La historia es objeto de una construcción cuyo lugar no está constituido por el tiempo homogéneo y vacío, sino por un tiempo repleto de ahora. Walter Benjamin
Desde 2017, el colectivo Paco Graco recolecta gráficas comerciales de los muchos negocios que van cerrando en Madrid, y así los rescata de la desaparición. No sólo los rótulos artesanales de tiendas centenarias, también salva los plasticuchos feos de metacrilato de tiendas más o menos nuevas y que apenas duraron abiertas unos años. Hemos ido viendo cómo, al desmontar los neones, las marqueterías y los plexiglás, también se han ido desvaneciendo formas de hacer mundo en la ciudad.
Esta colección, de más de 200 rótulos, se puede interpretar como un cementerio de negocios, un museo de tiendas y calles desplazadas, o también como un testigo de lo que ha sido y podría ser nuestro espacio público. Una especie de palimpsesto de textos -algunos sin significado actual, como chamarilería o vaquería, muchos otros consistentes en apellidos, a veces locales, otras veces migrados-, una lección de historia del diseño gráfico español, con sus cambios estéticos y políticos, y una investigación sobre las transformaciones que viven nuestras ciudades.
No va a quedar nada de todo esto trata de gestionar la inevitable nostalgia, y especula sobre ciudades menos impersonales, más vocingleras y vivaces, más diversas y divertidas, desordenadas y libres; desea elaborar miradas hacia el futuro, aún desde todo este pasado, porque la ciudad que vivimos hoy también pasará, como ya lo hicieron las ciudades antiguas que vuelven a la superficie en esta exposición. En definitiva, dentro de poco el término coworking tendrá el mismo significado, almacenado a saber dónde, que las viejas palabras mercería, casquería o ultramarinos.
Sobre Paco Graco
Cuando sólo queden franquicias, nadie creerá que en nuestras calles algún día hubo negocios familiares, comercios especializados, almacenes de materiales de construcción, y toda clase de tiendas de primera necesidad. Recuperamos todos los rótulos de los comercios que van cerrando, con el objetivo de lograr un museo permanente de gráfica comercial de Madrid.
Paco Graco es un archivo vivo, tanto de los rótulos que aún están en las calles, como de aquellos que han sido rescatados, donados y recuperados de contenedores o de personas que se pusieron en contacto con nosotros. Es una familia extensible. Hoy es un proyecto de Alberto Nanclares, Mercedes Moral, Guillermo Borreguero y Zuloark.
En 2019, Paco Graco promovió la fundación de la Red Ibérica en Defensa del Patrimonio Gráfico, que hoy en día agrupa a más de 40 nodos en 30 ciudades en España y Portugal, con el objetivo de intercambiar experiencias y hacer fuerza conjunta en la protección de este patrimonio.
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