Nerea Luis: «La IA es buena haciendo tareas, no trabajos»

Nerea Luis se metió en esto de la Inteligencia Artificial casi por casualidad. En la época en al que ella estaba en la universidad las personas que querían aprender IA se podian contar con los dedos de la mano. A pesar de su juventud sucrurrículum es impresionante. Es dcotara dora sobre Inteligencia Artificial. Forma parte del equipo de Inteligencia Artificial de Sngular. Participa en el extraordinario programa de divulgación científica Órbita Laika en La 2. Es miembro de los 100 expertos de Cotec. Se le considera una de las 100 mujeres líderes en España y la han incluido en el ranking de Future Leaders. Si ella no nos puede explicar qué es esto de la Inteligencia Artificial es que nadie puede. Hace unos años fuiste galardonada por la Casa Real con la condecoración a la Orden del Mérito Civil… ¿Y le explicaste al rey Felipe VI qué es y cómo funciona la Inteligencia Artificial? ¿Qué le explicaste? Sí, salió un titular bastante llamativo en la prensa. Lo que he intentado siempre es romper esa barrera que yo sentía alrededor de la tecnología y de la Inteligencia Artificial en particular, porque siempre sonaba todo como muy futurista. Cuando quieres estudiar algo sobre Inteligencia Artificial, inmediatamente te vas a los robots, a la robótica, porque son las referencias que tienes, la ciencia ficción, lo que has leído, lo que has visto en películas... y luego, claro, te llevas una decepción cuando trabajas en Inteligencia Artificial, porque no hay robots, o no se levantan cuando tú quieres o no aprenden lo que tú quieres... No todo es tan fascinante... La mayoría de la gente que trabajamos en Inteligencia Artificial trabajamos sobre software y ahí todo vive en el mundo digital. El algoritmo como tal hace sus predicciones, pero no tienes un cuerpo físico, lo que lo hace todo más aburrido, pero se pueden hacer contribuciones grandísimas. Hay muchísimas aplicaciones donde hemos visto, una cosa que a mí me fascina, que es que ha cogido una horizontalidad tan rápido que prácticamente es como otra herramienta que puede llegar desde salud hasta el mundo audiovisual. Claro, ¿qué es la Inteligencia Artificial para que se pueda aplicar a tantos campos de manera tan transversal? Cuando hablamos de Inteligencia Artificial, estamos pensando sobre todo, lo primero o la definición de lo que nos viene es la capacidad que tenemos los humanos o los animales de desarrollar comportamientos inteligentes, ¿no? Es así como el objetivo del estudio, pero con código. O sea, utilizando código, utilizando estructuras matemáticas, ver si somos capaces de emular ese tipo de comportamientos. Eso es súper abstracto, claro. Entonces, cuando se empieza ya a estudiar, a bajar a tierra, ese objetivo, digamos, del área de conocimiento, esa hipótesis que se plantea, se empieza a trabajar desde un punto de vista de: vamos a estudiar cómo se representan los conceptos para que los entiendan las máquinas. Las máquinas trabajan bien con números, pero trabajan muy mal con palabras, por ejemplo. Entonces tienes que empezar a estudiar primero cómo representa la información, luego cómo relacionas los datos y luego cómo aprendes, que hay un tema temporal, de cantidad de datos pero también del tiempo en el que estás, digamos, extrayendo patrones y diversa información. Y eso es realmente lo que hay detrás de la Inteligencia Artificial. O sea, hay muchísimas tareas o casos de uso que por detrás empiezan con una recolección masiva de datos que por sí solos realmente no aportan información, pero juntos sí. Y luego lo que empezamos es a extraer patrones y a intentar ver si hay algún tipo de coincidencia o de agrupamiento que se pueda hacer y luego ya se trabajan por las predicciones, las recomendaciones, lo que nos llega luego digamos ya como usuarios, esa es la parte final. «La Inteligencia Artificial será algo que se termine legislando» Nerea Luis Pero ese miedo que tiene ahora la sociedad de que parece como que la Inteligencia Artificial nos va a suplantar o incluso se va a revelar en modo Terminator, ¿ese tipo de miedo existe cuando vosotros estáis trabajando o estamos hablando de una ciencia ficción que en definitiva no deja de ser una posibilidad entre cien millones? Ya, yo lo entiendo también así porque cuando lo ves desde fuera, claro, hay un proceso que tú claramente no ves por dentro, cómo ha sido, ¿no? ¿Como mágico? Sí, como mágico, sí, tiene un poco ese tinte. Pero es verdad que ha pasado una cosa que es que yo te he hablado de patrones y te he hablado de aprendizaje y te quedas ahí, o sea, dices, la máquina aprende y luego sabe hacer predicciones, lo que sea. Pero en estos últimos años, sobre todo los últimos cinco, hemos trabajado una nueva línea, que es la Inteligencia Artificial generativa. Es decir, ya la Inteligencia Artificial no es solo capaz de decirte oye, lo que va a pasar es esto. O esto es lo que te recomiendo si compras este producto, sino que además es capaz de generarte contenido. Con lo cual significa que puede hablar contigo, que puede interactuar de una forma un poco más humana, o que a nosotros nos parece humano, y es esa capacidad para mí la distintiva que ha hecho que a la gente le sorprenda tanto este campo. Es decir, cuando tú rompes cualquier tipo de barrera, digamos, a la hora de poder utilizar Inteligencia Artificial, utilizando como ahora hacemos el lenguaje, pues es cuando llegas a la mayor cantidad de gente. Pero en el fondo, esa Inteligencia Artificial para que la gente pueda llegar a entenderlo no deja de ser algo similar a lo que pasa con Google Maps. Quiero decir, él tiene todos los datos de las calles… Eso es. …tú le dices que quiero ir del punto A al punto B, pero él en tiempo real, sabe que hay un atasco en la calle X. Claro, y lo sabe, porque hay muchos dispositivos. Claro, toma una decisión de llevarte por otra ruta. Este tipo de decisiones están pre-programadas. Es decir, previamente alguien, sí, efectivamente alguien le ha dicho en caso de atasco actúa así… Eso es. …pero no va a asesinar al conductor. Eso es lo que más sorprende, lo bien que funcionan en el cambio de contexto, en esa capacidad de generarte alternativas. Que es en lo que nosotros tardamos mucho. Claro, porque al final, el humano está acostumbrado al hábito y el hábito te lleva siempre por el mismo camino, ¿no? Y con estas máquinas, precisamente hay una oportunidad muy grande de explorar caminos alternativos y por eso también, cuando se usan, sobre todo en los inicios de los trabajos, es algo que te ayuda mucho a salir de tu mapa mental. Un segundo cerebro. Es capaz de tener datos que tú tardarías mucho tiempo en averiguar. Averiguar y procesar sobre todo. Exacto. Y te da esas alternativas que igual, tú sí que llegabas a esa otra ruta B, pero vas a tardar mucho más. Tú hablas también de que en un futuro utópico, deberíamos de colaborar de forma mutua. Es decir, como que tenemos que trabajar con las máquinas porque las máquinas nos van a ayudar a crear esas rutas alternativas, pero que también tenemos que ayudar a las máquinas a enseñarles esas otras rutas. Sí, yo lo tengo bastante claro. En los últimos cinco años, especialmente enfocándonos en la actual explosión de la Inteligencia Artificial generativa, ha surgido una parte fundamental: tu labor o el trabajo que realizas, ¿verdad? Por ejemplo, si consideramos la planificación de rutas, tú posees el conocimiento necesario para determinar cómo llegar de A a B o qué medio de transporte utilizar, entre otras cosas. Pero ¿qué pasa cuando tú tienes una Inteligencia Artificial? Tú puedes nutrirla de toda esa información. El dato lo recopilas tú o utilizas servicios de internet para recopilarlos y se los das. Y a partir de ahí, es donde empieza esa etapa exploratoria donde la Inteligencia Artificial te puede dar un montón de alternativas y tú ya no tienes que hacer el esfuerzo. Pero a la hora de tomar la última decisión, vas a tener que ver si las respuestas son coherentes, si se ajustan a tus necesidades, si pasan de verdad por el sitio al que tú quieres llegar. Es decir, un feedback... Claro, hay una frase, del CEO de OpenAI Sam Altman que se ha hecho muy famoso a raíz de ChatGPT que dice que la Inteligencia Artificial es buena haciendo tareas, no trabajos. Entonces va a haber tareas en que efectivamente estas inteligencias artificiales nos van a suponer una riqueza increíble en cuanto a esa generación de alternativas y de conocimiento que nosotros somos digamos más lentos procesándolo. Pero luego va a haber cierta parte de ese trabajo, de ese conjunto de tareas donde vamos a tener que aportar nuestro expertise donde tú vas a tener ese baremo, ese umbral, decir, oye, esto está bien ¿o no?, esto es bueno, ¿no? Y esa capacidad de evaluadores que tenemos los humanos es muy difícil transmitírsela a la máquina y convertirla en algo puramente numérico. Es decir que para el campo que nosotros tratamos, que es el tema del diseño, la creatividad, también la Inteligencia Artificial nos necesita. Nosotros necesitamos ayudarle para que cada vez ella nos ayude más a nosotros. Eso es, sí, es una especie de retroalimentación. Tenemos que imaginarnos los modelos de Inteligencia Artificial como algo a largo plazo. Es decir, esos modelos empiezan a funcionar peor cuando los abres al público y la gente empieza a interactuar con ellos. Se empiezan a ver formas inesperadas, situaciones que no hemos visto en los entornos, digamos, más de laboratorio. Entonces hay una etapa ahí muy importante que llamamos human in the loop, donde el humano constantemente está en el bucle interactuando con el sistema, lo cual es esencial, además de aprender a analizarlo, pero sobre todo a sacarle el máximo valor, para que los cambios que vayas introduciendo en el modelo no los perciba tan claramente el usuario como un progreso, sino que sea algo natural, no forzado. Llevamos muy pocos meses con herramientas de Inteligencia Artificial en marcha y estamos en una fase en la que, por un lado, hay diseñadores que están fascinados y están utilizando estas herramientas aunque todavía no tenemos muy claro para qué. Y por otro lado tenemos un grupo que son una especie de negacionistas de la Inteligencia Artificial porque la ven como un verdadero peligro. ¿Cómo les podemos explicar cómo funciona la Inteligencia Artificial generativa visual para que entiendan un poco cuál es la magia que hay detrás? Pues es una cosa que a mí me parece fascinante. Porque cuando vemos la forma de interactuar con ella que es muy sencilla y ves el resultado… Lo que hacemos es meter una frase, lo que llamamos prompt, que viene de instrucción. Y con eso se genera la imagen. El prompt parece una especie como de collage de conceptos. Y así es como empieza realmente la Inteligencia Artificial que hay por detrás. Lo primero que hace es procesar esa frase y compararla con el universo que tiene, digamos, de conceptos. Un concepto puede ser una mesa. Con todas las distintas formas que puede tener una mesa y texturas y demás. Pero otro concepto puede ser Elvis Presley. Digamos que hay un universo muy grande de todo tipo. Y luego eso hace un match con la identidad visual de ese concepto. Así vas componiendo el final. Por eso digo que es como una especie de collage. Coges todas las fotos que tienen referencias de esos conceptos y la Inteligencia Artificial lo que ha aprendido es no solo a identificar los conceptos, sino saber dentro de esa frase cuál es el que tiene mayor relevancia. En Inteligencia Artificial lo llamamos «atención». Dentro de esa frase, donde se está posando toda esa atención, cómo se traslada a esa imagen generada final. Y esa es la capacidad que para mí es la más fascinante de todas. Ser capaz no solo de hilar conceptos con imágenes y componer ese collage, sino que sea coherente, que respete sombras, texturas, pero que además sea capaz de darle el peso que tiene al elemento principal de la composición.. Pero el funcionamiento no es como algunos creen, dime si me equivoco. Midjourney se supone que tiene 5 500 millones de imágenes indexadas. Cuando tú le pides una mesa o Elvis Presley, no coge una mesa determinada de esas cinco mil millones de imágenes y te entrega un collage con partes de otras mesas y las compone y la monta. Está generando una imagen nueva inspirada en todo ese conjunto de imágenes que tiene. Pero esa inspiración viene desde las cosas más básicas, con datos de píxeles. Eso es, tal cual. Genera una específica que encaje. Es decir, que extrae los datos desde las capas más pequeñas de una imagen, decide desde el color de cada píxel, de la posición de cada píxel. Porque de ese modo sabe representar un ojo o una cara. Sí, así es. Lo que se están extrayendo son muchísimos patrones, para identificar que una mesa es una mesa, porque tiene cuatro patas, porque tiene ciertas texturas asimiladas a distintos materiales. Ese es el tipo de información que matemáticamente se puede desglosar efectivamente, como tú bien dices, es un píxel. Si lo llevas al número matemáticamente, acabas desgranando cada una de esas imágenes a nivel de datos. «Es muy dificil saber de dónde obtiene la IA los datos al generar una imagen» Nerea Luis Y de hecho es muy difícil a día de hoy hacer la trazabilidad hacia atrás. Es decir, en el momento en que Midjourney o Dall·E dan la imagen resultante, ir ver por qué ha escogido la mesa como la ha escogido, la forma, la textura, es muy difícil trazar todo esa toma de decisiones que ha hecho el algoritmo hacia atrás, de dónde viene cada cosa. Llega un momento que por el tamaño que tienen estos sistemas, estos algoritmos y la cantidad de imágenes con las que se les entrena, que la mayoría obviamente se obtiene de internet. Es todavía muy difícil trabajar esa trazabilidad detrás. Y entonces, ¿por qué hay tanta suspicacia con el tema de los derechos? Es decir, cuando tú ves un ojo, si ese ojo sale de millones de parámetros en los que no puedes deducir de cada píxel de dónde realmente has traído esa información para componer ese ojo. ¿Por qué hay tanto temor al tema de los derechos y por qué hay tanta controversia en el tema de los derechos? Sí. Sé que es polémico. Entiendo que, como decías, está claro en Elvis. Si yo le pido una imagen de Elvis y Elvis tiene una cantidad limitada de imágenes, está claro que ha leído en fotos con derechos cómo es Elvis. Y los propietarios de los derechos de esas imágenes donde se ha entrenado o ha utilizado exijan una compensación porque si no, esa Inteligencia Artificial nunca sabría responder a quién es Elvis, claro. Pero el resto de producción gráfica que generan las inteligencias artificiales en la mayoría de los casos no sabremos de dónde vienen. La polémica quizá se focaliza más en estilos de ilustración muy reconocidos, en autorías puras y estilos de cómic. Ha habido muchas pruebas alrededor, sobre todo de Midjourney, que es una de las inteligencias artificiales que más se ha popularizado en los entornos de ilustración y entre los aficionados a la ilustración con Inteligencia Artificial. Hay que decir que se han cogido esas obras y se ha entrenado con ellas, pero estoy viendo también a mucha gente que, sabiendo que si pones cierto prompt donde se puede incluir, por ejemplo, al autor de un estilo y pensamos en un estilo tipo cómic de Batman, Superman y cosas así, es muy curioso cómo directamente recrea ese universo. Pero si utilizas el nombre del autor en ese prompt, muchas veces es que lo calca, claramente sí que está sacando esa información de todas esas fotos que componen esa autoría. Pero, a su vez, la gente se está preocupando por saber quién es el autor de una obra, cómo se llama, para ponerlo en el prompt. Y eso es lo que me parece fascinante. Quiero decir, que también hay una parte de discovery y que igual antes tú veías una ilustración y te daba igual quién la había hecho, pero ahora dices quiero hacer algo parecido a lo que hace esta persona, cómo se llama, voy a ver si poniendo esto funciona... Que es lo que hemos hecho siempre que algo nos ha gustado… Creo que también hay que ver ese otro lado, de alguna forma estás abriendo también tu arte a otra gente. Entiendo la polémica. Entiendo que será algo que se termine legislando en los casos en los que tenga sentido legislar. Por otro lado, todavía tenemos esa deuda con los creadores, para que desde la Inteligencia Artificial se cree algún tipo de sistema, ahora lo llaman Opt-Out, donde tú puedes verificar, y si se han utilizado tus imágenes puedes quitarlas. Dar esa opción está bien. También se puede entrenar con imágenes sin atribuciones o para casos más genéricos. Pero en estos casos se pierde un poco la gracia. Ahora la gente se está acostumbrando mucho a explorar con estas herramientas pero cuando te vas a un modelo muy neutro, como con imágenes de bancos de imágenes, por ejemplo, pues no te da para más. No tienes esa sensación de estar creando. De hecho se nota mucho cuando utilizas una herramienta o utilizas otra qué background tiene, las que tienen backgrounds muy grandes se nota que tienen una frescura especial… Y ese es el poder de los datos. Tú entiendes que éticamente los ilustradores, por ejemplo, que son un colectivo que está en pie de guerra, igual que los fotógrafos, tengan una especie de suspicacia sobre esto. Sí, sí, por supuesto. Tienen una sensación como de que les están robando algo... Esa sensación de que se les está robando algo o de que se está abaratando un poco el proceso creativo es comprensible. El abaratamiento es algo que la tecnología inevitablemente va popularizando y democratizando, como solemos decir. Pero, ¿realmente se les está robando algo? Siempre tengo la duda de hasta qué punto un ilustrador que vive en una calle cualquiera de una ciudad española y que hace dibujos, y al que Midjourney le ha tomado como referencia dos imágenes, se va a poner en huelga de hambre porque esta herramienta le está «robando». ¿Dónde está ese nivel de intromisión? Claro, yo creo que se tiene que entender. Y es verdad que es complejo porque es un entorno tan nuevo. Casi hay un vacío legal ahí, pero el vacío legal también existe cuando tú te inspiras como persona en la obra de otro. Hay que entender el propio concepto creativo, pararnos a pensar también en toda esa inspiración que tú ya has tenido anteriormente, en cómo te inspiras, copias, mezclas, y luego ya empiezas a tener como ese estilo propio, creas tu marca, tu concepto. Yo creo que hay que entenderlo así. Espero que lleguen de todas formas nuevos métodos que faciliten que los autores que se han sentido más afectados tengan ahí su compensación. Los creadores de Bart Simpson, tengo claro que tienen un poder. Sí, claro. Como Universal Studios... ...pero el fotógrafo, el ilustrador anónimo que son los que últimamente sobre todas las redes están en una especie de guerra constante, particularmente creo que tienen una batalla perdida. Efectivamente. Yo no lo he vivido tan de cerca como los ilustradores, pero sí lo he vivido con servicios como los bancos de imágenes, por ejemplo. Se trata de cambiar el chip y como han hecho algunos, meter este tipo de modelos en su propio sitio web y que la gente genere su propia imagen. Y es un poco también reinventarte. A partir de ahora vas a tener este asistente que te va a ir generando esas imágenes, y ahí decides entre renovarte o seguir haciendo todo como lo has hecho siempre. Eso siempre va a estar ahí cuando la tecnología aparece. ¿En tu cabeza no cabe la posibilidad de que la IA se pare y desaparezca porque ha hecho un uso fraudulento de sus bases de datos? No, yo lo veo difícil. Imagino que veremos algún caso que llegue a los medios de comunicación. Alguna cosa que tenga que ver con Hollywood, con mercados muy grandes, marcas muy grandes que de verdad se pueden meter en una batalla legal... y veremos algo que servirá como precedente. Pero a día de hoy lo veo muy difícil, con los casos que se han dado, que la IA se pare. Una de las cosas más interesantes que estamos descubriendo con la Inteligencia Artificial es darnos cuenta hasta qué punto, esto que parecía muy humano, que es la creatividad, de repente ha llegado una máquina y lo ha medido, lo ha evaluado. ¿Realmente podemos decir que la creatividad es medible? A mí me da un poco de miedo esa pregunta, porque los que trabajamos en Inteligencia Artificial siempre hemos puesto la creatividad como ejemplo de algo muy humano, ¿no? Sí, como los chistes, la ironía... Efectivamente. De repente te das de bruces con una Inteligencia Artificial generativa que te sorprende por todos lados. ¿Cómo no voy a llamar a esto crear? Sobre todo cuando ves la calidad del resultado. Cuando yo hablo de crear, hablo de alguna forma de ese proceso de sorprender, de crear ese concepto, darle forma, que te sorprenda y que te evoque algo. Y yo he visto imágenes generadas con este software, así que lo veo. Para mí, sí, hemos alcanzado una forma de crear con Inteligencia Artificial. Ahora bien, ¿es creativa? Sigo asociando ese concepto a algo muy humano y todavía, las máquinas, aparte de que no son humanas, todavía carecen de esa conciencia que les impide saber lo que están haciendo. No razonan. Están simplemente generando contenido, con lo cual no creo que sean creativas en el sentido en que lo somos nosotros, pero sí que claramente han sabido imitar ese proceso de creación, a su manera, claro. Creo que el siguiente paso que veremos será que este tipo de servicios se especialicen. Ahora todos trabajan con un estilo similar. Tengo muchas ganas de ver eso. Cómo vamos a crear a nuestro asistente, que casi sea nuestro segundo cerebro. Adaptarlo un poco a nuestra forma de pensar y a ver cómo le puedo arrojar ejemplos y muestras más cercanas a lo que cada uno quiere y una vez tenga la base creativa puede especializarse en algo en concreto, es decir, tendremos una Inteligencia Artificial que solo hará ilustración, otra hará fotos... «Inevitablemente habrá reducción de personas en algunos trabajos» Nerea Luis ¿Cómo les va a ayudar a los creativos, a los diseñadores, a los fotógrafos, a los ilustradores dentro de muy poco tiempo la IA? Pues yo creo que hay una primera parte que es esa elaboración o conceptualización que realmente es lo que está haciendo ahora todo el mundo, que es probar, explorar. Hay una etapa en el diseño, el proceso creativo, que es totalmente abierta a coger inspiración de distintos sitios. Esa inspiración ahora te puede venir recopilada por este tipo de sistemas. Por ejemplo, pedirle que genere ilustraciones alrededor de un concepto o que te muestre ese concepto en diferentes sitios. Hay una parte conceptual que se puede acelerar. En ese proceso que se llama a veces research. Si tienes un cliente, por ejemplo, pensando en un diseño que sea para una marca, para algún tipo de interfaz, un packaging… ahora va a ser muy rápido esbozar algo hasta realmente encontrar lo que estamos buscando. Ahí es donde yo veo la riqueza. ¿Y qué pasa con la sustitución de profesiones y profesionales? Pongamos un ejemplo. Si tienes una hamburguesería similar a McDonald’s antes tenías un fotógrafo especializado en hacer fotos de hamburguesas. Hoy le podemos pedir la foto de la hamburguesa que queremos con los ingredientes que queremos, con la perspectiva que queremos, con el atrezo que queremos y la IA en segundos nos entrega una imagen totalmente validada, realista e incluso profesional. Ahí hay una sustitución de ese servicio. ¿Qué le decimos al fotógrafo? ¿Le decimos que esa herramienta va a ser su amiga cuando realmente no va volver a hacer fotos de hamburguesas? Hay un punto en el que va a haber ciertas tareas donde se va a necesitar menos gente o menos tiempo para hacer la misma tarea. Llevamos viendo esto desde hace años con toda la transformación tecnológica en general. Ahora bien, yo también me lo pregunto al revés. La persona que está haciendo este trabajo igual tenía que tomar antes, no sé, treinta fotos, cincuenta… y ahora directamente con que tome tres puede personalizar esa imagen con IA y que directamente me genere las variaciones. Pues igual es un tiempo que él ahí estaba invirtiendo, que puede dedicarlo a otro tipo de tarea. Pero sí que es verdad que, inevitablemente, en algunos casos habrá una reducción en la cantidad de personas que se dediquen a eso. Habrá casos donde claramente habrá profesiones a las que no les haga ninguna gracia que este tipo de software se empiece a utilizar de forma generalizada, pero me imagino que lo mismo sucedió con el que pintaba a mano cuando llegó el dibujo digital y se abarataron los costes de pinceles y herramientas. Hay un sector, seguro, que se verá también afectado y a la vez beneficiado, que será el cine. Indudablemente si estamos hablando de generación de imágenes y de arte, lo siguiente es el audiovisual. En el cine ya hay mucha Inteligencia Artificial. Es decir, hay actores que no son los que aparecen en escena porque incluso están muertos o los rejuvenecen de forma digital... hay mucha Inteligencia Artificial dentro del cine, seguramente va a ir a más. Incluso te diría que las propias voces de los actores directamente con su escenografía dobladas a cualquier idioma. Yo estoy convencida. Y nos preguntaremos de nuevo ¿qué hacemos con los dobladores? Hay un montón de matices y de situaciones que vendrán en breve. Yo tengo una imagen de futuro en la cabeza que es algo así como que alguien se levanta por la mañana y dice: «Alexa, buenos días, mi madre cumple años el domingo, ¿puedes hacerme una tarjeta de felicitación con una foto suya vestida de Papá Noel y con unas estrellas, y que ponga, “¡Te quiero, mamá!”? Hazme cinco opciones e imprímelas por la impresora». Y tú, mientras estás tomando un café, las ves y dices: «Pues de la cuarta opción, hazme 50 copias para regalar a toda la familia». ¿Eso parece un futuro cercano? Sí. Creo que eso está más cerca de lo que pensamos y suena bastante a futuro. Hubo una keynote que fue la de Microsoft que la llamaron The future of work y la idearon todo el rato alrededor de situaciones de ese estilo... tengo que mandar esos e-mails o mira mi agenda, prepárame una presentación porque tengo esto a las doce. https://www.youtube.com/watch?vBf-dbS9CcRU Cuando se trata de generación de imágenes, sorprende mucho hasta dónde podemos llegar a trabajar en ese tipo de tareas que nos llevarían varios días de trabajo, hablar con varios proveedores y que realmente podremos tener las cosas en el e-mail dentro de poco. Yo creo que vamos hacia ahí. Y me fascina también un poco la idea de que cualquiera, sabiendo que es intrusivo, y con todos los disclaimers que ya hemos dicho, pero me fascina la idea de que cualquier persona pueda tener esa herramienta para crear. Antes teníamos una barrera, por ejemplo, si se te daba mal dibujar, pero ahora tienes esa forma de interactuar con la máquina que ya es experta en esa tarea de generación, y como tú le vas guiando con el lenguaje… Me parece que hay ahí también una tarea muy bonita de sacarle esa riqueza y aprender a hablar con la máquina. Creo que vamos a aprender mucho sobre eso. Eso abre la puerta a que necesitemos los grandes conocimientos de la humanidad, es decir, que para que esto funcione, tiene que haber lingüistas, sociólogos, psicólogos… parece que la Inteligencia Artificial va a hacer que entre los humanos colaboremos más de lo que colaborábamos antes. Muchas veces intento usar un símil que veo que a la gente le ayuda a entenderlo. Estamos en el momento en el que se ha inventado el coche, y de repente podemos ir mucho más rápido a los sitios, pero el coche a veces se estropea. Y entonces, surgen los mecánicos expertos en arreglar el coche. Y luego el código de circulación que ayuda a que nos pongamos de acuerdo en la carretera. También inventamos cosas para nuestra seguridad, nos ponemos el cinturón, ponemos el airbag... falta esa etapa todavía de maduración para ver hacia dónde van todos estos sistemas. Qué penetración tienen también en nuestras vidas, porque luego también los humanos somos muy caprichosos con lo que queremos usar y lo que no. Los smartphones han sido un buen precedente para entender hasta qué punto un móvil que solo llamaba ahora hace de todo en nuestra vida. Creo que falta como esa capa. Estamos en el Disseny Hub de Barcelona y viniendo hacia aquí me hacía una pregunta un poco distópica. Se supone que un museo guarda aquello que va sucediendo en la historia de la humanidad, en una disciplina, en este caso en el diseño, este gran contenedor, este gran edificio se va a quedar solo con aquello que genere el humano, hasta un determinado momento y luego tendremos que crear otro museo de inteligencias artificiales. ¿Puede suceder que los humanos creemos menos y nos quedemos sin material para los museos? Yo creo que va a haber una sobre generación de contenido, sin duda. Pero creo que también la Inteligencia Artificial va a encontrar su hueco. No tengo duda de que habrá una corriente de artistas que sabrán aprovecharse de esto y hacerlo suyo. Aquí la duda es si firmas o no, como co-creado con Inteligencia Artificial... Pienso que la autoría en este caso debe ser de la persona y no intentar atribuir a las máquinas algo más de lo que son. Quiero decir, son máquinas, tenemos que verlas como herramientas, o al menos es mi opinión, y creo que la autoría final seguirá siendo de la persona que crea la obra. Sí, seguramente veremos exposiciones hechas con Inteligencia Artificial. Me imagino, incluso exhibiciones personalizadas según la persona que entra. Interactivo. Lo veremos, pero sin duda pienso que la autoría seguirá siendo de los humanos y además, creo que es algo que nos hace ser nosotros. Con texto sí ha pasado ya, que algún medio se ha aprovechado de esta generación de textos para hacer noticias, sobre todo para hacer clickbait. Y en el momento en que te dicen que se ha hecho con Inteligencia Artificial es como que te desilusiona un poco, de alguna forma pierde valor. Hace muy poco una diseñadora conocida abrió un perfil en Instagram dedicado solo a obras de Inteligencia Artificial y me hizo mucha gracia porque ponía en su texto: «Ayer diseñé estas imágenes», y me quedé con la pregunta. ¿Podemos decir que un diseñador «diseña» cuando utiliza Inteligencia Artificial, como decíamos, que «diseña» cuando utiliza Photoshop? Tú le has dado unas órdenes. Y te ha devuelto eso. Es cierto que cuando ves algunos prompts, son dignos de tesis doctoral. Hay prompts que son tan largos como la Biblia. Incluso algunos han descubierto que si a la Inteligencia Artificial le dices el peso de la modelo, te da una figura diferente. Otros descubren que si le dices la óptica con la que se debe hacer el retrato, te cambia. Es verdad que le puedes dar muchos parámetros para que la imagen mejore. ¿Podemos llamar a eso diseñar? Yo creo que hay un diseño del prompt. Los prompt engineers se llaman. Yo no sé hasta dónde va a llegar, porque es verdad que hacer prompts, por muy divertido que sea al principio, luego a mí me parece un suplicio pero brutal... creo que tenderemos a simplificarlos con la tecnología según avance, y espero que haya interfaces mucho más amigables para trabajar con prompts porque ahora es horrible... Pero sí, fíjate que usar una palabra u otra también te hace aprender y pensar a idear con la fascinación del lenguaje, y creo que sí es equivalente a diseñar, pero claro, no es como antes. Es diseñar de otra forma. Ahora vas a una caja negra a pedirle cosas y obtienes un resultado. Pero imagínate que hubiera un proceso intermedio en el que directamente la propia Inteligencia Artificial o el propio software te fuera sugiriendo palabras que poner con ejemplos previos que se han hecho. Es decir, que hubiera una interfaz un poquito más amigable, que no sea principio y fin. Seguramente, ahí es posible que sientas que estás diseñando más y no solo viendo el producto final. Si hacemos la analogía con la fotografía, nos podemos ir a las primeras cámaras de fotos donde un señor se metía debajo de una manta y el control que tenía era muy limitado, y lo comparamos con un disparo del móvil, ahí hay mucho software detrás, es decir, ¿realmente la foto que tú has hecho la has hecho 100% tú o es el software?. Ahí todos nos sentimos fotógrafos. ¿Llegará un punto en el que esto también lo haremos con la Inteligencia Artificial? Seguramente. La inteligencia va a ser eso, añadir otra capa más en ese camino de la creatividad. Lo veremos así, tal cual. ¿Qué es lo que sabes o al menos intuyes que vamos a ir viendo en los próximos, ya no podemos decir años, tal vez en los próximos meses? Cada vez seremos más precisos. Creo que una de las cosas que vamos a ver antes será cómo empezamos a tomar control de los prompts. Ahora mismo estamos lanzando un texto y viendo el resultado, un poco a ciegas, pero no tenemos control. Tendremos un software en el que le diremos: «Quiero que cojas esta imagen de esta chica y le pongas este rótulo diciendo tal...». Tendremos más control sobre la composición y eso ayudará a simplificar lo difícil que es ahora hacer algunos prompts. También creo que está bastante cerca ver casos en los que se generen incluso cortometrajes con Inteligencia Artificial. Estamos viendo un progreso muy grande en la generación de vídeos. También para mí, va a tener una mejora brutal en todo lo que tiene que ver con la generación de entornos virtuales, y eso indirectamente, hará que se acelere seguramente parte de la experimentación de los futuros coches autónomos... todo va a estar muy unido. ¿Cómo va a aterrizar todo esto en nuestro día a día? ¿Va a haber un momento en el que la Inteligencia Artificial va a estar detrás de absolutamente todo lo que tengamos en nuestra vida? Yo creo que lo veremos en la mayoría de las apps. Estoy convencida, en generación de texto… ¿Y en nuestro horno y en nuestra nevera? También seguro. Imagínate tu nevera diciéndote que con los alimentos que tienes en la nevera, puedes hacer esta receta. No lo veo tan complicado. Creo que también veremos cómo cada vez más utilizamos nuestra voz, en vez de los teclados. Los teclados han traído algunos quebraderos de cabeza. Antes eran físicos, luego pasamos a tenerlos dentro de la pantalla. Imagínate que directamente los quitamos porque con estos prompts podemos ir pidiéndole a viva voz. Pues seguramente eso sea cada vez más habitual. Me imagino un diseñador en el futuro y no un futuro muy lejano hablándole a su ordenador, diciéndole cada uno de los matices de aquello que quiere crear, un poco como Tom Cruise en Minority Report y permitiendo que los seres humanos tengan habilidades que hasta ahora parecían solo secuestradas y elegidas para algunos pocos y que con una gran capacidad verbal, no necesitemos tener ratones ni teclados, sino que directamente le podamos hablar. Sí. Para mí ese es el gran punto, el gran cambio. Yo sí que quiero lanzar un mensaje positivo con la Inteligencia Artificial y es que tenemos que dejarnos acompañar un poco. Y aconsejar, que por lo menos tenemos que probar estas herramientas y ver hasta dónde nos pueden llevar. Porque además, yo creo que no hay alternativa. No. Esto ha venido para quedarse. Prohibir no tiene sentido. Es verdad que es un cambio tecnológico grande. Se va a integrar en nuestra vida, en nuestro organismo, en nuestras profesiones, sí o sí. Y además nos van a enseñar muchas cosas. Seguramente más rápido. Vamos a tener tiempo para dedicarle a otras cosas; a otras cosas dentro del ámbito creativo. Recuerdo una entrevista que hicimos en California, en Los Ángeles con directores de Adobe. Y yo les decía que estaban haciendo unas herramientas que cada vez son más fáciles de usar, lo que parecía que iba en contra de sus propios clientes que compraban el software para diseñar, es decir, como que estaban matando a los diseñadores ya que cada vez había más gente que podía diseñar. Y recuerdo que el directivo, inocentemente por mi parte, me dijo: «Estás equivocado, es justo lo contrario. Nosotros lo que estamos haciendo es que los procesos que hacen los diseñadores sean cada vez más rápidos y más sencillos. ¿Tú quieres perder dos horas en siluetear a una persona? ¿Verdad que no? Ahora haces un rectángulo y lo hace automáticamente. Eso es lo que estamos haciendo. Si eso abre la puerta a que haya más gente que sea capaz de diseñar, pues bienvenido sea, pero realmente nuestro objetivo es facilitar las tareas del día a día a los creativos, no hacer desaparecer la profesión». Para mí, eso es un buen resumen.

Nerea Luis: «La IA es buena haciendo tareas, no trabajos»

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