Arrugas no es un cómic cualquiera. Es el tebeo que ha demostrado que Paco Roca es un maestro, es el tebeo que viñetizó el alzhéimer. Repleto de aciertos visuales, de recovecos artísticos que trasladaban al lector al pavoroso mundo de la pérdida de la memoria, Arrugas describía el proceso de degradación de Emilio, director jubilado de una sucursal bancaria, en su día a día en una residencia. Arrugas ahora es película. Y qué película. Producida por Manuel Cristóbal, que rechazó ofertas para hacerla con actores reales, “porque hubiera perdido la magia”, dirigida por Ignacio Ferreras, responsable de los dibujos que captan perfectamente la línea de Roca, el filme se ha proyectado a primera hora de la mañana. Y con gran responsabilidad: era la primera vez que Paco Roca la veía.
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