En Argentina, el auge de la imprenta con tipos móviles logra su máxima expresión en la exhibición Resistencias Tipográficas, una muestra de pósteres políticos producidos por talleres e imprentas sociales, grupos de autogestión y acción directa.
La muestra colectiva de pósteres Resistencias Tipográficas explora la manifestación contemporánea de la consigna política. Como corresponde a todo rescate del oficio artesanal fuera del circuito formal, la exhibición se reduce a un espacio mínimo, un pasadizo escaleras abajo, casi secreto, que avala vestigios de «una forma de resistencia que nos remite a las imprentas obreras y anarquistas, y a la vez, material y lenguaje que nutrió desde los años sesenta a la poesía visual, el arte correo y los pósteres tipográficos», según relatan María Inés Afonso Esteves y Juan Pablo Pérez, sus organizadores. Resistencias Tipográficas exhibe manifiestos, reivindicaciones y panfletos de impacto y valor expresivo cuyos cuestionamientos vitales no dejan indiferente a nadie. Piezas que conforman una historia gráfica de la vida política y social del activismo moderno en Argentina.
Las estrategias de Resistencias Tipográficas sintetizan una forma de producción independiente y libertaria que se aleja del diseño tradicional y exhibicionista para habilitar una urgencia narrada por medio de la tipografía de concepto primal, impresas en la cadencia de rotoras y minervas puestas al servicio de la manifestación política. ¿Qué representa sino el grito ahogado en letra condensada Violencia (CAyC,1973 de Juan Carlos Romero), el clásico póster del artista Juan Carlos Romero creado, según la crítica Ana Longoni, «en la eclosión de la violencia en el país y el mundo»? Un póster pionero que inició un camino en la protesta cultural y política argentina.
Con el espíritu de Tucumán Arde (1968) y El Siluetazo, epopeyas de la comunicación colectiva de alto contenido político y compromiso con las políticas sociales, los pósteres Apoye a la Oposición y Somos Hijos y Nietos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, de la Cooperativa Gráfica del Pueblo —se definen como una unidad productiva–, viven la coyuntura del presente inmediato. Piensan e imprimen como sienten. La Semana Trágica de 1919 tiene su reivindicación con el póster Por Todas las Libertades y todas las rebeliones (2000), cita-homenaje al anarquista Severino di Giovanni, diseñado por Hilda Paz junto a Romero y otro grupo de activistas.
Destino Desdice con el Ejemplo (2012), de Romero y Ral Veroni (junto a la feliz serie de pósteres numerados y firmados que vienen produciendo en Galería Mar Dulce) obedecen a los designios de la experimentación artística y el goce de la palabra poético-política. «Me hace suponer que es el mismo intenso placer de Gutemberg en 1449» –dice en el catálogo Juan Carlos Romero— «en que con sus tipos móviles hacía la primer impresión tipográfica». De igual manera, la reivindicación del error en el póster Inventamos o Erramos, de Afonso Esteves (rescatando una frase del educador y tipógrafo Simón Rodríguez) evoca la militancia de la Internacional Errorista (2005) y su posición filosófica ‘equivocada’. A su vez, con saber popular y humor, Cuatro Gatos Colectivo de Arte gritan Sabete valer y Poné voluntá, en clave argot urbano.
Resistencias Tipográficas resume un interés que coincide con manifestaciones globales como la exquisita edición People of Print, la lucha civil y el compromiso febril de Amos Kennedy Jr. y la producción contemporánea del veterano Alan Kitching, entre muchos otros. «Obreros silenciosos frente al cajón de letras, sois sagrados, en vosotros está el unir a los hombres» escribía el escritor argentino Álvaro Yunque en un lejano 1942, ideas que cobran relieve en la actualidad con estas crónicas de intervenciones públicas en tipos móviles y tinta.
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