño del packaging. Es decir, el aspecto de la toalla similar al arroz compacto del sushi completa la ilusión de que estamos ante una pieza de sushi de grandes proporciones. La ilustración también ha sido clave para crear el símil en la mente del consumidor. Sin la textura que caracteriza cada tipo de pescado, sería muy difícil hacer el paralelismo. Y el hecho de que se hayan creado tres modelos diferentes, facilita aún más la asociación.
La empresa que comercializa esta toalla, FINDAY (Find A Fine Day) mantiene que es un packaging que, además de hacer sentir bien a la gente debido a la simpática coincidencia visual, se ajusta plenamente con su imagen de marca ya que, al igual que el sushi representa el arte de la comida y la pureza, sus productos son igualmente honestos con el medio ambiente.
