Hoy molas, mañana quizás no: “Aesthetic”, lo que es y lo que no es

Desde que tenemos uso de razón la humanidad ha perseguido la belleza: con las proporciones áureas, la regla de las ocho cabezas, el uso del maquillaje, la peluca y el hype de los piercings y tatuajes. 

Este concepto de lo que es bello ha ido evolucionando con el paso del tiempo tanto afectando tanto a los ideales de belleza humana como a cánones estéticos en pintura, diseño de interiores y, acercándonos más a la actualidad, el diseño gráfico. 

Eso sí: siempre ha existido una norma por la que se regía lo que se consideraba estético en el momento.

Con el tiempo hemos acabado relacionando a estas normas estéticas con el concepto “Aesthetic”. Cuando algo es “Aesthetic” quiere decir que es bello, que está de moda, puesto que sigue los cánones estéticos y las tendencias actuales. 

Es importante saber porqué la sociedad es como es, por qué nos gusta lo que nos gusta…  Pero, ¿de dónde nace este concepto y nuestra obsesión por alcanzar la belleza y la perfección?  Si no buscamos la belleza ¿qué nos queda para destacar?

Qué es el “Aesthetic”

“Aesthetic” es una palabra que viene derivada del término estético. Inicialmente, el término “estético” estaba asociado con la filosofía del esteticismo, un movimiento del siglo XIX que promovía la idea del “arte por el arte”. Este movimiento abogaba por valorar el arte únicamente por su belleza, sin considerar su utilidad práctica o mensaje moral.

En la actualidad, “Aesthetic” ha trascendido su origen filosófico para convertirse en una etiqueta que agrupa diversas subculturas y estilos visuales en la era digital.“Aesthetic” también puede describir un estilo o tendencia específica dentro de la cultura popular, que se caracteriza por ciertos elementos visuales, temáticos o estilísticos considerados atractivos o “estéticamente agradables”.

Este término es ampliamente utilizado en plataformas de redes sociales como Instagram y Tumblr, donde los usuarios crean y comparten contenido visual que sigue ciertas normas estéticas específicas. Pero antes de seguir este camino ahondemos en nuestras preocupaciones por la estética, que no son nuevas.

Revolución del Esteticismo en la época industrial (me aburroooo)

El esteticismo surge tras la Revolución Industrial, período durante el cual la producción en masa transformó la fabricación con técnicas automatizadas y moldes que permitían producir objetos idénticos, como tazas perfectamente redondas y cepillos de dientes uniformes, de manera rápida y económica. 

Esta eficiencia cumplía con la demanda de funcionalidad y bajos costos, satisfaciendo una sociedad que valoraba la perfección y la proporción, poniendo a la función por encima de todo. Sin embargo, la simplicidad en los moldes y la repetitividad de los productos pronto llevaron a un aburrimiento generalizado ante la omnipresencia de artículos indistintos y sin variación.

Debido a esto, no tarda en aparecer un sector de la población al que esto no le resuena y de esta manera se empieza a cocer un movimiento que se revela contra la perfección en masa, el Esteticismo,un movimiento que afectaba a diversas áreas:

El lema del Esteticismo, “el arte por el arte”, encapsula la idea de que el arte debe ser valorado y juzgado por su belleza y méritos estéticos, independientemente de cualquier mensaje moral, político o social. Pero lo más importante es que, definitivamente, no es la primera vez que cambiamos completamente de opinión en cuanto a lo que es bonito.

Tendencias artísticas a lo largo de la historia

Que un movimiento artístico o social tenga como resultado uno contrario no es la primera vez que ocurre. Recordemos la guerra entre el Renacimiento y el Barroco.

Durante el Renacimiento, el arte y la arquitectura se caracterizaron por su énfasis en la proporción, la simetría y un equilibrio armónico inspirado en la antigüedad clásica, lo que resultó en obras que destacaban por su claridad y calma estética. Sin embargo, este ideal renacentista de perfección y orden dio paso al estilo Barroco, que emergió como una reacción. El Barroco se distinguía por su dramatismo, ornamento excesivo y una búsqueda de movimiento y emoción intensa, desafiando la austeridad y el control del Renacimiento.

Si hiciésemos un timeline con los movimientos artísticos y sociales de la humanidad en el que la calma representase una “bajada de volumen al arte” (simetría, proporción…) e intensidad “una subida”, ¿cómo quedaría? Vamos a verlo:

Renacimiento (calma) > Barroco (intensidad) > Época clásica (calma) > Romanticismo (intensidad) > Revolución industrial (calma) > Esteticismo (intensidad)

Llevamos, literalmente, toda la vida con esta guerra sobre la belleza. 

¿Qué es bonito? ¿Qué es belleza? No depende sólo de a quién le preguntes, sino de cuándo le preguntes, ya que la cultura y el arte reaccionan y evolucionan en respuesta a los cambios en la tecnología y la sociedad.

Además, si nos fijamos, cada vez los cambios son más rápidos: Del Renacimiento al Barroco pasaron 300 años, lapsos de tiempo que se van reduciendo entre un movimiento y otro hasta los 30 años. A día de hoy los cambios son todavía más rápidos, existiendo tendencias que cambian anualmente o cada pocos meses, por lo que hace que las tendencias sean difíciles de seguir e inestables.

“Aesthetic”: un movimiento que destaca lo que está de moda y en tendencia.

Antes, las ideas y movimientos artísticos o filosóficos se transmitían a través de medios como la pintura, la música, la literatura y la escultura. Hoy en día, esto ha cambiado bastante: las nuevas tendencias se difunden a través de internet.

La moda del “Aesthetic” se ha popularizado en redes sociales como Tumblr e Instagram, donde la gente publica fotos o diseños que encuentran atractivos o “cute”, contribuyendo a crear un perfil visualmente armonioso, o “feed Aesthetic”. Y aunque todo comenzó cuando el vaporwave se puso de moda en 2010, luego se extendió a otros estilos, como el minimalismo, que se hizo muy popular en Instagram con sus característicos perfiles minimalistas.

Y si ya hemos visto que con el paso del tiempo los cambios cada vez son más rápidos (300 años, 100 años, 50 años…) ahora son hiper rápido: lo que hoy es aesthetic mañana es hortera, por lo tanto nos encontramos con distintos estilos que han sido considerados “Aesthetic”… Hasta que dejaron de serlo.

Estilos que, en ocasiones, como  el vaporwave y el minimalismo, no tienen nada que ver el uno con el otro. Esto puede confundirnos bastante y hace difícil definir exactamente qué es “Aesthetic”, especialmente porque cambia con el tiempo.

El peligro de seguir las tendencias

No es la primera vez (ni será la última) que generemos un dictámen sobre lo que es estético, pero sí es la primera vez que cambiamos de opinión tan rápido. Esta aceleración de los gustos y tendencias sociales generan un terreno muy resbaladizo para el diseño estratégico y la creación de marcas, una disciplina que se encarga de crear identidades atemporales que puedan capear estos cambios. 

El concepto de belleza cambia y evoluciona con el tiempo, y es importante estar en sintonía con él, aunque hay cosas que no cambian. Numerosos estudios demuestran que las personas prefieren visualmente la simetría sobre la asimetría. 

Mantenerse al tanto de todo es complicado, y muchas veces las tendencias nos ayudan a entender las nuevas generaciones, los movimientos, las preocupaciones… Nos ayudan a conectar. Pero conectar no debe significar dejar la esencia de la marca en manos de algo tan fútil como las tendencias.

Existen muchas formas de conectar con las novedades y nuevas generaciones de manera flexible, coherente y estratégica. 

Las tendencias generan sesgos y educan el ojo, no podemos escapar de ellas, pero sí podemos trabajar de manera estratégica con datos y conociendo el contexto en el que la marca opera, en busca de una identidad única que represente a la marca por encima de todo lo demás y que permita cierta flexibilidad de ser necesario.

Porque incluso una marca puede generar tendencia gracias a su carácter. 

Fuentes 

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