Arjowiggins cierra, ¿y ahora qué?

El cierre de Arjowiggins, con la desaparición de papeles creativos tan emblemáticos como Conqueror o Rives, es un aviso para el sector papelero. «Tras muchos años de relación, lamentamos profundamente tener que comunicarle que Arjowiggins ha cesado completamente su actividad y, en consecuencia, sus productos dejarán de estar disponibles cuando se agoten nuestras existencias.» Con este mensaje tan claro y tan directo cierra una marca tan emblemática como Arjowiggins. Para los que tenemos muchos años en la profesión es prácticamente un duelo, un dolor infinito. Van a desaparecer productos tan emblemáticos como Conqueror, Pop’Set, Opale, Rives… Hice mi primer trabajo como profesional, unas tarjetas de visita, con Conqueror. qué sabemos Lo que sabemos hasta ahora es que la crisis que tuvo Arjo en su fabrica en Escocia hace unos años se saldó con una inyección de 12 millones de libras. Eso fue en la anterior crisis, la de 2008-2012. Tras la pandemia y la subida del coste de la energía, la materia prima y el transporte, la empresa ya no ha podido superarlo. En estos momentos hay un liquidador concursal, que no un administrador, que venderá todos los activos de la compañía hasta dejar toda la deuda que se pueda saldada. La empresa seguirá sirviendo papel hasta agotar existencias pero después «ya no podremos ofrecer continuidad en el suministro», como ellos mismos informan. sector Para nuestro sector esto es un aviso muy importante. En primer lugar porque aunque el sector papelero en España creció un 31% no lo hace en el sector de los papeles creativos precisamente. Cada vez hay menos consumo de productos de calidad, sobre todos en el sector editorial, y por tanto cada vez es más dificil soportar catálogos tan extensos de papel especial como el que tenía Arjo. Seguramente esto es un gran aviso para otras compañías. Por otro lado, sin embargo, el sector está viviendo un reposicionamiento que es interesante. El rechazo a los plásticos hace que cada vez se utilicen más productos hechos con papel en sectores tan diversos como la alimentación, la automoción o el lujo. precio Seguro que casi todos hemos sido conscientes de la subida del precio del papel. Nosotros comprábamos una tonelada de papel hace un año a 1.300€ la tonelada y hoy la estamos comprando a 2.500€. Mismo papel, mismo producto. Doble de precio. Por no hablar de la escasez. Hace un año pedías un papel y en 24-48h se entregaba en toda España. Durante los últimos meses no solo el precio está por las nubes sino que no hay existencias. Nosotros mismos hemos tenido que esperar hasta 6 meses para poder reimprimir un libro por la falta de papel. Lo más dramático es la subasta de precios y de especulación que existe del producto. Ha habido impresores a los que literalmente no les han entregado el papel porque otro postor ha pagado más, y por tanto se han quedado sin poder imprimir. futuro Es posible que otros postores se queden con parte de su negocio y en el futuro volvamos a ver algunas marcas reaparecer bajo otro marca, pero hoy por hoy, todo se termina. En los últimos años el sector del papel se ha ido reestructurando debido a la caída de la demanda y especialmente a la demanda de papel especial. Otros productos como el packaging, la alimentación o las comodities (estucados y offset) aguantan su consumo. No todos los tipos de papel tienen el mismo consumo y uso. Hace años que veíamos movimientos de marcas comprando y vendiendo fabricas de papel. Compañías que se deshacían de la producción y se quedaban únicamente con las marcas. Aceptaban que la producción se hiciera en otros países y el valor de marca lo era todo. Personalmente es una noticia muy triste. El amor por el papel, su olor, su textura, sus sensaciones son algo insustituible y ver cómo productos que forman parte de mi ADN como profesional desaparezcan me da pena. Al igual que sucede en otros sectores es lógico que todo se concentre, que los movimientos económicos afecten a todos y que esta vez nos toque a nuestro sector, pero es una clara alarma de que esta crisis poco a poco y de forma silenciosa nos va a afectar, y parece que mucho. Vamos a cruzar los dedos.

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