El Museo de Arte Contemporáneo de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile presentan Le Corbusier y el sur de América, una selección de cincuenta dibujos y planos originales del arquitecto y urbanista Charles-Édouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier (1887 – 1965).
A cincuenta años de su muerte, el MAC celebra la trayectoria del arquitecto más trascendente del siglo XX, al explorar doce proyectos que dan cuenta de su relación con Latinoamérica, desde la ampliación en una casa de Santiago Poniente hasta una nueva planificación urbana de Bogotá. Desarrollados a partir de 1929, estos documentos son inéditos en Chile, y algunos son exhibidos por primera vez en Latinoamérica.
Le Corbusier, quien también fue pintor y escultor, fue uno de los responsables de sentar las bases del Movimiento Moderno en la arquitectura, también conocido como el Estilo Internacional.
Dos de los proyectos exhibidos en las salas del MAC corresponden a propuestas de trabajo para Chile. La Casa Errázuriz, en Zapallar (1929-30), diseñada para Matías Errázuriz Ortúzar, embajador de Chile en Argentina; y el taller para la casa del arquitecto Roberto Dávila Carson, en Santiago (1932). Los planos de este último proyecto son parte del acervo del Archivo de Arquitectura del Instituto de Historia y Patrimonio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile.
Roberto Dávila fue uno de los pocos proyectistas nacionales que trabajó directamente con el arquitecto de origen suizo y nacionalidad francesa. Emilio Duhart, Guillermo Jullian y Roberto Matta fueron los otros tres colaboradores chilenos cercanos a Le Corbusier.
«Desde los años 30 la figura de Le Corbusier fue enormemente influyente en los arquitectos chilenos. Sus ideas inspiraron proyectos editoriales, arquitectónicos, planes urbanos y conjuntos de vivienda que hoy dominan la imagen de muchas ciudades de Chile. La arquitectura de hoy no puede entenderse sin los años 30 a 60, y Le Corbusier fue la figura predominante sin contrapeso real».
Maximiano Atria, comisario de la exposición
Si bien los proyectos para Errázuriz y Dávila no fueron llevados a cabo, ambos dan cuenta de la técnica y metodología de trabajo de Le Corbusier. En la Casa Errázuriz se observa la relación entre la construcción y el terreno, implementando la tabula rasa, donde prescindía de los elementos iniciales de la zona, para dar paso a una estructura completamente nueva, mientras al mismo tiempo adoptaba materiales y sistemas constructivos tradicionales.
También destacan los planos de la Casa Curutchet, proyectada en 1949 para el cirujano Pedro Curutchet, en La Plata, Argentina. Esta construcción es la única obra que Le Corbusier concretó en Latinoamérica, y en julio de 2016 fue incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, junto a otras dieciséis creaciones del arquitecto en todo el mundo. La casa materializa los cinco puntos de la arquitectura moderna postulados por Le Corbusier: uso de pilotes, planta libre, fachada libre, ventanas alargadas y terraza-jardín.
A Le Corbusier y el sur de América le anteceden las retrospectivas que fueron presentadas en el MoMA de Nueva York y el Centre Pompidou de París, en 2013 y 2015 respectivamente, conmemorando los 50 años de su muerte. Los documentos, dibujos y planos de Le Corbusier llegan al MAC gracias a un préstamo de la Fundación Le Corbusier de París, institución que administra el legado artístico y arquitectónico del urbanista, además del Archivo de Arquitectura del Instituto de Historia y Patrimonio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile.
Dónde: MAC, Museo de Arte Contemporáneo de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Cuándo: Hasta el 22 de enero.