La estética siempre ha estado muy vinculada a David Bowie. De hecho, el cantante constantemente ha proyectado una estética muy cuidada y tan cambiante como su música. Son muchas las fotografías que dan fe de ello, no solo las que componen las portadas de sus discos, sino también las fotografías de aquellos personajes que creó mediante maquillaje y vestuario.
Detrás de estas fotografías sumergidas en el glam-rock se encuentra el objetivo de fotógrafos que acompañaron a David Bowie a lo largo de su carrera. Entre ellos se encuentran el fotógrafo Masayoshi Sukita, Brian Dufy y David Bailey.
Masayoshi Sukita (1938) es un fotógrafo japonés que empezó a trabajar con Bowie desde 1972, cuando fueron presentados por Lou Reed. Las primeras fotos que Sukita realizó del cantante fueron tomadas en el teatro londinense Rainbow Theatre. Desde entonces han colaborado en numerosos proyectos. Todavía hoy se recuerda a Masayoshi Sukita como uno de los fotógrafos favoritos de Bowie. Quizás una de las más famosas colaboraciones entre el fotógrafo y el cantante fue el proyecto que realizaron para el álbum Heroes. Durante la sesión de fotos Sukita capoturó diferentes expresiones de Bowie de las cuales surgió la fotografía que finalmente protagonizaría la portada del álbum. La relación entre Bowie y Sukita duró 40 años en los que el fotógrafo llegó a realizar cintos de fotos de David Bowie. Fotografías que nunca fueron expuestas pero que se encuentran reunidas en un libro de edición limitada titulado Speed of Life.
Brian Duffy (1933-2010) fue el hombre que cambió el rostro de la fotografía británica y europea en la década de los 60. Productor cinematográfico y fotógrafo, este artista londinense está considerado como uno de los máximos innovadores de la fotografía documental de moda y una de las máximas referencias cuando se habla de iconografía pop. Durante 10 años Brian Duffy mantuvo una intensa relación de trabajo con David Bowie. La cámara de Duffy ayudó notablemente a dar vida al icono histriónico y cautivador de la figura camaleónica del rey del glam. Con él disparó cinco sesiones clave, las Bowie Series, y la fuerza creativa detrás de cada imagen le llevó a cubrir las portadas de tres discos entre 1973 y 1980: Aladdin Sane (1973), Lodger (1979) y Scary Monsters and Super Creeps (1980). En este último, Duffy tomó las fotos y luego contrató los servicios del artista Edward Bell a pintar un cuadro de la fotografía. Entrada de Duffy tuvo una influencia significativa en la creación de la imagen pública de Bowie.
David Bailey (1938), es un fotógrafo de moda y de retrato inglés considerado uno de los pioneros de la fotografía contemporánea. Se le atribuye haber realizado las imágenes más atractivas de las últimas cinco décadas. Empezó su trayectoria profesional en 1959 siendo asistente en el estudio de fotografía John French. En los años 60, fue fotógrafo en John Cole’s Studio Five. Un año más tarde se convirtió en fotógrafo de moda en la revista Voge. Alcanzó la fama al convertir en estrellas, a través de sus fotografías, a una nueva generación de modelos. Desde entonces su trabajo siempre ha sido admirado haber capturado en poderosas imágenes en blanco y negro iconos y leyendas, entre los que se encontraba David Bowie.
Actualizado 15/01/2016