La Asociación Profesional de Diseñadores La Exprimidora de Castellón exige al Patronato de Fiestas que se cambien las bases del concurso y el modelo de selección de carteles para las fiestas de la Magdalena.
Como cada año, vuelve la polémica de los concursos de diseño en España, y esta vez le ha tocado a las Fiestas de la Magdalena de Castellón. Esta Asociación de diseñadores y creativos exige más profesionalidad a la hora de elegir el cartel para las fiestas, aportar un alto valor artístico, y sobre todo, darle el valor que merece su condición de fiesta de interés turístico internacional.
Estas quejas surgen porque la última fase del concurso para diseñar el cartel de La Magdalena 2017 –donde se elige al ganador– queda en manos de una votación popular que no se ajusta a los criterios de calidad y que se ha calificado de injusta.
«El veredicto popular será inapelable y, una vez conocido, el Patronato Municipal de Fiestas expondrá las obras presentadas, pudiendo excluir de la presentación aquellas que no se ajusten a las bases o no presenten una calidad mínima», según las Bases del Concurso de Carteles de las Fiestas de la Magdalena 2017.
De hecho, el Ayuntamiento de Castellón, en su página de Facebook invitaba a sus seguidores a participar en la votación popular para decidir qué cartel sería el ganador del concurso para representar La Magdalena 2017.
«El Ayuntamiento de Castellón, a través del Patronato de Fiestas y en colaboración con la Junta de Fiestas, ha abierto hoy y hasta el 27 de octubre el termino de votación popular para elegir el cartel de las fiestas de La Magdalena 2017 después de la selección de los 8 finalistas por parte del jurado. La votación se hace mediante el Canal Participa y solo es necesario ser usuario registrado para poder escoger el cartel anunciador de la #Magdalena2017.»
Por otra parte, se denuncia la ineficacia de la votación popular donde el ganador se define por su «popularidad en redes sociales» y no por la profesionalidad del creativo, la calidad artística o el discurso creativo. Es por esto por lo que se exige un cambio en el modelo de selección de carteles, y por lo que David Díaz, presidente de la asociación, insiste en revisar e intentar aplicar el modelo utilizado en la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia, el denominado llamadas a proyecto, en las que los profesionales participan en un concurso público y que, además, cuentan con un jurado solamente formado por profesionales del sector.
En el hipotético caso de que adoptaran este modelo de selección, se conformaría un concurso restringido y remunerado y el proceso de selección no se sometería a votación popular. Esto cumpliría los requisitos de transparencia y libre competencia que pide La Asociación Profesional de Diseñadores La Exprimidora de Castellón.
No obstante, Sara Usó, presidenta del Patronato y concejala de Fiestas defiende que el sistema de votación ciudadana no se aplicó con todos los originales que se presentaron, sino aquellos que se enfrentaron a un jurado técnico –compuesto por artistas, fotógrafos, festeros y ganadores anteriores– y se posicionaron entre los 10 mejores tras cumplir el criterio de calidad y de categoría exigido.
Esta polémica aderezada con denuncia, no es la primera ni será la última que surja alrededor de los concursos de diseño que lanzan todo tipo de organismos públicos. Aun así, todavía se pueden corregir ciertos aspectos que le hacen un flaco favor tanto al profesional como al trabajo que se obtiene como resultado de este tipo de procesos. Quizá no vendría mal revisar algunos concursos en los que se intenta aportar un aire fresco al ambiente enrarecido de los certámenes de diseño como es el caso de Alella.
