«La ilustración definió más aún su lenguaje y se fue consolidando como modo de transmitir mensajes», Daniel Roldán

Entrevistamos al docente, ilustrador y diseñador argentino Daniel Roldán, quien lidera junto a un gran equipo una de las cátedras más concurridas de la Universidad de Buenos Aires. Hablamos sobre la construcción de un modelo de enseñanza, entre la masividad, la diversidad y el capital cultural del alumno y su mirada editorial frente a los medios.

¿Cuál es tu opinión acerca del auge de la ilustración en la comunicación visual?
La ilustración viene ganando espacios dentro de un proceso muy lento que ha comenzado hace mucho tiempo. Si bien se volvió más visible, su legitimación no es lo suficientemente sólida como para proporcionar trabajo bien pagado a muchos ilustradores. La ilustración se colocó definitivamente en el área de la comunicación, esto definió más aún su lenguaje y se fue consolidando como modo de transmitir mensajes.

Enseñar y aprender parece ser el lema de la materia Ilustración que llevas adelante en la Universidad de Buenos Aires. Como profesor titular ¿cuál crees que es el rol del docente en la carrera de Ilustración?
El rol del docente es el de crear contextos que faciliten el aprendizaje, facilitar el intercambio de ideas producidas por experiencia, hacer las preguntas necesarias para que se pongan en movimiento los saberes que los estudiantes traen y que todavía no están en la consciencia, nombrar los códigos y conceptos básicos de la especialidad, su “Ideolecto” como lo llamaba Gastón Breyer. Otro rol importante es el de saber evaluar achicando la subjetividad al máximo, si la subjetividad aparece es porque no se ha podido conceptualizar.

¿Cuáles son los ejes principales de la materia?
1) Conceptualización: Equivale al abordaje del trabajo que empieza con la lectura y comprensión le los textos a ilustrar (textos, en el sentido más amplio de la palabra). Una vez que tenemos claro cuál va ser nuestro texto visual debemos elegir los elementos que representarán esas ideas y definir una sintaxis.

2) Materialización: Es el encuentro de las ideas con nuestras habilidades, materiales y herramientas para darle forma, aquí se vuelve relevante la experiencia del Taller, son clases de mucha acción sobre los tableros, casi siempre nos acompaña un músico que toca en vivo para darle fluidez al aprendizaje de las técnicas de representación.

3) Inserción: El espacio de taller puede funcionar como un laboratorio pero no puede ignorar los condicionantes de mercado con los que los alumnos deberán interactuar en el futuro próximo. Se hacen Tps que consideran lo que sucede dentro y fuera de la facultad. También se dan charlas sobre gestión y marco legal.

Según los apuntes de la materia, es infrecuente el material teórico y de reflexión en el campo de la ilustración. ¿Por qué crees que sucede eso?
No es frecuente comparado con otras disciplinas pero eso no quiere decir que no exista material teórico específico. En este momento estamos trabajando con EUDEBA en un libro que recopila las charlas que hemos brindado en la materia, algunas tienen un perfil teórico, otras están enfocadas a las herramientas de la práctica y las últimas a la inserción profesional.

Además, las ciencias sociales nos proveen muchísimo material para entender a la ilustración, a medida que ha pasado el tiempo desde la creación de la materia hemos ido descubriendo y estableciendo relaciones entre el material teórico de otras disciplinas y nuestro campo de acción.

¿Cómo se vincula tu actualidad académica con tu perfil profesional como ilustrador?
Un equilibrio entre estos dos aspectos me permite retroalimentarlos, mi trabajo es una fuente de reflexión tanto como lo es la actividad académica, hago todo esto para mantener mi mente flexible. Amo intensamente este trabajo, lo sufro y lo disfruto por partes iguales, todo el tiempo me obliga a cambiar lo que pienso, lo que repercute en el hacer, en esos cambios siempre algo queda y con eso que queda voy encontrándome con un modo de decir, me importa el contenido de la misma manera en que me importa el vehículo que armo para transportarlo.

Este proceso me mantiene fresco y lo puedo volcar en la actividad docente, me veo obligado a “procesar intelectualmente los resultados de la experiencia” como dice Norberto Chaves, este es un insumo básico para diseñar un programa, obviamente es solo una parte. En la cátedra cuento con docentes que son brillantes en su desempeño profesional, lo cual es muy motivador, siento admiración por ellos. Creo que al cabo de los años hemos construido juntos un conocimiento que estamos logrando transferir, de manera irregular seguramente, pero tengo la sensación de que algo pueden llevarse los estudiantes.

Con una amplia experiencia en medios, ¿puedes definir las características actuales de la ilustración editorial? ¿Cómo se posiciona el lector frente al relato en forma de ilustración?
La ilustración editorial atraviesa una gran crisis. La declinación del “formato papel” me hace ver que, en parte, los medios que vemos actualmente sufrirán algún cambio en el futuro inmediato. Tal vez por estar tan involucrado hay logros o características que doy por sentado y termino omitiendo. Actualmente tienen una impronta gráfica muy emparentada con el diseño, también emulan técnicas tradicionales como las diferentes versiones del grabado u otros sistemas de impresión. Obviamente no es este el único paradigma, también está el de los vectores y el del dibujo que han desplazado un poco al pictórico. Pero la verdad es que no hay que hacerle mucho caso a esto, innovar puede ser también disparar hacia el lado contrario si es lo que marcan las ganas.

En el plano de las ideas advierto un avance en el uso de recursos narrativos y de la conceptualización de los temas abordados, esto brinda propuestas más ricas para ser decodificadas por los lectores.

Mi experiencia en la página de poesía de la revista Ñ, de Clarín, es una suerte de experimento para mí; trabajo las imágenes asegurando una compresión básica del tema pero a la vez dejo elementos casi abstractos para la interpretación abierta de quien las mire y así pueda colgar sus propios significados.

Por último, ¿cuáles son las actuales tendencias en materia de enseñanza? ¿Existe algún modelo, alguna institución que en tu opinión sea influyente?
Los modelos son situados y responden a las características particulares de las instituciones, la FADU es masiva y diversa, construir un modelo de enseñanza es una obligación que tenemos, esto no es un concepto fijo y cristalizable. Es nuestro trabajo producir metodologías que vinculen la práctica y la teoría, que inviten al “hacer” como modo de internalizar conocimiento. Esto implica dar lugar al error, pues nadie llega a nada sin antes haberlos atravesado. También buscamos enriquecer el capital cultural de los estudiantes porque esa es la manera en que ellos podrán ver mejor su producción y las del entorno. Hay personas que a mí me resultan influyentes, una es la pedagoga Dra. Alicia Camilloni y la otra es Dra. Ana María Romano que estudia la Didáctica Proyectual en particular.

→ Daniel Roldán

 

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