La cervecera La Salve, emblema de Bilbao y parte del grupo Mahou San Miguel, acaba de estrenar una nueva identidad visual de la mano de CBA Design España. Este rediseño no pretende romper con el pasado, sino todo lo contrario: parte de los códigos históricos de la marca para proyectar su esencia hacia el futuro, reforzando sus valores fundacionales de colectividad, autenticidad, innovación y compromiso social.
El trabajo de CBA —agencia internacional de branding estratégico con más de 45 años de experiencia— se ha centrado en construir un sistema gráfico coherente, emocional y cargado de significado. El proyecto no solo busca consolidar la imagen de La Salve como referente cervecero en el ámbito gastronómico, sino también afianzar su vínculo con la ciudad y su gente.
La “S”, elemento icónico del logotipo, se convierte en el hilo conductor del nuevo sistema visual. No es solo una letra: es un símbolo de unión entre personas, momentos e historias compartidas. Esta reinterpretación convive con una paleta cromática renovada, donde el naranja —inspirado en el fuego, el hierro y la energía de la industria bilbaína— se combina con el negro, evocando sofisticación y calidad.
“Lo más valioso de esta colaboración con CBA Design ha sido su capacidad para entender no solo quiénes somos, sino por qué hacemos lo que hacemos”, afirma Carlos Lafuente, responsable de Marketing de La Salve. “Han sabido captar la esencia de La Salve como una marca contemporánea, honesta y profundamente conectada con su comunidad”.
Sandra García, Managing Director de CBA Design España, apunta que “en CBA creemos en las marcas construidas desde la coherencia, la sensibilidad cultural y el respeto hacia su historia. Con La Salve hemos diseñado un sistema de identidad sólido con un enfoque cercano y colaborativo. Una muestra de cómo lo local puede ser inspirador y universal”.
La nueva identidad visual, que se aplicará progresivamente en envases, puntos de venta, comunicación y entornos digitales, también pone énfasis en el compromiso de la marca con la sostenibilidad y las materias primas de proximidad. Una forma de reafirmar su filosofía de “proyecto cervecero desde Bilbao”, con la ambición de alcanzar el 10% de cuota de mercado en el segmento local.
La historia de La Salve se remonta a principios del siglo XX, pero fue en 2014 cuando resurgió con fuerza tras décadas de silencio, gracias al impulso de nuevos emprendedores locales y al respaldo de Mahou San Miguel. En 2019, la firma ya colaboró con CBA Design en la definición de su universo de marca. Esta nueva etapa consolida ese recorrido y demuestra que el diseño, cuando se hace desde el respeto y la escucha, puede ser una herramienta poderosa para conectar pasado, presente y futuro.
La Salve no solo habla de cerveza. Habla de pertenencia, de ciudad, de comunidad. Y ahora lo hace con una imagen renovada que refuerza ese relato desde una perspectiva más clara, flexible e inclusiva. Porque, al final, una marca que se reconoce en su entorno es una marca que sigue viva. Y Bilbao —con su energía, su memoria industrial y su orgullo colectivo— se sigue sirviendo fría, con espuma, en cada trago de La Salve.