A pesar de su miedo a volar, el ilustrador Óscar Llorens decidió en 2018 reservarse unos días para poder ir a Tokio en busca de inspiración. Su intención era la de tratar de absorber toda la creatividad que pudiera y transformarla en motivación y energía para seguir desarrollando proyectos de ilustración. El resultado de aquella experiencia: una interesante colección de ilustraciones agrupadas bajo el nombre de Tokyo creative trip. Hemos tenido la oportunidad de charlar con el ilustrador quien nos cuenta más acerca de este proyecto personal.
Óscar Llorens nos confiesa que, probablemente, su fascinación por Japón comenzara de pequeño con La batalla de los planetas (Gatchaman), Mazinger Z o Ulises 31 y se viera reforzada a los 14 años cuando vio por primera vez Akira. En cualquier caso Tokio es el primer sitio en el que piensa cuando necesita recargar.
«Creo que Tokio es una ciudad espectacular en muchos aspectos y es el sitio ideal para recargar energía creativa».
¿Cómo surge el proyecto?
Estuve en Japón en 2010 y desde entonces siempre he pensado en volver, el problema siempre es el tiempo, ya que desde que tengo hijos este tipo de viajes se complica.
El caso es que el año pasado se dieron las circunstancias para prepara un viaje de este tipo y decidí guardar unos 10 días para poder ir a Tokio en busca de inspiración y sobre todo motivación para seguir haciendo proyectos personales.
Tokio es una ciudad espectacular y necesitas tiempo para poder descubrir nuevos lugares y callejear por sus millones de callejuelas.
Creo que es un lugar imprescindible para visitar si eres ilustrador. Además es un país mucho más barato de lo que todos pensamos. En este caso mi mayor freno es el miedo a volar, aun así son más fuertes las ganas de volver que el miedo a que el avión se caiga.
¿Crees que es importante generar proyectos personales?
Desde hace ya unos cuantos años los proyectos personales se han convertido en el reclamo principal que uso para conseguir nuevos proyectos comerciales. Plataformas como Behance, Domestika o blogs de diseño, ilustración y revistas especializadas se suelen hacer eco de estos proyectos lo que hace que tengan una difusión que de otra forma seria muy difícil alcanzar.
En estos proyectos personales no existen las limitaciones que suele haber en un encargo convencional, así que la libertad creativa normalmente hace que el resultado final sea más atractivo. Y es así como suelen salir encargos para agencias de publicidad, prensa o revistas.
¿Qué aporta este proyecto de ilustración a tu trabajo en general?
Normalmente suelo aburrirme rápido después de usar una técnica concreta de dibujo, así que suelo cambiar y probar otros formatos. Además de aprender nuevas técnicas o estilos amplío mi portafolio y así puedo optar a nuevos encargos de ilustración.
En este caso mezclo un estilo más realista con las formas desenfadas del anime clásico japonés. A pesar de tener un portfolio muy variado en cuanto a estilo de ilustración creo que es importante, y es lo que intento, que mi trabajo tenga siempre una misma coherencia, y eso es lo que hace que normalmente mi trabajo sea fácilmente identificable por el publico.
¿Por qué has escogido elementos tan icónicos de la cultura popular japonesa?
En este caso concreto creo que es lo que le da valor al viaje. Son personajes que forman parte claramente de la cultura popular de Japón.
¿Cuál ha sido el mayor reto en este proyecto?
El mayor reto de este proyecto ha sido, sin duda, bajar a la tierra y sintetizar todas las ideas que vas teniendo durante el viaje.
Tokio es una ciudad en la que recibes una gran cantidad de impactos visuales constantemente, se te van ocurriendo ideas tan rápidamente que corres el riesgo de no concretar ninguna y que se pierdan para siempre.
¿Tienes pensado llevar a cabo otro proyecto similar entorno a otras ciudades?
Claramente sí. Este año tengo pensado viajar a Chicago en busca de más inspiración. A ver qué sale de este viaje.
Actualizado 13/03/2019