El artista japonés Nobuhiro Nakanishi explora las perspectivas artísticas para alterar la manera en la que percibimos nuestro entorno. Esta serie de dibujos contemplativos y conceptuales son un ejemplo de ello.
Explorar las perspectivas fotográficas y alterar nuestras percepciones es la premisa de la que parte Nobuhiro Nakanishi, artista japonés conocido por su particular manera de enfrentarse a estos temas. Para lograr el efecto que busca transmitir con sus idílicas imágenes, Nakanishi recurre a tomar las fotografías durante un periodo prolongado de tiempo que le permite contemplar el ritmo de la naturaleza detalladamente. Los ambientes y fenómenos naturales, así, protagonizan mucha de sus instantáneas, que bien podrían haber caído en el olvido si el artista no hubiera optado por retratarlas. Reivindica, por tanto, unos escenarios olvidados, pero igualmente impactantes.
A nivel técnico, Nakanishi escoge el metacrilato como soporte para imprimir sus imágenes, siempre en orden cronológico. Después, señala la importancia, también, del montaje de la obra, puesto que la colección de fotografías individuales deben acabar conformando una única escena. El objetivo del artista es rodear a sus espectadores en un aura «mágica» que los hace retroceder a esos momentos pausados y llenos de naturaleza.
Además de experimentar con el espacio y alterar las perspectivas, la propuesta de Nakanishi radica en ofrecer una reflexión sobre el tiempo y la relación con el entorno. «Todos estamos sujetos al paso del tiempo, pero cada uno de nosotros lo siente y lo percibe a su modo», indica el artista. «El tiempo en sí mismo no tiene forma o frontera, no puede ser fijado o anclado a nada. Cuando miramos estas fotografías, intentamos rellenar las lagunas que existen entre las imágenes individuales. Lo extraemos de nuestras experiencias físicas para llenar el tiempo y el espacio que falta. Por ese motivo, intento describir el tiempo y el espacio como sensaciones compartidas tanto por el espectador como por el artista», añade.