Markos & Esther: «Legalizarse profesionalmente en Berlín no cuesta tanto»

Markos & Esther forman un tándem de diseñadores que desde hace algún tiempo dejaron tierras españolas para asentar su residencia y su centro de trabajo en Berlín. Entre la lluvia y el frío berlinés, hoy nos hablan acerca de su experiencia, los pros y los contras. Como por ejemplo, lo difícil que es jugar en la primera división del diseño y más aún si no hablas el mismo idioma, pero también otras ventajas, como el hecho de que valoren tu trabajo como un profesional.

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¿Quiénes sois y cuál es vuestra procedencia? Somos Markos de Concepción, de Chile, y Esther Vidal, de Guardamar del Segura, un pueblecito en la costa de Alicante, claro en España.

¿Cómo va todo por Berlín: el frío, la lluvia, las nubes…? 
El frío en Berlín ya se va notando más intenso. A la nieve le falta aún un poco por llegar, pero la lluvia nos visita casi todos los días. En fin, todo el mundo sabe que Berlín no es conocido por su fabuloso clima.

¿Por qué os instalasteis en Berlín? La historia de por qué nos vinimos a Berlín no es corta, pero puedo resumirlo un poco. Decidimos salir de España, donde estábamos anteriormente, concretamente en Valencia, por la recesión española, el ambiente de pesimismo que se respiraba y la falta de oportunidades personales y profesionales. Llegamos a Berlín pensando que sería sólo nuestra toma de contacto con Alemania, desde donde buscaríamos otros sitios. Pero el tiempo fue pasando y la ciudad nos envolvió.

¿Qué diferencias notáis entre España y Alemania? ¡Muchas! El clima, la comida, el carácter de las personas, la burocracia, las relaciones profesionales, las oportunidades, la situación del mercado… y la talla de la ropa (los alemanes son muy grandes, ¡ja, ja!), entre otras cosas. Hay diferencias positivas y negativas y el equilibrio hace que valga la pena.

Las diferencias de sociedad son interesantes y divertidas, ¿qué tal las diferencias profesionales? ¿Os ha costado integraros en la burocracia Alemana? Una de las mayores diferencias es que aquí uno se puede hacer autónomo sin tener que pagar nada en un principio. Aquí no existen esos temas de los módulos como en España. Aunque sí que es verdad que uno se tiene que pagar su propio seguro de salud, lo que viene a ser al final algo parecido, supongo. Porque, en verdad, no estoy muy bien enterada de cómo funciona en España, nunca he trabajado de autónomo allí. A lo que me refiero en el pago es que, inicialmente, si uno no rebasa una cantidad de ganancias no tiene que pagar impuestos. Es decir, que uno tiene un margen para conseguir que la cosa empiece a rodar antes de tener que empezar a pagarle al Gobierno.

Como imaginarás, todo esto se tiene que ir mostrando con facturas y declaraciones de la renta, lo normal. Aunque la burocracia alemana puede resultar tediosa hasta para los propios alemanes. Pero legalizarse profesionalmente no cuesta tanto. Primero darse de alta como ciudadano y luego rellenar un formulario (un poco pesado) y automáticamente recibes un par de números (uno para el tema de impuestos y el otro como identificador profesional) con el que ya puedes empezar a hacer facturas. Yo además me di de alta en el registro de actividad. Como ves, te tienen controlado por todas partes.

Fuera de este tema, otras diferencias profesionales que encuentro muy positivas son las referentes al trato con los clientes. Todo es más profesional, más eficiente. Uno no necesita confirmar citas y las reuniones duran el tiempo preestablecido. Cuando sienten que están perdiendo el tiempo se sienten incómodos.

El mito de «Vente pa Alemania, Pepe» ¿es como el de la película de Pedro Lazaga de 1971 o la cosa ha cambiado mucho? El recordar esa película es inevitable, pero empieza a hacerse rancio. La situación actual no tiene nada que ver con la que se vivía en los años de la anterior oleada de inmigrantes. Actualmente la gente está más informada, existe internet, televisión y cuando se lanza a la aventura de emigrar no sale con tanta ignorancia de su lugar de origen. Aunque a pesar de eso, uno siempre pasará por algún malentendido cultural.

Al contrario de lo que se pretendió hacer creer a la gente hace unos años, aquí nadie regala trabajos, y tampoco todo el mundo habla inglés, otro mito que podía traerse uno de casa. Cuando uno emigra tiene que estar preparado para cualquier cosa. Y cada persona vive los comienzos de diferente manera, dependiendo de muchas cosas (suerte, amigos, oportunidades, personalidad). En general uno tiene que estar dispuesto a empezar por donde haga falta y poco a poco demostrar todo lo que puede hacer. Considero importante (o muy importante) hablar alemán para poder evolucionar y para ser mejor considerado –¿o qué pensaríamos de un guiri que vive en España dos años y apenas habla español…?–. Pero si al final uno trabaja y persevera (y se carga de paciencia) las cosas van cambiando hacia esas expectativas que todos nos hicimos cuando salimos de casa.

Berlín es un sitio multicultural, una de las grandes capitales del mundo y por supuesto de la creatividad. ¿Es fácil integrarse? ¿El nivel es alto? Quiero decir, ¿es como jugar en primera división o hay sitio para todos? Sí, esto es jugar en primera división, jeje. La parte negativa de la historia es que hay mucha competencia, con mucho nivel, y es difícil encontrar un hueco. Pero como se dice, no todo el monte es orégano. Y aquí también hay de todo (también hay gente mala). Lo bueno es que al poderse uno estar comparando con los mejores está en continuo crecimiento y evolución. Uno puede vivir aquí en tiempo real las últimas innovaciones tecnológicas y empresariales, las últimas tendencias sociales y profesionales, además de disfrutar el diseño y el arte mientras uno camina por la calle. Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero así el éxito se disfruta más. Nosotros seguimos recorriendo ese camino de aprendizaje y crecimiento, pero poco a poco nos vamos haciendo nuestro espacio, siempre a gracias al trabajo continuo.

¿Cómo os tratan los clientes? Los clientes nos tratan bien, como a profesionales. Esperan que les hagas un presupuesto asequible a sus necesidades, pero nunca desacreditan tu profesionalidad, siempre que la demuestres.

¿Se suele disponer de presupuestos para desarrollar la actividad con garantías? Como en cualquier parte, uno debe siempre tener en cuenta con qué tipo de cliente está trabajando e intuir el presupuesto del que dispone para llevar a cabo el proyecto, y así no asustar a clientes pequeños. Aunque supongo que a lo que te refieres es a lo siguiente: aquí los trabajos están mejor pagados, el diseño está mejor valorado y los clientes pagan dentro del tiempo estipulado. Aunque supongo que incluso en el sur de Alemania se pagaría todo mejor, hay más dinero por esa zona.

¿Es fácil el lenguaje con el cliente? Si hablas su idioma, sí.

¿Tienen más experiencia cultural y visual? Enlazando con la pregunta anterior, la gente aquí tiene más experiencia con todo el tema del diseño, es fácil hablar de este tema, aunque no todos lo tienen interiorizado. Pero sí que es verdad que no tienes que dar muchas explicaciones para que entiendan qué es lo que necesitan y cómo les podría ayudar invertir en diseño.

¿Con qué tipo de proyectos soléis trabajar? ¿Qué tipo de sector? Los proyectos y el sector con los que hemos trabajado son muy diversos, incluso el lugar de residencia de nuestros clientes. No solo trabajamos con clientes en Alemania, también hemos hecho cosas para USA, España o Chile. Hacemos proyectos de branding, de web, editorial… y hemos trabajado con clientes del mundo artístico, empresas de carácter social y de telecomunicaciones, entre otras. De momento no especificamos tanto el trabajo para que no se haga tan monótono.

Los clientes, ¿son fieles o promiscuos? Ojos que no ven, corazón que no siente, y de momento no nos sentimos celosos.

Tenéis un German Design Award, ¿esto os ha reportado mejoras y más reconocimiento? Realmente es sólo una nominación, aunque nos sentimos orgullosos de haber sido seleccionados por un organismo tan considerado a nivel mundial. Y de momento nos ha servido para poco, pero sí que es verdad que a la gente le impresiona un poco.

Compaginar producto con gráfico, ¿os favorece en la creación de proyectos o son disciplinas que abordáis por separado? El hecho de tener experiencia en los dos campos se hace latente en todos los proyectos. Es por eso que alguna vez hemos desarrollado logos con volumen, papelería basada en el origami o productos basados en su fuerza gráfica, como la alfombra. Además ahora nadamos zambullidos en el diseño web, por lo que se nos entremezcla una disciplina más. Disfrutamos del diseño en su sentido completo, así que creo que no podríamos separar cada una de sus partes al 100%.

¿Qué proyecto que no podéis revelar pero que nos podéis contar estáis haciendo ahora? Estamos trabajando para una plataforma bancaria en la optimización y adaptación de sus servicios para el acceso desde cualquier dispositivo móvil. Y hasta aquí puedo leer ;)

→ markos-esther.com

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