El abogado, creativo publicitario y poeta visual regresa con sus «dibujofrases», una suerte de aforismos compartidos entre palabras y dibujos, que ya protagonizaron su primer libro, Te amordido un perro. De nadadores y piscinas, publicado también por Trampa Ediciones, llega al calor del verano y se vertebra a través de un relato en torno a las piscinas.
Reflexiona Manuel Moranta en un fragmento de su último libro que «de niños nadamos en aguas cerradas; de adultos, en aguas abiertas». De nadadores y piscinas es un zambullido fresco y lúcido a unas memorias de la infancia que se intercalan con profundas reflexiones hiladas a través de la piscina. La piscina como ventana a través de la cual observarnos y sobreponernos.
A través de diferentes estadios —construir, llenar, agua, llenar un poco menos, reparar y vaciar—, Moranta construye un relato que conecta con sus recuerdos: cuándo nació, cuántos hermanos eran, y cómo habitaban alrededor de la piscina. Al mismo tiempo, dichas reflexiones suscitan una mirada alrededor de la madurez, la vida y el transcurso de esta.
Las «dibujofrases» son las protagonistas indiscutibles del libro —como lo fueran también en Te amordido un perro—. El poeta visual las describe como «un aforismo en el que la palabra cede la mitad de su país al dibujo».
Así, las viñetas que componen el libro están acompañadas por breves sentencias que refuerzan el mensaje y enriquecen el conjunto.
Además de las viñetas, el libro incluye un recibo de la construcción y depuración de una piscina y fotografías antiguas en torno a la misma. En cuanto al estilo, resulta sencillo, casi descuidado en la simpleza de sus formas. Eso de «menos es más» cobra sentido en esta pieza construida con un lenguaje propio entre la poesía y la filosofía que reduce todo a su mínima expresión. El único color empleado en la pieza —como no podía ser de otra manera— es un azul vibrante que invita a pensar en el verano, mientras que los negros y blancos le conceden sobriedad.
Tras años de «acumular notas, apuntes en trozos de papel, en libreas, en cantos rodados, en troncos, en muros», Moranta los unifica en torno al agua, en torno a la piscina, con la inocencia de un niño que ve pasar, lento e inexorable, el tiempo. En las reflexiones más pequeñas se pueden encontrar los temas más grandes y universales. Una piscina para descubrir el mundo, un mundo: el de Manuel Moranta y sus inolvidables «dibujofrases».