El mundo del diseño y la arquitectura despide a Frank Gehry, una figura cuya audacia creativa transformó nuestra forma de entender el volumen, los materiales y el espacio. Autor del icónico Museo Guggenheim de Bilbao, Gehry no solo construyó edificios; creó hitos culturales que cambiaron el destino de ciudades enteras.

Frank Gehry no fue solo un arquitecto; fue un escultor del acero y el titanio. Su fallecimiento marca el fin de una era en la que la arquitectura se atrevió a romper con la rigidez de la línea recta para abrazar el caos controlado y la emoción visual. Conocido como el máximo exponente del deconstructivismo, Gehry demostró que un edificio podía ser, al mismo tiempo, una pieza de arte y un motor económico.
Si hay una obra que define su carrera es, sin duda, el Museo Guggenheim de Bilbao. Inaugurado en 1997, este edificio no solo puso a la ciudad vasca en el mapa mundial, sino que acuñó el término “efecto Bilbao”, demostrando que el diseño de vanguardia podía revitalizar el tejido social y económico de una región. Sus láminas de titanio, que cambian de color según la luz del día, se convirtieron en el símbolo de una nueva modernidad.
Más allá de la arquitectura: un diseñador total
Gehry siempre mantuvo una relación estrecha con el diseño de objetos y mobiliario. Desde sus famosas sillas de cartón ondulado de la serie Wiggle Side Chair (donde elevó un material pobre a la categoría de lujo y ergonomía) hasta su joyería para Tiffany & Co., su enfoque siempre fue el mismo: experimentar con el material hasta encontrar una forma nunca antes vista.
Desde la Casa Danzante en Praga hasta el Walt Disney Concert Hall en Los Ángeles o la Fundación Louis Vuitton en París, el legado de Gehry es una oda a la libertad creativa. A menudo criticado por su estilo personalísimo y alejado del funcionalismo tradicional, él siempre respondió con una sonrisa y una defensa férrea de la arquitectura como expresión artística.
Hoy, las curvas de sus edificios parecen un poco más estáticas, pero su influencia seguirá vibrando en cada arquitecto y diseñador que decida, alguna vez, que las reglas están para romperse.














