GETXOPHOTO, el festival de fotografía celebrado en las calles de Getxo (País Vasco) ya lleva más de una década homenajeando la imagen como forma de expresión, de conocimiento y de disfrute estético. Tras diez ediciones dedicadas a una temática concreta y de interés general, este año el festival –que se celebra hasta el 1 de octubre de 2017– utiliza la fotografía para enfrentar los efectos causados por la globalización a través de una veintena de historias que abordan temas como el medio ambiente, las nuevas tecnologías, la alimentación, el turismo, los viajes al espacio o el mundo animal, entre otras.
GETXOPHOTO se desarrolla principalmente en las calles de Getxo, muy cerca de Bilbao—en la costa del País Vasco— y surge impulsado por el colectivo Begihandi en el año 2007. Apuesta por la exploración de formatos y lugares expositivos no convencionales. Ésta, junto con una cuidada programación artística y la implicación directa de agentes locales en su desarrollo, han sido desde el inicio sus principales señas de identidad.
GETXOPHOTO Transizioak | Transiciones | Transitions from getxophoto on Vimeo.
La programación del Festival está estructurada en dos grandes áreas: exposiciones y actividades. Las exhibiciones se podrán visitar desde el 30 de agosto hasta el 1 de octubre, principalmente en el eje que va desde la playa de Ereaga al Puerto Viejo. El centro de Algorta acogerá las exposiciones en salas. Como se ha señalado, serán alrededor de una veintena de exhibiciones que girarán en torno al tema de la presente edición —Transiciones— y reunirán la obra de reputados autores y de jóvenes apuestas provenientes de países como Italia, México, Ecuador, Japón, Holanda, Bélgica, Irán o Suiza. En pleno Brexit británico, cabe señalar que esta edición contará con una destacada presencia de autores del Reino Unido.
Además de los soportes no habituales en fotografía que GETXOPHOTO suele utilizar para exhibir las imágenes (lonas gigantes, fachadas empapeladas, posavasos o vinilos), el festival se acercará por primera vez a las nuevas narrativas y plataformas transmedia (VR, audiovisuales, entre otras). Todas ellas con el objetivo de impulsar la formación, favorecer el encuentro y crear ciudadanía: conferencias, intervenciones, proyecciones, talleres, paseos nocturnos, cine en camas, conversaciones, programa interactivo, entre otras.
Se organizarán por primera vez dos laboratorios experimentales de creación orientados a la edición de publicaciones. Estarán a cargo de Yumi Goto (la mayor especialista en fotolibros de Japón) y Matt Martin de The Photocopy Club London (experto en fanzines). Destaca la exposición In Flux creada expecíficamente para esta edición por Monica Allende y Shoair Mavlian, comisaria de fotografía de la Tate Modern de Londres.
Aunque las exhibiciones también se programan en salas, la mayoría son concebidas como intervenciones en el exterior ya que este evento se caracteriza, sobre todo, por la defensa radical del espacio público como lugar de encuentro, disfrute y reflexión.
Después del décimo aniversario, el festival GETXOPHOTO se aventura por nuevos caminos de la mano de su nueva directora artística, la bilbaína y ex editora gráfica del Sunday Times Magazine, Monica Allende. Hoy, hablamos con ella para saber más acerca de esta nueva edición que nos promete –además de un espacio público como lugar de encuentro de ocio y reflexión– adentrarnos en cuestiones como ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?
¿Por qué celebrar un festival como GETXOPHOTO?
El festival de fotografía crea una nueva plataforma que ofrece una comunicación directa con una audiencia que es, demográficamente, muy democrática. Por eso, personalmente, creo el festival GETXOPHOTO es muy importante tanto aquí, dentro del contexto social, como en su proyección internacional.
Este año he trabajado en otro festival y me parece interesante este tipo de plataforma; esta idea de crear una conversación social dentro de un entorno local. Además, gracias a las plataformas digitales, tenemos la posibilidad de poder internacionalizar esa conversación que hemos creado físicamente de forma local. De este modo, se amplía la conversación, se internacionaliza y se universaliza algo que ha empezado en el espacio local.
¿Cuál es el público objetivo de este festival?
El público al que va dirigido este festival es muy amplio; no es estrictamente necesario que el asistente sea un profesional de la fotografía.
Tenemos varios públicos: uno que es muy leal. Este es el público local, muy participativo, que se involucra, que siente una relación muy cercana con el festival y su trayectoria, que está ávido de información y al mismo tiempo tiene esta lealtad por algo que es local. Es el que usa las localizaciones exteriores del festival ya que GETXOPHOTO habita el entorno público. En definitiva, es un público demográficamente amplio y vario que está ahí y se involucra.
El contenido del festival no es la fotografía por la fotografía, sino que hay un trabajo de fondo que es un planteamiento muy profundo y se trabaja el acceso fácil para que sea integrante. Ese trasfondo es lo que busca el siguiente tipo de público; aquel que es visualmente educado y tiene muy en cuenta la trayectoria artística de GETXOPHOTO, el que demanda que el contenido sea de alta calidad –o por lo menos que haya una trayectoria artística muy bien planteada, muy bien conceptualizada–, para que también exista ese diálogo profesional. Esa es la razón por la que hay muchas actividades, que se dividen entre lo que va a ser ese público –que es un público profesional– y lo que es un público más democrático.
Hay una tercera audiencia que es de aprendizaje: un grupo que está interesado en mejorar su práctica profesional, traducir su fotografía desde lo amateur a lo profesional. De ahí todas las actividades que tenemos este año como son los laboratorios de experimentación con Yumi Goto, y el The Photocopy Club London. No es el taller por el mero taller, sino que es el taller profundo pensado para apoyar a este público y a esta comunidad que está interesada en la fotografía, en el documentalismo profesional.
¿Cómo recibiste la propuesta de participar como directora de arte?
La propuesta de GETXOPHOTO me vino de la mano de un primer contacto profesional que tuve hace unos años gracias a que colaboré en unos de los talleres de GETXOPHOTO. Fue entonces cuando empecé a conocer un poco a la familia profesional, al equipo que hace posible el festival.
Hace un año GETXOPHOTO me preguntó si estaría interesada en tomar la dirección artística del festival durante los próximos tres años. Empezamos a hablar de las posibilidades, de las cosas que mutuamente nos podían interesar, de cómo podíamos introducir cambios en términos de experimentación e innovación, de cómo podría ser interesante colaborar con ellos y ellos conmigo… Me pareció una propuesta muy interesante: por un lado, ellos estaban ávidos de experimentación y por otro, yo buscaba una plataforma en la que pudiese desarrollar ideas que tenía en mi mente y quería explorar.
¿Cuál es tu papel en el festival? ¿Qué objetivos tienes como directora de arte?
Mi papel dentro del festival ha sido pensar la temática del festival, desarrollarla y conceptualizarla, así como buscar los artistas que van a responder con sus trabajos a este tema que quiero desarrollar. Al mismo tiempo, busco retos como ver de qué forma podíamos, junto al equipo, desarrollar la plataforma de educación. Este año se dedica a la publicación de dos ejemplos extremos de narrativas visuales: el fotolibro como objeto de arte a la publicación y el fanzine como publicación un poco más guerrillera como el fanzine. En los próximos dos años, continuaremos con la idea de buscar un tema de educación en el que confrontemos formatos opuestos. Primordialmente es mi papel.
¿Por qué se ha escogido el tema ‘Transiciones’ para esta edición?
Yo buscaba una temática que tuviera continuidad a lo largo de los tres años; quería un tema que estuviese enlazado, que tuviese un recorrido. Me gustaba mucho la idea de tener un punto de inicio y uno de destino y empezar el recorrido. Son tres capítulos bajo un mismo momento. Pensé en ‘Transiciones’ como temática, planteando el concepto desde el momento actual, desde el ahora. Estamos en un momento de incertidumbre y de transición desde la era de la globalización a la era de la postglobalización. Esto se refleja en la sociedad, lo vemos en la respuesta social que se da en ciertos temas actuales. Hablamos por ejemplo de Trump en Estados Unidos, del Brexit en Europa… Estamos hablando de los nuevos replanteamientos de la identidad europea en respuesta a los efectos de la globalización. Entramos en una nueva era, y en esta nueva era, ¿hacia dónde vamos? Ahí empieza la temática, desde este momento de ahora y de transición. Espero continuar con este concepto en los dos años siguientes. En el primer año se centra en el contexto global; el segundo año las transiciones se van a enfocar en la tribu y el tercero se focaliza en el individuo.
La primera capa es más amplia, con el network y los ecosistemas globales y la globalización como elementos presentes; el segundo año, con la tribu, lo que quiero explorar es el modo de reencuadrar o reenmarcar el contrato social en una situación de postconflicto (pensando en el postconflicto como polarización) y el trabajo que se muestre va a explorar y contestar esta temática. Y el tercer año, la idea es enfocar la temática en el individuo y las transiciones que en este momento se están produciendo individualmente en un momento de excesiva aceleración. El concepto de la aceleración en la sociedad está pactando los hábitos o las formas de comunicación, las formas de expresión personal, las formas de sentimiento personal y marca la mutación del ser humano –que siempre lo hace– pero quizá ahora mucho más rápido de lo que lo había hecho el homo sapiens siempre adaptándose a los cambios. Estas son las tres capas. Siempre enlazadas en capítulos y siempre desde la perspectiva de la transición.
¿Cuál ha sido el mayor reto a lo largo de la dirección de arte?
Siempre hay muchos retos como directora de arte en un festival como este. El primero es plantearlo, decidir abrazar nuevas formas de contar historias visuales mediante cualquier tipo de utensilio y medio: realidad virtual, programación como medio y guía de creación (es decir, aquí estaríamos hablando del artista digital que usa la programación como medio). Por ejemplo, Monica Alcazar Duarte en The New Colonialist emplea una narrativa diferente a la convencional siguiendo un concepto multidisciplinario: parte de la escultura pero proyecta digitalmente las narrativas. Sería lo que se denomina narrativa multilayer.
Los retos vienen principalmente por la idea de que la producción es diferente, los requisitos son diferentes, la tecnología (sobre todo en este festival que es público y de calle) siempre tiene retos muy altos. Aunque el festival está controlado, no estás dentro de un edificio o de una sala convencional. La realidad virtual necesita apoyos técnicos y más si cuentas con que no estás en un espacio profesional, sino en la calle. A pesar de todos los retos y todas las dificultades, ha sido fácil ya que el equipo ha ido respondiendo. Ejemplo de ello es la plataforma de educación. Está conceptualizada y hace referencia la temática. Al mismo tiempo, hemos hecho un laboratorio de cinco días de formato largo; hemos traído a Yumi Goto de Japón para que dé este máster del libro de fotografía como objeto de arte, que ella realmente solo enseña en Japón.
Por un lado, el reto es presentar un laboratorio internacional que tiene que estar dado en inglés –no solo porque ella lo dé en inglés, sino porque hay personas de diferentes nacionalidades que participan en el laboratorio–, y tienes que saltar la barrera de la lengua que, aunque no sea un problema a la hora de expresarse, puede ser problemático cuando estás trabajando en un taller desde las 9 h. de la mañana hasta las 20.30 h. de la noche para producir un libro. Al mismo tiempo el laboratorio requiere espacios de reflexión, de búsqueda de materiales para poder producir la maqueta. Esto es laborioso y exige mucho de los participantes, requiere una inversión emocional de tiempo y de dedicación por parte del equipo.
Sobre Monica Allende
Nacida en Bilbao, estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Londres. Es editora gráfica, comisaria y productora cultural, así como co-fundadora de Offspring Photo Meet y colabora con Screen Projects. Ha sido editora gráfica del Sunday Times Magazine, donde puso en marcha la premiada sección de fotografía Spectrum.
Es profesora visitante en el London College of Communication y en EFTI y ha sido jurado en varios concursos internacionales como el World Press Photo, el de Visa pour l’Image o el de la National Portrait Gallery.
Produjo y comisarió Darfur: Images against impunity, exposición y publicación de Stanley Greene, Lynsey Addario y Álvaro Ybarra. Ha sido premiada en múltiples ocasiones: Premio de los Editores Gráficos a la Mejor Revista, Premio de Amnistía Internacional en la categoría de Fotoperiodismo y Mejor Uso de la Fotografía en los Premios de Diseño Gráfico.
Recientemente ha dirigido el Format Photography Festival en Derby, Inglaterra.
Actualizado 05/09/2017