Tras la apertura de una oficina en San Francisco, con José Florido a la cabeza, Freepik da un paso más para adaptarse mejor al mercado estadounidense, creando una imagen atemporal, fresca e inspiradora de la mano de Partners in Crime.
Freepik acaba de presentar su nueva imagen corporativa, que viene a contribuir al impulso de su proceso de internacionalización, sobre todo en el mercado norteamericano, tras la apertura de una oficina en San Francisco liderada por José Florido, ex- Spotify y ex-Meta.
La decisión de revisar su imagen corporativa se ha tomado siguiendo la estela de la evolución natural de la compañía, que cuenta ya con 12 años de historia y que ha crecido exponencialmente desde sus inicios en la ciudad de Málaga, contando ya con más de 100 millones de usuarios mensuales en todos los países del mundo.
Esta nueva imagen de marca – trabajada junto a la agencia Partners in Crime, basada en San Francisco- trae consigo un nuevo logotipo contemporáneo pero atemporal, fresco e inspirador, que simboliza el poder de las ideas y del diseño. Así, Freepik ha simplificado su logo, transformándolo para mostrar una marca audaz y juguetona, pensada especialmente para su audiencia principal: diseñadores/as y creativas/os de todo el mundo.
El azul sigue siendo el color principal de marca, concretamente el Piki Blue, pero dentro de su paleta de colores, Freepik ha optado por colores alternativos para ofrecer esa flexibilidad que abandera la propia marca y que están inspirados en los tonos de una casa junto al mar en su ciudad de origen: Málaga.
«Esa paleta alternativa ofrece espectaculares contrastes, con colores ricos y oscuros por un lado, contrastados con otros brillantes y amapola. El resultado final es una paleta de colores alegre y flexible que cuenta la historia de Freepik de una manera única y moderna» según palabras de su CMO Carlos Cantú.
La tipografía acompaña también el concepto de flexibilidad, ya que ofrece la capacidad de que el logo tenga un ancho variable, representando las posibilidades de fluidez y libertad inherente al proceso creativo. Además, la “i” invertida se convierte en un signo de exclamación, poniendo el acento en la chispa de alegría que solo genera una gran idea.