Aprovechando la celebración el pasado domingo del día de la madre en EEUU, el director norteamericano Darren Aronofsky desveló en Twitter el cartel de su próxima película, Mother, un thriller psicológico protagonizado por Jennifer Lawrence y Javier Bardem.
Bello y perturbador son probablemente los dos adjetivos que mejor describen este cartel firmado por el artista neoyorkino James Jean. En él podemos ver a la protagonista, Jennifer Lawrence, vestida de blanco y rodeada de una exuberante vegetación mientras, con una actitud impasible, ofrece su corazón, el cual parece haberse arrancado del pecho. Desde luego se trata de un cartel sorprendente, que huye de las fórmulas convencionales para este tipo de películas, y que logra algo esencial como pieza publicitaria: causar impacto en quien lo contempla y no dejar lugar a la indiferencia. A continuación analizamos las claves visuales de este atípico trabajo:
La imagen
A pesar de lo impactante que pueda resultar la imagen de unas manos ensangrentadas que sostienen un corazón, lo más inquietante de la ilustración es la expresión de la protagonista: tierna, inocente y tranquila. La contraposición de estas imágenes genera desconcierto e intriga, hace que el espectador quiera saber: ¿Por qué?
La ilustración
El lenguaje de la ilustración, hiperrealista y botánico, contribuye a la creación de una atmósfera de belleza apacible propio del inicio de un cuento o fábula. Las flores, de aspecto primitivo y tonalidades de malva, complementan el verde profundo de un bosque que entraña cierta oscuridad.
La tipografía
La tipografía del cartel cumple a la perfección con su función comunicativa: reforzar la idea general de la imagen. La familia elegida para el nombre de los protagonistas y el director es de carácter humanista clásico, con una reminiscencia literaria y que dispuesta en caja baja y en un tamaño relativamente pequeño, aporta un carácter delicado e inocente. El título de la película, dispuesto en una fuente gótica, y los numerosos ornamentos o florituras no hacen más que reforzar la idea de fábula, convirtiéndose, al igual que las flores, en bellos y delicados detalles.
A modo de conclusión, podemos señalar que el uso de un lenguaje visual tan peculiar y tan alejado de los convencionalismos del cine no deja de entrañar cierto riesgo. Entendemos que esta imagen no tiene por qué corresponderse al cien por cien con la historia que nos contará la película. Sin embargo, la posibilidad de no ser del todo comprendida por la mayor parte del público se ve compensada por la repercusión que genera salirse de los cánones establecidos.
A nivel comunicativo, el cartel es un gran acierto. En un primer vistazo nos ofrece una imagen impactante e intrigante, y en una lectura más detenida descubrimos un sinfín de detalles en la ilustración y la tipografía, que además de enriquecer la imagen refuerzan los conceptos que hay detrás de ella. He aquí un ejemplo de que no es necesario recurrir al minimalismo para transmitir ideas sencillas de forma directa y potente.
Acerca del autor
James Jean es un artista taiwanés formado en la School of Visual Arts de Nueva York. En su portfolio se pueden encontrar trabajos para importantes marcas, como DC Comics, The New York Times, Playboy y Prada entre otros. Ha recibido numerosos premios artísticos y en la actualidad desarrolla tanto proyectos comerciales de pintura e ilustración como proyectos artísticos personales.