Carol Wahler es la directora ejecutiva del Type Directors Club desde 1983. La tipografía llegó a su vida a través de su familia y entró a trabajar en el TDC fruto de una casualidad. Hoy su vida no podría entenderla ajena a la labor que realiza en el prestigioso club neoyorquino que vigila por la excelencia en la tipografía. Con motivo de su visita a Valencia para clausurar en el MuVim la exposición de la 60ª edición de los trabajos premiados en el TDC y antes de que parta para asistir al AtypI, Carol atiende a nuestras preguntas.
_
El Type Director Club – TDC es una de las organizaciones sobre tipografía más prestigiosas del mundo. ¿Cuál ha sido tu recorrido en la tipografía y dentro de TDC? Mi familia ha estado presente en la industria de la tipografía desde principios de la década de los 50. Fueron una de las imprentas más importantes del mundo hasta que el ordenador y el mundo digital se adueñó del trabajo del tipógrafo y el impresor.
Mis padres y mis cuatro hermanos trabajaban en el negocio. Mi marido trabajó de componedor y también hizo de comercial. Yo era un ama de casa y madre; no trabajaba en el negocio hasta que un día, un cliente de mi marido que era un miembro de la junta del TDC y presidente del TDC29 le preguntó si las inscripciones de la competición del TDC podrían estar en nuestra imprenta. En ese momento, el TDC sólo tenía una pequeña oficina y no había suficiente espacio para muchos paquetes. Fui a ayudar y me contrataron para registrar las inscripciones. El que había sido secretario ejecutivo durante 20 años se retiró el año anterior. Al que entró a sustituirlo no le gustaba el trabajo y seguí al cargo de todos los aspectos de la competición. Finalmente dimitió y entonces fui contratada. Adquirí todo el conocimiento sobre los premios del TDC y empecé a trabajar en el anuario y la exposición. Años más tarde, el título fue cambiado por el de director ejecutivo. He estado con ese cargo en el TDC desde 1983.
En España, aunque hay profesionales que han conseguido premios TDC, no es el país que más aporta a los diferentes concursos. El caso de Alemania es paradigmático. ¿Crees que el mundo hispanohablante –España y Latinoamérica– es un nuevo espacio donde encontrar talento? Los alemanes siempre han sido muy activos tipográficamente. En el TDC, desde principios de los 60 muchos miembros han sido amigos y como muchos son alemanes… Alemania tiene muchos diseñadores de tipos y fundiciones y el TDC ha sido invitado para exponer en el país en muchas ocasiones.
Desde la década de 1990, el TDC ha tenido muchos diseñadores de tipos españoles entre sus miembros –al igual que de otros países– y han visto sus trabajos tipográficos seleccionados en los concursos. Las exhibiciones del TDC se han expuesto en diferentes países. A través de las publicación de los anuarios de tipografía, el mundo de habla hispana se ha vuelto más activo en nuestra organización. Hemos tenido varios programas y seminarios donde los diseñadores de tipos españoles han participado como ponentes. Tenemos miembros en 35 países. Nuestro ex presidente Diego Vainesman, de Argentina, se convirtió en miembro en 1987, mientras estudiaba en Nueva York. Hoy el vicepresidente del TDC es Roberto de Vicq de Cumptich, que es de Brasil. Pertenecemos al mundo tipográfico y queremos que todos los que lo aman la tipografía sean parte de TDC.
¿Cuáles son los retos que se ha propuesto TDC para los próximos años? El TDC está constantemente asumiendo nuevos retos y desafiándose a sí mismo como activo en la comunidad tipográfica. Los concursos son una forma porque reconocen aquellos trabajos tipográficos excelentes que destacan, pero también se busca alentar a los jóvenes diseñadores de cara al futuro.
¿Hacia donde crees que está evolucionando el diseño tipográfico en estos momentos? Ahora la tipografía para pantalla es hacia donde todo se dirige. El diseño tipográfico sigue creciendo y cambiando. Hace años no pasaba de haber de uno a diez nuevos tipos de letra por año. Actualmente hay miles por día. Es un momento muy emocionante.
Existen idiomas olvidados que tipográficamente son muy interesantes. ¿Crees que ahí hay caminos que explorar? Siempre hay nuevos lenguajes para explorar. ¡Son tantas las lenguas desconocidas y signos de escritura! Por ejemplo, hay una pequeña tribu de indios nativos americanos cuya lengua está muriendo y quieren crear una lengua escrita por sus hijos, para que su patrimonio pueda pervivir.
La tecnología permite hacer cada vez más cosas en todos los campos. ¿Crees que la tipografía se democratizará y cada vez será más fácil desarrollar creaciones tipográficas como le ha ocurrido a la fotografía o incluso al diseño? El nuevo software está en pleno desarrollo cada día. De la misma manera, al igual que la tecnología sigue cambiando, seguirá habiendo un nuevo software.
Sabemos que vas al ATypI, ¿cómo ves la asociación que fundó Peignot? ¿Estaría orgulloso su fundador? Cuando se fundó ATypI se creó como una asociación para los fabricantes. Poco a poco se abrió a los diseñadores de tipos y más tarde los diseñadores gráficos entraron como un gran núcleo dentro de la asociación. Creo que el Sr. Peignot estaría orgulloso de que su sueño haya evolucionado de la misma manera que lo ha hecho la industria.
La tipografía es un gran negocio actualmente –siempre lo ha sido–, queda claro con las disputas en Hoefler o la actual compra de Font Font. ¿Qué te ha parecido la compra de Font Font por parte de Monotype? En todas las industrias las empresas se compran y se venden. Es lo que hace la vida interesante. Nadie conoce el futuro; es lo que hace que sea mejor.
________
+info: www.tdc.org/officers
Actualizado 19/09/2014