Desde ayer por la noche el cielo de Valencia no ha parado de llorar.
Esta, sin lugar a dudas es la noticia más desagradable, difícil e inverosímil que hemos publicado. Algo que no nos gusta. Insoportable!
Injusto ya sabemos que es, pero no nos queremos quedar con eso… preferimos mantener y recordar que un día la vida nos brindó la oportunidad de compartir con Paco parte de nuestras vidas, de coincidir en innumerables momentos, lecciones y consejos acerca del diseño, de la vida… siempre bajo la pretensión de avanzar, de mejorar. El gran legado que nos deja se queda con nosotros.
Paco Bascuñan Rams (1954 – Valencia, La Malvarrosa) es -no soporto ponerlo en pasado- un tipo afable, de buena tertulia, bromista y de fuertes convicciones. Comprometido como el que más, pero sobre todo, un pionero, alguien que se adelanta a los demás, no para ser el mejor, sino para enseñarle a los demás el camino. Fue uno de los miembros aventajados de ese milagro que fue La Nave, pero que hoy estaba en el mejor de sus momentos profesionales. Siempre que ibas por la A7 su trabajo, hecho con trozos de papel de colores recortados, te acompañaba en todo el viaje. Más que un diseñador era un artista, con lo que todo ello significa.
Recuerdo la noche del jueves, cuando comentaba con él las impresiones sobre la exposición Suma y Sigue. Sabía que era la carta de presentación de todo un proyecto que él había ayudado a construir. Era consciente que era un antes y un después.