Este packaging apuesta por la bio-revolución para salvar el medio ambiente

El plástico y las consecuencias negativas que tiene en el medio ambiente se ha convertido en un tema de vital importancia, que en los últimos meses ha adquirido gran repercusión mediática. Entre los ciudadanos, poco a poco surge una mayor concienciación. Sin embargo, sigue la polémica de quién es el responsable de que se generen tantos residuos de plástico que acaban contaminando las aguas y nuestro entorno natural. ¿Es responsabilidad de la industria, de la administración, de los ciudadanos? 

Todos tenemos nuestra parte de culpa o responsabilidad. Los ciudadanos, por un lado, nos hemos acostumbrado a la comodidad que ofrece el plástico en sus múltiples formas. La administración, por su parte, debería dar con la fórmula que acabe por evitar ciertas prácticas. Y especialmente la industria también tiene mucho que decir y, sobre todo, hacer respecto a evitar una futura catástrofe medioambiental de consecuencias planetarias.

En respuesta a esta situación y dentro del terreno del packaging se sitúa MakeGrowLab. Esta empresa combina la ciencia, el diseño y el emprendimiento para acercar el concepto de bio-fabricación a la vida cotidiana y ofrecer sistemas de empaquetado de productos revolucionarios.

«Esperamos que la incorporación de la biología a la producción diaria transforme nuestra economía lineal y derrochadora en un sistema circular y regenerativo que enriquezca nuestro entorno».

MakeGrowLab

Así nace SCOBY. Este sistema de envoltorio ofrece una solución sustentable al problema del plástico de un solo uso. Cada envoltura está fabricada a partir de restos agrícolas locales y, por lo tanto, es 100% compostable.

SCOBY es un sistema de packaging eco-friendly que tiene la capacidad de transformar «los residuos biológicos en material biológico». Esa es la única diferencia respecto al packaging tradicional; ya que este packaging protege igualmente el interior del producto: es flexible, duradero y resistente al agua, similar al plástico.

Pero si hablábamos de SCOBY como un packaging bio-revolucionario es por otros motivos. Por un lado, en el caso de proteger frutas y hortalizas, este sistema de envoltorio tiene la capacidad de generar una barrera de oxígeno que mantiene los alimentos frescos y tiene una vida útil de dos años.

Y lo más novedoso es la forma de desecharlo. Una vez que hayamos terminado terminado el uso, podemos compostar el envoltorio en casa, o incluso comérnoslo. Al estar fabricado completamente a partir de vegetales, cada hoja de SCOBY es comestible.

www.makegrowlab.com

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