La marca deportiva ha presentado más de 90 demandas desde 2008 con el fin de perseverar su famosa seña de identidad.
Corría el año 1948 cuando los hermanos Adolf y Rudolf Dassller rompieron relaciones para seguir diferentes caminos: Rudolf fundó Puma y Adolf se quedó la empresa familiar y la rebautizó como Adidas. Con esta refundación, la joven Adidas necesitaba encontrar un potente símbolo visual que le ayudara a marcar la diferencia. En aquel momento, era muy común utilizar tres rayas a modo de costura para reforzar los laterales de las zapatillas. Adolf Dassler supo ver en esas tres rayas un símbolo en potencia y, aunque se encontró con algunos escollos por el camino, no dudo en convertirlas en el logo de la marca.
El principal obstáculo era la marca finlandesa de calzado deportivo Karhu, la cual tenía ya registrada el símbolo de las tres rayas ya que también las aplicaban en las costuras de sus zapatillas. Adolf Dassler entendió que debía poner remedio al problema y compró la marca por 1.600 euros y dos botellas de Whiskey. Aunque en ese momento algunos no entendieron el movimiento, el paso de los años ha convertido a este símbolo en uno de los más reconocidos del mundo del deporte.
Conscientes de la gran importancia que han tenido estas tres rayas en la construcción de la identidad visual de la marca, Adidas ha defendido a capa y escapada su símbolo frente a la amenaza de plagios convirtiendo esta defensa en una de las más arduas que se recuerdan en la historia del diseño gráfico. La última resolución al respecto acaba de salir a la luz, desvelando en el informe judicial que Adidas ha presentado más de 90 demandas desde 2008 con principal objetivo de preservar su identidad.
la última demanda, con thom browne
Esta última demanda ha sido contra la empresa americana Thom Browne, la cual utiliza un símbolo de cuatro rayas muy similar al de Adidas. El equipo legal de la marca alemana comenzó los procedimientos legales en junio de 2021 y presentó la demanda ese mismo mes al juzgado de Nueva York alegando que estaban utilizando una réplica muy similar al logo de Adidas sin su consentimiento.
Contra todo pronóstico, en esta ocasión Adidas no ha contado con el apoyo de la justicia, la cual ha determinado que en la utlización de estas cuatro rayas no hay ningún caso de plagio. Es más, el jurado ha concluido que los diseños de rayas paralelas de Thom Browne no causan confusión con los productos de Adidas entre los consumidores.
En los documentos presentados ante el jurado, los abogados de Thom Browne argumentaron que los productos de la marca presentaban cuatro franjas, frente a las tres de Adidas. Además, aseguraron que la confusión entre los dos diseños era poco probable pues «operan en diferentes mercados, atienden a diferentes clientes y ofrecen productos a precios diferentes».
Los abogados de Thom Browne argumentaron que la confusión era poco probable pues operan en mercados diferentes.
Adidas ha decidido no guardar silencio ante una resolución que considera injusta. En un comunicado a los medios, la empresa se mostró decepcionada: «Estamos decepcionados con el veredicto y continuaremos haciendo cumplir atentamente nuestra propiedad intelectual, incluida la presentación de las apelaciones apropiadas».
una larga batalla
A pesar de que numerosos juzgados han asegurado que Adidas no tiene el monopolio del diseño de las tres rayas, el equipo legal de la empresa no se ha cansado de llevar una y otra vez a los tribunales a diferentes marcas. Uno de los casos más sonados fue el que tuvieron contra el logo de la ELeague, una liga de deportes electrónicos y un programa de televisión estadounidense, que utilizó tres rayas para diseñar su logo que guardaban cierta similitud con las de Adidas.
Otro caso interesante es la batalla entre Adidas y H&M por la utilización de las tres rayas. Hace más de dos décadas, Adidas denunció por plagio a H&M por una colección que supuestamente copiaba las líneas de Adidas. Los productos que H&M había sacado al mercado eran camisas deportivas y pantalones con dos bandas blancas paralelas en las mangas y en los costados.
Aunque el primer fallo fue positivo, en el segundo se dictaminó que H&M podía utilizar sin problema esos diseños. El fallo definitivo se basó en un estudio de mercado, en el que solo un 10% de los encuestados relacionó los productos de H&M con Adidas. La resolución indicó que la marca deportiva debería pagar 80.000 euros por los costes legales del juicio.
También fue sonado el enfrentamiento entre Tesla y Adidas. En este caso, el propio Elon Musk decidió dar marcha atrás para evitar una batalla legal contra el gigante de la ropa deportiva. El logo del Model 3 de Tesla estaba formado por tres rayas, que guardaban cierta similitud con el logo de Adidas. Tras las amenazas de emprender acciones legales, Tesla decidió cambiar de logotipo.