El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, centenares de miles de mujeres de todo el mundo se manifestaron para clamar por la equiparación de derechos. Este era un día esperado para hacer oficial unas reivindicaciones fundamentales que, hoy más que nunca, tienen repercusión global y ocupan debates y artículos. En pleno siglo XXI el techo de cristal sigue ahí, igual que siguen sin resolverse cuestiones de discriminación que afectan a todos los sectores profesionales, no solo al creativo.
Con motivo de este día se celebró un acto en el Matadero de Madrid coorganizado por DIMAD y Half & Twice para reunir a distintas mujeres diseñadoras, docentes, investigadoras y comisarias que comentaron sus trayectorias profesionales y los proyectos que desarrollan con el afán de mostrar el papel activo de la mujer en el sector creativo. A la charla asistieron muchas mujeres y pocos hombres pero aún más llamativa fue la ausencia de jóvenes creativos y estudiantes o, lo que es lo mismo, la ausencia de aquellos que son el futuro inmediato de nuestra profesión y que deberán promover un futuro igualitario.
Entre las ponentes de diálogos sobre mujeres, diseño y creatividad estaban Paloma Ávila –fundadora y Directora de Arte de Half & Twice–, Silvia García –Directora de Marketing y Comunicación de Fedrigoni en España y Portugal–, Nerea Goikoetxea –Socia y Directora Creativa de Espada & Santa Cruz– y Soledad Hernández –diseñadora gráfica y Presidenta de DIMAD–, de la que quiero destacar su ponencia en la que hizo una divertida reflexión sobre la forma en que hemos asumido que, en la iconografía pública, lo masculino representa al género humano en su totalidad.
Sobre el hombre helvético
Soledad Hernández se detuvo a explicar el proyecto desarrollado por AIGA en 1974 (y ampliado posteriormente en 1979) que consistió en la creación de un sistema que acotaba los pictogramas de los espacios públicos y cuyo diseño resultó tan elegante, claro y expresivo que se convirtió en un lenguaje universal. Este sistema ha evolucionado poco con el paso de los años y todos lo hemos asumido de tal manera que la diseñadora Ellen Lupton definió al hombre que aparece en la gran mayoría de estos pictogramas como “el hombre helvético” y, al conjunto, como “la helvética de los pictogramas”, haciendo referencia en ambos casos a la tipografía Helvética.
Dado que la figura del hombre tiene un papel tan protagonista en este sistema, la representación de la mujer queda relegada a un segundo plano. De ahí que Soledad Hernández se preguntase por qué tiene que ser la figura masculina la representante del conjunto social. Aunque puede parecer lo contrario, la conclusión de Soledad y del resto de ponentes no fue la de sustituir esta figura masculina por otra femenina o potenciar la igualdad en iconos, señales y pictogramas, sino la necesidad de encontrar una forma que represente a la humanidad como un ente conformado por todos los géneros, razas y condiciones para evitar discriminaciones de cualquier tipo.
Este reto, complejo e inmenso, iría más allá de la convivencia respetuosa del “hombre helvético” con la “mujer helvética” y supondría una visión global de la humanidad. Es decir, superaría lo conocido para crear un nuevo nivel de igualdad global.
Sobre el evento
El tono general de este acto fue positivo y optimista pero, desde mi punto de vista, se echaron de menos iniciativas e ideas para fomentar el papel de la mujer en un sector con muchos jefes y pocas jefas y directivas de alto nivel. No podemos olvidar que, al igual que ocurre en otros sectores, las profesiones relacionadas con el diseño, la creatividad y la innovación cultural tienen su propio techo de cristal (muy) difícil de romper.
¿Qué es Ladies, Wine & Design?
Es un proyecto de Jessica Walsh con dos objetivos. El primero es fomentar la creatividad femenina, y el segundo lograr aumentar el porcentaje de Directoras Creativas porque hoy en día estos cargos están ocupados por hombres en la mayoría de los casos. Ladies, Wine & Design crea círculos creativos para fomentar el papel de la mujer en temas relacionados con el diseño, la creatividad y la innovación en los que las mujeres son protagonistas y generan vínculos de conocimiento y apoyo gracias a las reuniones periódicas que organizan.
Aunque esta iniciativa es muy reciente, ya se ha extendido a más de 75 ciudades. Su epicentro está en la ciudad de Nueva York donde se celebra una reunión mensual en la que se sirve vino y las invitadas conversan sobre el sector creativo, el diseño y los negocios. Esta iniciativa está abierta a mujeres creativas, estudiantes y profesionales de todo el mundo.
El nacimiento de Ladies, Wine & Design era una necesidad acuciante para lograr fomentar sin dilaciones el papel de la mujer en las profesiones creativas.