No sólo de pan vive el hombre, ni de encargos el diseñador. Esto es lo que parece que le ocurre a Juan Martínez bastante a menudo. Su última borrachera creativa se perpetro durante un sólo día en el que se pertrecho de una libreta, tinta china, rotuladores, algún improvisado fotomontaje y una botella de alcohol de 96º. De ahí el título que le ha puesto al proyecto “Bajo los efectos del alcohol”.
No sabemos si probó el alcohol de verdad pero algo de los efluvios del que caía sobre su libreta seguro que le afectó. Son 200 paginas y 9 horas sin ninguna interrupción, en las que el único pretexto es desarrollar un estilo gráfico, una necesidad de expresar y de contar, sin contar nada, pero con la absoluta convicción de que este tipo de experimentos son necesarios para mantenerse en forma.
Al más puro estilo Moleskine Project, donde los participantes enseñan su experimentos gráficos sobre una la mítica libreta Moleskine. En este caso el alcohol actúa como disolvente y hace pasar la información a las siguientes paginas, con lo que ya hay una base inicial desde donde partir. Esto le da un carácter de continuidad.
Interesante actividad la de realizar experimentos, aventuras e investigaciones gráficas [los diseñadores también investigamos], que hacen que nuestro fondo de armario, algunos lo llaman fondo de carpeta, sea mayor y de esta manera sea más fácil vestir al cliente cuando entre por la puerta.
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+info sobre Juan Martínez:
www.martinezestudio.com