En Bat Alan. Biografía de un asesinato social Ramón Boldú pone la mirada sobre Alan, quien tras sufrir bullying en la escuela acabó quitándose la vida a los 17 años.
El 24 de diciembre de 2015, Alan, un adolescente transgénero de 17 años, se quitó la vida. Era de los primeros menores de edad en España que había conseguido hacer un cambio de nombre en un documento oficial para que estuviera concorde a su identidad de género. Su caso tuvo una gran repercusión mediática que se vio reflejada en manifestaciones en las calles y en las redes sociales.
Alan era fan de Batman y entre sus amigos y familiares era conocido como Bat Alan. Este cariñoso apodo da nombre a este cómic de Ramón Boldú que, cambiando su estilo autobiográfico habitual, ha procurado retratar la vida de este joven en un triste relato visual que busca sensibilizar sobre la aceptación y el respeto hacia las personas transgénero.
El autor catalán pone luz sobre una tragedia con una nada disimulada vocación de concienciación: servir de ayuda para evitar que se le haga la vida imposible a las personas diferentes hasta tal punto que los agredidos tomen el desesperado camino de quitarse la vida. Sin duda, una atrevida y necesaria apuesta que no puede pasar inadvertida a ojos de la sociedad.
El autor catalán pone luz sobre una tragedia con una nada disimulada vocación de concienciación.
El estilo utilizado en las viñetas de este cómic está profundamente inspirado en el manga, un género que amaba Alan y que pretende ser un guiño y homenaje al joven. Esta es precisamente una de claves de esta obra, ya que el formato de cómic consigue recuperar los hechos del pasado de una forma muy visual que ayuda a la concienciación.
La escritora, periodista y activista Lolita Bosch, en un texto muy revelador realizado ex profeso para Bat Alan. Biografía de un asesinato social, incide en que, a la hora de dar una explicación a la tragedia, la respuesta mayoritaria de la prensa fue la de mantener que «Alan murió porque era transexual. Nada más alejado y ruin. Alan murió por ser quien era y su intimidad no era asunto nuestro».
Bosch también explica que si seguimos buscando explicaciones a la violencia acabará pareciendo que sea la violencia quien otorga la razón: «Hay veces que parece que tiene razón quien ejerce la violencia, y eso jamás es así». En su texto Bosch continúa explicando que se trata de «dejar de preguntarles a las víctimas por qué padecían acoso (que es una pregunta repugnante e impune) y empezar a preguntar a los acosadores qué les pasaba, a las autoridades por qué no actuaban, a las familias de las víctimas cómo se protegían».
sobre ramón boldú
Ramón Boldú (Lleida, 1951) es uno de los pioneros del cómic autobiográfico español. Se descubre como personaje desde los tiempos de la transición española. Hace más de treinta años que comenzó a publicar sus andanzas en las que aparecen famosos por doquier, con los que se ha codeado en su deambular por editoriales, productoras de cine y televisión.
Su estilo destaca por la sana mala leche, la ironía salvaje y, sobre todo, la franqueza apabullante de la que siempre ha hecho gala, y que lo convierten en un autor único, con obras como Bohemio pero abstemio. Memorias de un hombre de segunda mano; El arte de criar malvas; Sexo, amor y pistachos; La vida es un tango y te piso bailando; o Perdidos por el más allá, todas ellas publicadas en Astiberri.
Boldú a veces se desmarca del tono costumbrista que le caracteriza para zambullirse en perfiles ajenos. Ha relatado la vida del poeta Miguel Hernández en la novela gráfica La voz que no cesa, que realizó junto a Ramón Pereira. Bat Alan. Biografía de un asesinato social es la más actual, la más triste, y, también, la que más aviva la esperanza.