En ocasiones, suele ser un verdadero problema conseguir el negro intenso que se desea en impresión offset. Y es que la tinta negra que se emplea en este sistema de impresión (100% K) en realidad no es totalmente opaca. Es por ello que los resultados de impresión acaban siendo un gris oscuro sin llegar a negro. Pero la buena noticia es que existe un modo para evitar este gris y conseguir el negro opaco.
Una solución sería realizar varias pasadas en máquina, pero si esto no es posible hay otra manera con la que lograr el negro intenso. La clave está en añadir a la tinta negra las tintas cyan, magenta y amarillo, es decir CMY, en diferentes porcentajes según el tono y la saturación que se necesite.
Al resultado de esta mezcla se le ha llamado ‘negro enriquecido‘. Y, aunque existe un amplio debate acerca de qué porcentajes de tinta son los más adecuados para conseguir el negro perfecto, lo más recomendable es utilizar 100% black y 30% cyan. De esta modo se asegura un negro vivo y sin prácticamente dominio de ninguna tinta. También es aconsejable no utilizar negro enriquecido en textos, ya que la superficie de color de la tipografía es menor para la superposición de la tinta añadida.
En cualquier caso, es conveniente preguntar al impresor porque hay muchas variables que pueden modificar el proceso de impresión. Por ejemplo el tipo del papel y su capacidad de absorción. Además el impresor es quien mejor conoce sus máquinas, superficies de impresión y la mezcla idónea de las tintas según el proyecto a realizar.
Utilizar ‘negro enriquecido’ es una buena técnica para conseguir un negro intenso evitando problemas de impresión.
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