En 1944, el ingeniero eléctrico y diseñador suizo Hans Hilfiker diseñó el Swiss Railway Clock que en breve se convirtió en un icono. En ese mismo año fue patentado su diseño, motivo por el que a finales de septiembre la empresa nacional de ferrocarriles de Suiza se llevaba la sorpresa al descubrir que Apple se había apropiado de ese aspecto icónico de los relojes de sus estaciones para la aplicación Clock del sistema operativo iOS 6 y que incorpora la última versión del iPad.
El reloj es casi idéntico al de las estaciones suizas, lo que suscitó la controversia sobre el presunto uso ilegal del diseño. «Ciertamente estamos contentos de que Apple haya utilizado nuestro reloj de estación, porque esto prueba una vez más que se trata de una pieza de diseño», exponía no sin cierta ironía el portavoz de la empresa Christian Ginsig, a la agencia local de noticias ATS. Así mismo, recordaba que Apple nunca les ha pedido permiso para usar este diseño y que los trenes suizos son los propietarios del diseño y los únicos con derecho a explotarlo. Antes de armarla más gorda, la compañía suiza anunciaba finales de septiembre que contactaría con Apple para llegar a un acuerdo.
Finalmente, las dos compañías han acordado un contrato de licencia sobre el uso del diseño en productos informáticos como el iPhone y el iPad, pero han declinado comunicar el importe al que asciende el derecho de la licencia u otros detalles del acuerdo.
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