Brossa es una neogrotesca diseñada por el impar Andreu Balius para la Fundación Joan Brossa, que ahora sale al mercado
Un debate recurrente en el ámbito del diseño tipográfico es si son necesarias tipografías nuevas. Quizá sería mejor plantearlo en otros términos: ¿por qué seguimos necesitando nuevas tipografías? Cada tipo nueva aporta un nuevo tono, un matiz, un punto de vista, un planteamiento formal o conceptual. Sí, sin duda necesitamos que sigan surgiendo nuevas tipos: son voces que se van sumando a un coro que no tiene fin. Alguna vez lo he dicho: no hay suficientes grotescas.
joan brossa, poeta total
Antes de nada, creo que, para situarnos, habría que dedicar unos momentos a Joan Brossa (1919-1998), que es, en definitiva, quien propicia todo esto. Supongo que la inmensa mayoría de los lectores de Gràffica sabrán perfectamente que Brossa fue un poeta, dramaturgo y artista visual para quien no existían fronteras entre géneros. Se consideraba ante todo poeta y como tal abordó toda su producción literaria y artística.
En su poesía visual la tipografía alcanza enorme protagonismo. Y a partir de los caracteres tipográficos que el poeta solía usar en estas piezas, Andreu Balius ha diseñado Brossa para la Fundació Joan Brossa, encargada de salvaguardar y promocionar el legado del artista.
Según el trabajo de investigación llevado a cabo por Balius, durante los años cincuenta a setenta, época en la que Brossa realizó la gran parte de la obra visual que ha servido como base a la tipografía, eran habituales en las imprentas barcelonesas sans serif como la Futura, la Helvetica o la Folio. Sin embargo, Brossa no es «otra Helvetica», no se trata de eso, por más que resulte obvia la legitimidad de emprender el diseño de esta neogrotesca.
Sin embargo, precisamente por la actual profusión de revivalismos y recreaciones, no es un proyecto sencillo de afrontar. Nunca tuvo más sentido el imperativo de hallar el punto medio: un exceso de originalidad se alejaría de la premisa fundamental del proyecto y, por otro lado, mantener un exceso de fidelidad a los modelos de referencia lo vaciaría de sentido.
De este modo, para el diseño de Brossa, Balius no ha seguido un modelo concreto, sino que el dibujo de la letra persigue las ideas de simplicidad y legibilidad. Es decir, belleza a través de la funcionalidad de la comunicación.
en palabras de balius
Hemos contactado con Andreu Balius para que nos hablara de la trastienda de este proyecto y muy amablemente nos ha solventado algunas dudas. «Lo complicado es diseñar una neogrotesca que marque una diferencia clara con el resto. Puedes ser extravagante, buscar la originalidad y puedes conseguirlo, claro. Pero al tratarse de un proyecto pensado para un cliente, no puedes hacer lo que te venga en gana. Tienes que, de alguna manera, “sintonizar” con el cliente. Aunque quieras salirte con la tuya no puedes pasar por alto las necesidades del cliente».
esencia grotesca
¿Qué sucede si se exprime el concepto «grotesca» para tratar de llegar a su verdadera esencia? ¿Una neogrotesca «brossiana»? «De Futura tomo la regularidad del trazo y la geometría, de Folio y de Akzidenz Grotesk tomo la aspereza y la fortaleza, de Venus la elegancia, de Helvetica la ordinariez. Es un trabajo que está más cerca del “ejercicio de estilo”, más formalista, que no “conceptual”, pues se parte de modelos tipográficos utilizados en la obra de Joan Brossa y estos modelos de letra tienen nombre y apellido, son reconocibles».
«Es un trabajo que está más cerca del “ejercicio de estilo”, más formalista, que no “conceptual”.»
Andreu Balius
«Pero también estoy trabajando en estilos más “conceptuales” para la familia —continua Balius— que puedan aportar una visión más “brossiana”. Pero se tratará de estilos más display, pensados más como manchas visuales que como tipos para lectura continuada, en los que se juega con las alturas de las letras o con algunos giros en los caracteres. Algo con lo que Brossa jugaba para enfatizar el aspecto gráfico de la letra. Work in progress, de momento.» Y nosotras deseando verlos.
salida al mercado
Tras un año de uso exclusivo por la Fundación Brossa, Brossa sale al mercado. «Ha sido interesante partir de un tema como este: Joan Brossa y su poética tipográfica visual. Partir de su obra poética, de sus “tipografismos” para crear una tipografía que permita recrear su mundo, sin estridencias, y que funcione como herramienta de comunicación para la Fundació Joan Brossa».
una amplia familia «brossiana»
Brossa se presenta con nada menos que 108 estilos, desde thin hasta black, con sus respectivas itálicas, además de versión variable. «Se han ampliado los estilos de la familia al máximo —como un chicle— para facilitar diferentes posibilidades de uso. Además se han generado las fuentes variables, como parte de la familia tipográfica Brossa».
Actualizado 20/10/2022