Nestlé gana la nueva batalla por el púrpura de Cadbury

El Pantone 2685C púrpura es un color muy dulce y jugoso. Cadbury viene utilizando este color como distintivo de sus chocolatinas desde 1914; color que defiende a capa y espada para su uso en exclusiva frente a sus competidores. En diciembre de 2011, Kraft –propiedad de Cadbury y a la que pertenece la marca Milka–, ganó un primer combate por el Pantone 2685C en sus barritas de chocolate y bebidas. Nestlé revocó la sentencia y en octubre de 2012 el alto tribunal se falló la nueva sentencia, que igualmente daba la razón a Cadbury revocando la apelación de Nestlé. La tenacidad de la marca suiza finalmente ha obtenido sus frutos. Y en este nuevo envite Nestlé se ha hecho con el triunfo en los tribunales por el Pantone 2685C.
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Después de cinco años de litigio, la justicia británica le ha dado la razón a Nestlé contraviniendo a la marca británica Cadbury, al dictaminar que cualquier fabricante tiene derecho a envolver sus chocolates con papel púrpura.

El público viene relacionando el Purple Color Cadbury –como denomina la compañía británica– con sus productos, motivo por el que no le sentó muy bien que su competidor Nestlé utilizara ese mismo color para sus chocolatinas al entender que la marca suiza se beneficiaría de ese vínculo ya creado desde hace un siglo. Desde hace décadas, Cadbury intenta asegurar la exclusividad del color que usa en sus chocolates.

Para Nestlé, el color del envoltorio no puede registrarse, un argumento que finalmente ha asimilado la Corte británica dándole la razón. Tal y como apunta la sentencia, la pretensión de Cadbury «iría en contra de los principios de igualdad, ofreciendo una ventaja competitiva» a la marca británica «y una desventaja a Nestlé y sus otros competidores». Obviamente, Cadbury no está conforme con el dictamen y ya ha informado que estudiará presentar algún recurso. «Nuestro color violeta está ligado a Cadbury desde hace un siglo y los británicos han crecido entendiendo su asociación con nuestro chocolate», ha declarado un portavoz.

El mundo de la confitería ha vivido conflictos similares en los últimos años: Lindt & Sprüngli trató sin éxito de proteger la forma de su conejo envuelto en papel dorado y una cinta roja al cuello. El chocolatero suizo mantiene además un conflicto con el alemán Haribo, que trata de proteger a sus ositos.

Otras compañías como Ferrari o ING,  han ganado ante los tribunales el uso exclusivo de un color como marca en sí misma. En todo caso, como apunta Javier Guillem, nuestro abogado de cabecera, «hay que andar con cuidado a la hora de elegir un color para no elegir colores similares a los de la competencia».
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+info: www.bbc.co.uk

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