Desde los inicios de la publicidad, la imagen de marca se ha mostrado como un elemento imprescindible para el reconocimiento y la elección de los consumidores.
No solo se trata de ofrecer un buen producto, sino que la imagen que transmita el producto sea de calidad y acorde con los valores de los usuarios. Esto es lo que consiguen muchas marcas con su logo. Estas representaciones visuales pueden transmitir mucha información y dotar a los productos de asociaciones positivas.
De este modo, un logo dinámico puede transmitir sensación de movimiento y tecnología. Por el contrario, un logo estático y clásico puede dar a entender que se trata de una marca tradicional y de calidad. Estos atributos funcionan debido a la conexión psicológica que está detrás del proceso. Así, se puede aplicar una buena campaña de branding en cualquier sector.
la imagen en sectores como la moda
Hay algunos sectores en los que el logo es una parte imprescindible, casi más que el nombre de la marca. Entre ellos se encuentra la moda, ya que los logos son vistos como elementos identificativos para las marcas. Estos logos se pueden llevar encima y marcan más cosas además de la procedencia de la prenda.
Según las ideas asociadas a cada marca, un producto se impregnará de unas asociaciones u otras. Esto ocurre incluso cuando dos productos solo se diferencian del logo.
Desde siempre los responsables del branding e identidad corporativa de una marca se han asegurado de entender cómo crear logos inolvidables. Gracias a estos emblemas perfeccionados, es posible ir por la calle y reconocerlos en las prendas de las personas. Esto fue lo que pensaron los que apostaron por el logo, ya que hoy en día la gran mayoría de consumidores van haciendo publicidad de las marcas que les visten.
Así, los expertos en marketing de las marcas de ropa consiguieron cientos y miles de anuncios en movimiento en las grandes ciudades. Al mismo tiempo, las personas tienden a apreciar la presencia de logos en sus prendas. Como símbolos de estatus o de gustos, sirven para explicar aspectos de la personalidad del usuario a los demás. De este modo una persona deportista querrá que los demás reconozcan en logo en sus zapatillas, para que intuyan que es una persona que se cuida y que hace ejercicio.
En el mundo de la moda, el gusto por el logo comenzó siendo algo sencillo. Se trataba simplemente de un nombre bordado, unas iniciales o un escudo de armas de la familia de sastres. Sin embargo, con el tiempo, los propios diseñadores de moda encontraron otros símbolos que les ayudaban más a explicar en qué consistían las marcas.
Así aparecieron símbolos abstractos, animales, referencias a ciudades y mucho más. Además, es un sector siempre en movimiento, ya que debe fluir con la misma rapidez que las propias modas de costura.
la época de la logomanía
Si hubiera que denominar de alguna manera al momento actual en cuanto a diseño de marcas, se podría decir que logomanía es la palabra adecuada. Las marcas de ropa y accesorios buscan afianzar sus logos en la mente del consumidor reproduciéndolos en todas partes. Simples logos discretos han dado lugar a estampados y a macro logos que ocupan toda una prenda. El público parece reaccionar bien a este cambio, ya que es común ver a diario personas orgullosas de lucir logos muy visibles en sus prendas.
Como se ha mencionado antes, para algunos es un rasgo de su personalidad, por lo que la logomanía no hace sino realzar y dejar claro sus preferencias cuando se trata de moda.
Sin duda se trata de un movimiento que se empezó a observar en la alta costura. Las marcas de élite tradicionales empezaron a sacar partido a sus emblemas incluyéndolos en sus prendas. Hasta entonces, las señas de identidad de estas marcas solían ser una calidad sobresaliente, unos cortes determinados o unos patrones reconocibles. Sin embargo, los logos han hecho aparición en casi todas las marcas de este tipo.
una tendencia al alcance de los pequeños
Esta tendencia podría parecer algo reservado sólo a las casas de moda de gran reputación internacional. Sin embargo, muchas marcas pequeñas y medianas se han sumado a este movimiento, buscando poner en valor la calidad de la marca, frente a otros productos de distribuidor. Esta operación ha llevado a muchos a percibir más valor en las marcas pequeñas, ya que practican la logomanía al igual que las grandes.
¿cuándo sucede el rebranding?
A menudo, resulta que las tendencias en logos elegidos para la marca no sirven en el contexto actual o no permiten ser utilizados según las tendencias del momento, como la logomanía. Hoy en día asistimos también a una tendencia al minimalismo, en la que los logos se despojan de los elementos más superfluos y se quedan solo con lo elemental. En este proceso, muchos logos de marcas famosas han perdido también el color, optando en su lugar por un blanco y negro atemporal.
El rebranding es una oportunidad de volver a atraer a los consumidores con una nueva propuesta visual. Esta operación de cambio de estética debe partir de los consumidores y del cliente. Esto quiere decir que el cliente debe representarse a sí mismo de una manera que a los usuarios les parezca interesante.