Mil bestias que rugen. Dispositivos de exposición para una modernidad crítica, en el CAAC

El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo presenta Mil bestias que rugen. Dispositivos de exposición para una modernidad crítica, una muestra que reúne obras de 24 artistas nacionales e internacionales y que invita a pensar en cómo las exposiciones reflejaron, pero, también contribuyeron a construir algunos de los relatos históricos más representativos del siglo XX. 

ORIOL VILANOVA. Mausoleos, 2012 – en proceso. Instalación, 1152 postales. Cortesía del artista. Fotógrafo: Pablo Ballesteros.

Tomando como título un comentario del artista ruso El Lissitzky sobre la abundancia de estímulos en las exposiciones de gran formato, esta muestra se propone como una confluencia de proyectos de artistas contemporáneos que trabajan con medios como la pintura y el dibujo, el vídeo y la instalación, e incluso realizando nuevos modelos de museo. En la última década, muchos de ellos se han interesado por abordar diversos aspectos de los fenómenos expositivos con una mirada crítica en la que destaca una fuerte conciencia de la historia y una inclinación por explorar los mecanismos de la ficción. La exposición incluye cuatro proyectos de nueva producción y también fotografías de archivo que ayudan a contextualizar los debates contemporáneos.

Mil bestias que rugen. Dispositivos de exposición para una modernidad crítica, parte de la idea de que las exposiciones no sólo fueron un escaparate para que las obras de arte se presentaran ante el público, sino que ellas mismas elaboraron narrativas en las que se fueron filtrando las ideologías y los discursos dominantes. Con el paso del tiempo podemos comprobar con más claridad cómo las distintas formas de exponer las obras y las imágenes se encontraban atravesadas por los procesos históricos que las enmarcaban. Los artistas presentes en la muestra reflexionan sobre este fenómeno, pero también tratan de hacer visibles los silencios, malentendidos o posibilidades no desarrolladas, que se escapan a las versiones oficiales de la historia.

La exposición establece tres ámbitos que se entrecruzan. El primero reflexiona sobre el modo en que, en las primeras décadas del siglo XX, la asociación entre el arte llamado primitivo y el arte de vanguardia desempeñó un papel importante a la hora de expandir el gusto de una burguesía deseosa de ser moderna, mientras, de forma simultánea, se estaban produciendo una serie de procesos coloniales que esta asociación dejaba en un punto ciego. El segundo aborda la forma en que la conformación de un canon del arte moderno en la posguerra estuvo íntimamente ligada a la política de bloques y a la Guerra Fría. El tercero indaga sobre cómo los medios de masas y el caudal casi infinito de imágenes y reproducciones que conforman el museo imaginario han alterado significativamente la forma en la que vemos y conocemos el mundo. A pesar de esta división, muchas de las obras presentes en esta exposición podrían pertenecer a varios de estos ámbitos y los diálogos que establecen entre ellas en el espacio del CAAC están abiertos. Por ello, en el recorrido se invita a los espectadores a establecer nuevas conexiones entre ellas.

WALID RAAD. Appendix XVIII: Plates 63-257, 2012. (Apéndice XVIII: Láminas 63-257). 31 Impresiones sobre Sintra, diversas medidas. Cortesía del artista y Paula Cooper Gallery, Nueva York. © Walid Raad, 2017. Fotógrafo: Pablo Ballesteros.

Según la comisaria de la muestra, Olga Fernández López: «El objetivo de esta muestra no es hacer una exposición de exposiciones históricas, sino presentar obras de artistas actuales que utilizan el imaginario que se conformó en las exposiciones como punto de partida para plantear debates contemporáneos. En la década de los 80, coincidieron una variedad de obras que reflexionaban sobre los discursos subyacentes a los museos, la llamada crítica institucional, que se produjo en paralelo a la museología crítica. En la actualidad, este interés ha adoptado nuevas perspectivas. En los últimos años los estudios curatoriales se han desarrollado mucho, las muestras han empezado a ser investigadas de modo más profundo y los dispositivos de exposición a tomar una fuerte autoconciencia de sus mecanismos de producción de subjetividades. Estas revisiones han coincidido con una generación de artistas que trabaja especialmente en la revisión de la historia del último siglo y que otorga un considerable valor a la memoria».

Con motivo de la exposición Mil bestias que rugen se publica un catálogo que recoge textos de la comisaria, Olga Fernández López que reflexiona sobre la exposición y las obras de los artistas.

Qué: Exposición Mil bestias que rugen. Dispositivos de exposición para una modernidad crítica
Dónde: Monasterio de la Cartuja de Santa María de Las Cuevas - Sevilla
Cuándo: Del 20 de octubre de 2017 al 4 de marzo de 2018
→ www.caac.es

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