Edward McKnight Kauffer (1890-1954) es un pionero del diseño y una de las figuras imprescindibles que supo fusionar magistralmente el arte y la publicidad. Con motivo de la muestra que recientemente le ha dedicado la galería Estorick Collection de Londres, la revista Creative Review ha realizado un vídeo en el que se muestran sus increíbles piezas y donde además el conservador del museo Christopher Adams descubre algunos de los secretos del artista estadounidense [nació en Montana pero desarrolló la mayor parte de su carrera en Inglaterra]. Por nuestra parte, en Gràffica no hemos querido dejar pasar esta oportunidad para redescubrir a este genial artista gráfico.
Edward McKnight Kauffer produjo algunas de las imágenes comerciales más emblemáticas e influyentes del siglo XX. Un artista muy versátil, cuyo trabajo se inspiró en una amplia variedad de estilos que van desde el arte japonés al Fauvismo pasando también por el Constructivismo o el Futurismo. Su obra abarcó la pintura, las artes aplicadas, el diseño de interiores y la escenografía, una vida profesional que era paralela a la que en París llevaba otro gran genio del cartel: A.M. Cassandre.
Los carteles creados por Kauffer para clientes como London Underground y Shell durante el periodo de entreguerras siguen siendo sus trabajos más célebres. Pero también ilustró libros, como The World in 2030, escrito por el conde de Birkenhead, en el que se observa una huella clara del Futurismo.
Nacido en Montana en 1890, Kauffer desarrolló precoz su talento artístico en una primera etapa dibujando los escenarios de la ópera local. En 1912, uno de sus profesores en la Universidad de Utah, Joseph McKnight, decidió financiar al joven Kauffer para proseguir sus estudios en París. Como señal de gratitud, Kauffer incorporó posteriormente el apellido de su benefactor y pasó a denominarse Edward (Ted) McKnight Kauffer.
Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial Kauffer huyó a Inglaterra. Se instaló en Londres, donde residió entre 1914 y 1940. Y allí es donde en 1915 recibió un encargo decisivo, el diseño de los carteles publicitarios para el metro londinense. Si bien uno de sus trabajos más célebres es Flight (1916), una impresionante pieza que en 1919 el mismo McKnight adaptó como un póster para anunciar el periódico londinese Daily Herald. El título del cartel fue Soaring to Success! The Early Bird y está considerado como el primer cartel publicitario cubista publicado en Inglaterra.
La originalidad y el dinamismo de estas imágenes le llevaron a recibir encargos por parte de una variada cantidad de compañías y editoriales en los siguientes dos décadas, incluyendo Fortnum & Mason, Humphries Lund y Chrysler Motors. Su legado abrió una nueva perspectiva dentro del campo del diseño gráfico junto con otros compañeros de las vanguardias artísticas, con figuras como T.S. Eliot, Ezra Pound y Wyndham Lewis, quienes al igual que Kauffer tenían sus raíces en los Estados Unidos aunque desarrollaron su carrera en Londres.
Los últimos años de su vida decidió volver a Estados Unidos, en concreto a Nueva York, donde a pesar de sus excelentes carteles no obtuvo tanto éxito como en Inglaterra. En gran parte, este hecho se produjo porque el simbolismo y la imaginería modernistas de la que hacían gala sus anuncios no eran bien aceptadas en los muros de las calles neoyorquinas, aunque por paradójico que parezca, sí en el museo del MoMA, que en 1937 le había dedicado una retrospectiva levantando numerosas alabanzas.
Un artista versátil, un pionero imprescindible.
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