MetroValencia (Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana -FGV-) organiza desde 2007 un concurso entre estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia para diseñar la imagen que cubre la campaña de Fallas y que ilustra los diferentes soportes comunicativos.
Este año la ganadora ha sido Ana Gabarda que presentó un busto de fallera en el que se encaja la marca del metro a modo de rodete. La ilustración de la cara que aparece abajo de la marca es claramente un plagio de un trabajo realizado por el estudio Kilo, compuesto por Carlos del Pozo y Maite Canet, en un cartel que presentó en 2010 al concurso de Fallas convocado por la Concejalía de Fiestas y Cultura del ayuntamiento de Valencia.
Este programa de colaboración con la Facultad de Bellas Artes, pretende potenciar las actividades de formación y promoción social en el área del transporte urbano e interurbano de viajeros, mediante el patrocinio de diferentes actividades artísticas y culturales en las que participan tanto profesores como alumnos. El acuerdo también incluye unos premios para que los alumnos realicen sus prácticas de la carrera en la empresa.
Entre los miembros del jurado se encuentra la directora de la Cátedra, Victoria Cano, que imparte la asignatura “Profesionalización y empleo en la ilustración y el diseño gráfico” así como el decano de la Facultad de Bellas Artes José Luis Cueto y el director gerente de la empresa pública, Pablo Cotino.
Desconocemos el premio económico otorgado a la ganadora y los dos accesits pero parece claro que la formula del concurso es una mala idea, y mucho más cuando por parte del profesorado no solo se fomenta sino que no se educa en prácticas poco éticas. Viendo la calidad de los ganadores, tanto por el primer premio como por los accesits, el profesorado debería plantearse si sus enseñanzas están al nivel adecuado. ¿Es este el nivel de la Facultad de Bellas Artes de Valencia? ¿Es esto lo que necesita una institución pública como MetroValencia? ¿Cuál va a ser el coste final incluyendo la retirada de los carteles? Al final lo que iba a ser un mero trámite para ahorrarse un dinero en pagar a profesionales se ha convertido en un despilfarro y un descrédito para MetroValencia.
MetroValencia se ha apresurado a dar explicaciones al estudio Kilo, y les ha prometido que retirará la campaña en su web, redes sociales y soportes. De momento las vallas siguen el los andenes.
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