Ya habíamos visto en el artículo anterior que otra manera de concluir una enumeración de elementos además de utilizando los puntos suspensivos sería utilizando la palabra etcétera (o su abreviatura etc.). Tanto unos como la otra pueden cumplir esta función cuando se quiere dar a entender que la enumeración continúa, pero la cantidad de elementos es tal que sólo se ha nombrado una parte de ellos. Si la palabra etcétera aparece, los puntos suspensivos no tienen ningún sentido y utilizarlos después sería una redundancia. Esto provoca que nos encontremos incorrecciones como: “Belleza, tesón, fuerza, etcétera…” o “Belleza, tesón, fuerza, etc….”, ya que etcétera ya significa literalmente “y lo demás”, por lo que lo correcto sería escribir o bien “Belleza, tesón, fuerza…” o bien “Belleza, tesón, fuerza, etcétera.”, nunca los dos juntos.
Tanto si utilizamos los puntos suspensivos como si utilizamos la palabra etcétera estamos cerrando la frase. Los puntos suspensivos ya cumplen la función de cerrar la frase y anulan al punto final: Te lo dije… Después de ellos se debe iniciar la siguiente frase con mayúscula, a no ser que se trate de un caso de diálogo interrumpido, caso en el que la primera letra irá en caja baja: Lo siento… no quería herirte.