La colección de arte de la Generalitat, sumergida en un sótano inundable durante 10 días

La DANA deja al descubierto la precaria situación del patrimonio artístico valenciano. Unas 200 obras de arte contemporáneo, incluyendo piezas del IVAM, permanecieron bajo el agua en un almacén inadecuado en Riba-roja de Túria durante más de una semana antes de que las autoridades iniciaran su rescate.

GVA

La reciente DANA que azotó la Comunidad Valenciana ha destapado una grave crisis en la gestión del patrimonio artístico de la región. La valiosa colección de arte contemporáneo de la Generalitat Valenciana, que incluye obras del prestigioso Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), ha sufrido un daño potencialmente irreparable tras permanecer sumergida durante diez días en un sótano inundado en Riba-roja de Túria.

El almacén, ubicado en un polígono industrial conocido por ser una zona inundable, albergaba aproximadamente 200 obras de arte, además de importantes documentos del Hospital La Fe y expedientes de Hacienda y de la Agencia Tributaria Valenciana. La decisión de almacenar estas piezas en un lugar tan vulnerable ha sido objeto de duras críticas por parte de expertos en conservación y gestión cultural.

Lo más alarmante de este incidente es la lenta respuesta de las autoridades. Transcurrieron diez días desde la inundación hasta que se iniciaron las labores de rescate, un retraso que podría haber agravado significativamente el deterioro de las obras. Esta demora ha suscitado preguntas sobre los protocolos de emergencia existentes para la protección del patrimonio cultural.

Este no es un incidente aislado en la gestión del arte valenciano. Hace apenas un año, el gerente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana fue cesado debido al “mal estado” de las obras adquiridas en el Plan de Incentivo de Arte Contemporáneo. Un informe del Institut Valencià de Restauración i Conservació (IVCR+i) ya había advertido sobre las condiciones inadecuadas de almacenamiento de estas piezas.

La gravedad de la situación se ve amplificada por el hecho de que esta colección estaba destinada a ser la base de un futuro museo de arte contemporáneo, un proyecto prometido por el actual presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. El incidente no solo pone en peligro este ambicioso plan, sino que también cuestiona la capacidad de la administración para proteger y preservar el patrimonio cultural de la región.

Expertos en conservación han expresado su preocupación por el alcance del daño, señalando que la exposición prolongada al agua puede causar daños irreversibles en las obras de arte, especialmente en aquellas realizadas con materiales sensibles como papel o textiles.

Este desastre cultural ha generado un intenso debate sobre la necesidad de revisar y mejorar las políticas de conservación y almacenamiento del patrimonio artístico valenciano. Se espera que este incidente sirva como catalizador para implementar cambios significativos en la gestión del arte público, incluyendo la creación de instalaciones de almacenamiento adecuadas y la implementación de protocolos de emergencia más eficientes.

Mientras tanto, la comunidad artística y cultural valenciana aguarda con preocupación los resultados de la evaluación de daños, temiendo que este incidente pueda haber causado una pérdida irreparable para el patrimonio artístico de la región.

Salir de la versión móvil