La subida y caída de Brother: De ser la mejor escuela creativa a estar en entredicho

En 2022 y 2023, Brother brillaba en el firmamento creativo. Reconocida por Cannes como la mejor escuela de creatividad del mundo, con sedes internacionales y una reputación envidiable, parecía imbatible. Pero en 2024, ese brillo se ha apagado, dejando al descubierto un modelo educativo que ha caído en desgracia. Las recientes acusaciones de abusos de poder, machismo, y un enfoque educativo más cercano a la fiesta que al aprendizaje, han puesto en jaque a la institución tanto en Madrid como en Barcelona. y no sabemos si en alguna ciudad más. La pregunta se extiende: ¿es este modelo replicable o debería ser una advertencia para el resto de la educación creativa? Del estrellato a la controversia Brother siempre ha sido sinónimo de irreverencia y creatividad. Con una propuesta educativa fresca, basada en el "pensamiento disruptivo" y en formar a profesionales listos para entrar al competitivo mundo publicitario, la escuela cosechó premios y elogios. Sin embargo, detrás del éxito, se escondía un modelo que ahora está bajo escrutinio. Es una escuela que exhibe un lenguaje 'cool', muy de 'que pasa bro'. Un lenguaje anglolificado para parecer una educación más guay que el resto de las escuelas. El punto de inflexión ha llegado en 2024, cuando la cuenta de Instagram @seteniaquedecir.2024 empezó a publicar testimonios que revelaban un entorno de abuso y comportamientos tóxicos dentro de las aulas de Brother. Desde comentarios machistas por parte de profesores hasta dinámicas de poder que cruzaban límites, los relatos no dejaron dudas sobre la gravedad de la situación. “En mi primer claustro en Brother, uno de los temas a hablar era: ‘Y recordad, no os acostéis con alumnas. Hay que aguantar’. Fue un comentario que reflejaba lo fuera de lugar que estaban”, decía uno de los testimonios. Otros describen un ambiente donde las fiestas, el alcohol y el consumo de drogas eran habituales, y donde las alumnas sentían que debían "agradecer" cualquier avance profesional, incluso bajo condiciones de acoso. El silencio como respuesta Cuando las denuncias salieron a la luz, la respuesta de Brother fue mínima. Un comunicado en redes sociales, una historia que dura 24 horas, nada más. La escuela anunció el despido de un profesor y la decisión de su CEO, Mauro Suárez, de apartarse temporalmente. Pero el resto fue silencio. Un silencio que dice más que cualquier declaración. La falta de una reacción contundente y de una investigación exhaustiva ha hecho que el sector creativo, exalumnos y la comunidad educativa cuestionen la transparencia y los valores de la institución. Esta misma redacción ha intentado ponerse en contacto y recabar información precisa pero la respuesta es el departamento legal. Afrontar así un crisis de esta magnitud es no ser conscientes de lo que se están jugando. La educación creativa: ¿formación o fiesta? Las acusaciones no solo ponen en tela de juicio a Brother como institución, sino que reflejan un problema más profundo en la educación creativa. En Brother, según los testimonios, la enseñanza no estaba centrada en el esfuerzo, la dedicación o el conocimiento técnico y cultural. En cambio, se promovía un modelo basado en el éxito inmediato, la diversión y la ocurrencia. “Educar no es enseñar a brillar desde el primer día. Es construir desde cero, repetir procesos hasta que se entiendan, trabajar con rigor y humildad”, decía el diseñador Enzo Mari, una idea que parece haberse perdido en Brother. En lugar de enseñar los fundamentos del diseño y la publicidad, el modelo de la escuela priorizaba la apariencia y la provocación. La polémica campaña “Albacete, caga y vete”, realizada por alumnas de Brother Madrid, es un ejemplo perfecto de este enfoque. La iniciativa, que pretendía concienciar sobre el cáncer de colon con un tono provocador, generó rechazo por parte de las autoridades locales y la Asociación Española Contra el Cáncer. Aunque la intención era noble, la ejecución mostraba una falta de reflexión y madurez. El perfil del profesor y sus consecuencias Otro de los aspectos más criticados de Brother es el perfil de su profesorado. En lugar de figuras experimentadas, los testimonios apuntan a profesores jóvenes e inexpertos, muchos de ellos más preocupados por parecer "cool" que por ser verdaderos referentes. Y este perfil tiene consecuencias directas: si los profesores no son referentes, en todos los aspectos, ¿qué pueden esperar los alumnos? Cuando los docentes no solo fallan en transmitir conocimientos, sino que además reproducen comportamientos tóxicos, el impacto en los estudiantes es devastador. Según los testimonios, los alumnos aprenden a normalizar dinámicas de poder abusivas, a priorizar la apariencia sobre el contenido y a perseguir premios y relevancia sin ética ni filtro. Es habitual pensar en profesores que son directores creativos de agencias muy relevantes, diseñadores con premios o simplemente profesores que se hacen un hueco dentro de la dinámica de favores y amiguismos pero que no están preparados ni tienen capacidad para desarrollar una actividad tan vital como la educación de la siguiente generación. De malos profesores, peores alumnos, de malos alumnos, peores profesionales. Un modelo que no debe replicarse Brother, con su red internacional de sedes, debería haber sido un ejemplo a seguir. Pero las recientes acusaciones han revelado un modelo que no solo está fallando, sino que también está haciendo daño. El éxito no puede construirse sobre el abuso, y la educación no puede basarse en la provocación vacía. El sector creativo necesita urgentemente replantearse qué significa formar a las nuevas generaciones. Las escuelas deben ser espacios seguros, donde el rigor, la humildad y el conocimiento sean los pilares. No se trata de volver a modelos arcaicos ni de hacer la formación aburrida, sino de construir una educación que combine pasión con respeto, esfuerzo con empatía. La subida y caída de Brother: De ser la mejor escuela creativa a estar en entredicho. Brother ya no es la mejor escuela creativa del mundo. Es el ejemplo de lo que no debe hacerse. Y si otras instituciones no toman nota, no será la última. Otro día abriremos la ventada de lo que pasa en las agencias de publicidad.

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