Facebook acaba de cambiar de logotipo. Esta nueva imagen quiere modernizar la marca, y hacerla más «amigable», según ha explicado en un comunicado el director creativo de la red social, Josh Higgins. El cambio más notorio está en la tipografía –especialmente llamativa la letra ‘a’, con un ojo más amplio– ya que desaparece la famosa Klavika.
Modernizar el logo, hacerlo sentir más «amable», «accesible» y «amigable». Bajo esta premisa, Facebook acaba de presentar su nuevo logotipo. El proceso de rediseño lo ha llevado a cabo el equipo interno de Facebook junto con Eric Olson, diseñador y tipógrafo fundador Process Type Foundry.
El cambio en sí prácticamente pasa desapercibido cuando iniciamos sesión ya que el icónico símbolo de la ‘F’ es el que se sigue mostrando. También se mantiene fiel al clásico azul sobre blanco en letras minúsculas –la elección del azul por Mark Zuckerberg también tiene su miga, ya que el master de la red social es daltónico–.
Sin embargo, dondequiera que aparezca el nombre completo, es donde se ve la nueva wordmark. El director creativo de la red social, Josh Higgins ha explicado en un comunicado:
«Cuando se creó el logotipo de Facebook por primera vez en 2005, la compañía acaba acababa de comenzar y queríamos sentir cómo el logotipo crecía y era tomado en serio. Ahora que estamos establecidos, nos dispusimos a modernizar el logotipo para hacerlo sentir más amable y accesible. Mientras exploramos muchas direcciones, en última instancia, decidimos que sólo necesitábamos una actualización y no un rediseño completo. Hemos trabajado con Eric Olson -cuya tipografía Klavika fue utilizada en el logotipo original- y desarrollamos una tipografía personalizada para reflejar dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos».
El logo de 2005 fue diseñado por Joe Kral y Cuban Council usando como base la tipografía Klavika de Eric Olson. A lo largo de estos 10 años el wordmark de Facebook se ha convertido en un emblema reconocible a primer golpe de vista gracias a sus caracteres apretados y sus duras terminales. De ahí que este cambio no sea fácil de asimilar.
Lo más llamativo de la nueva tipografía es el ojo de la ‘a’, mucho más amplio, tanto que a pequeños tamaños corre el peligro de confundirse con la ‘o’. El asta de la ‘b’ tiene un corte más tradicional y el anillo se presenta más suavizado. En general, la tipografía respira mejor, las letras son más delgadas y se aligera, algo que visualmente se agradece y que sin embargo rompe con la imagen hasta el momento de Facebook.