Brutalist design: ¿anti-diseño o genialidad?

En ocasiones, el Brutalist Design nos hacen reflexionar acerca de cómo debería ser un ‘buen diseño’, si se puede definir la belleza o si existe lo feo cuando hablamos de diseño.

Habrá creadores visuales que encorseten su concepto de ‘buen diseño’ bajo una filosofía más esteta y siguiendo unas reglas concretas; otros encontrarán su propio concepto tras su obsesión constante por romperlas. En consecuencia no cesan de surgir corrientes que pretenden acabar con el sosiego y el equilibrio estético a los que tantos son adeptos. Ejemplo de ello es la corriente feista o new ugly (como el trabajo de Ben&julia o Dvein) o el diseño choni.

Otra de estas corrientes que llegan para desestabilizar las mentes más meticulosas es el brutalist design, especialmente dirigido al diseño web. Y, como es habitual, la polémica está servida: brutalist design, ¿anti-diseño o genialidad?

El origen del brutalist design tiene sus raíces en la brutalist architecture (arquitectura brutalista), un movimiento arquitectónico surgido de la corriente del Modernismo entre los años 50 y 70. Este movimiento arquitectónico se caracterizaba por su aspecto ‘bruto’, ‘crudo’. De hecho, su nombre viene del francés béton brut (‘hormigón crudo’). Los edificios de esta corriente –normalmente gubernamentales– solían estar diseñados como pesados bloques compuestos por formas geométricas y angulares, de apariencia áspera, dejando al descubierto sus materiales más básicos y estructurales como el hormigón, el ladrillo, el cristal, el acero, la piedra… Una estética fría, deshumanizada y dura que obviaba cualquier elemento decorativo o superfluo y eliminaba cualquier rastro de lujo. Por esa razón algunas personas consideran las piezas creadas bajo este movimiento como feas e incluso las sitúan en el anti-diseño. Pero lo bien cierto es que este concepto ha traspasado el plano arquitectónico para situarse en el diseño web.

El surgimiento del brutalist design en el diseño web está asociado a la reacción de muchos diseñadores contra el diseño frívolo, optimista y sutil de hoy en día. Así lo afirma una plataforma dedicada al Brutalist design creada por el director creativo en Freundliche Grüsse Pascal Deville y en la que se recogen ejemplos de webs que se han diseñado bajo esta corriente: www.brutalistwebsites.com.

Estas webs rompen con las reglas habituales de composición, haciendo a veces incluso más complicada su navegación. Se suele crear una interface más caótica de lo que el usuario está acostumbrado mediante un HTML, a mano, que busca la imperfección. Por lo que el brutalist design se aplica a todos los aspectos de la creación de la web. Una tendencia en auge que cada vez se está haciendo más viral.

La búsqueda de lo extraño y sorprendente parece no tener límites: colores chillones, textos borrosos o de composiciones anárquicas, movimiento incesante, fotomontajes absurdos, gráficos ochenteros… Hay páginas como www.sitabellan.com que, a sabiendas de lo caótica que es su web, bromean con un aviso de peligro de epilepsia: «The website contains flashing lights or patterns that can cause photosensitive epileptic seizures. If you or any of your relatives have a history of seizures or epilepsy, consult a doctor before enter the website».

Pero crear una web bajo el brutalist design no significa necesariamente que la finalidad última sea el anarquía absoluta per se. Más que una estética en concreto lo que es realmente interesante es la experimentación jugando con la libertad creativa que permite el brutalist design; explorar nuevos caminos para desmontar la monotonía como hizo el diseñador UX Serge Khineika con su página de Bio: baddesigner.by en la que –con una apariencia ‘cruda’– va apareciendo poco a poco la información solo si el usuario hace scroll.

Existen tantos detractores como amantes del brutalist design que abanderan su propio concepto de diseño ideal atendiendo a valores personales, pero si concebimos el diseño como herramienta para conseguir objetivos, ¿no debería entenderse como ‘buen diseño’ aquel que no responde a una cuestión estética exclusivamente sino también a ideas o estrategias?

Puedes ver más ejemplos de webs diseñadas basándose en brutalist desing aquí.

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