Abreviaciones versus abreviaturas

Una abreviación es un proceso por el cual una palabra es acortada, pero el acortamiento puede llevarse a cabo de varias formas y puede dar lugar a diferentes tipos de abreviaciones. Podemos tener abreviaciones por abreviaturas, por signos o símbolos, por siglas, por sigloides, por acrónimos, etc. Para entender mejor las diferencias entre abreviaciones y abreviaturas podemos decir que todas las abreviaturas son abreviaciones, pero no todas las abreviaciones son abreviaturas.


Una abreviatura es una palabra que se ha acortado de una de las dos maneras siguientes: por suspensión o por contracción. En el primer caso, el acortamiento se produce por eliminación de las últimas letras de la palabra (pág.), mientras que en el caso de la contracción se lleva a cabo por eliminación de letras que están en la mitad de la palabra (Tfn.). En ambos casos, la supresión de letras se marca poniendo un punto a esa abreviación y pasa a ser una abreviatura. Es decir, el punto señala que esa palabra ha sido acortada y es incorrecto prescindir de él: una abreviatura siempre debe llevar punto.

Las ventajas de las abreviaturas es que suponen un ahorro de tiempo y espacio para el que escribe, pero también tienen inconvenientes, ya que exigen un esfuerzo extra al lector, por lo que han de ser utilizadas con mesura. Para que la abreviatura tenga sentido hemos tenido que acortar suficientes letras con el fin de que merezca la pena utilizarla. La utilización de una abreviatura empieza a ser rentable cuando hay un ahorro de 2 o 3 caracteres contando el punto (ya que es un carácter más). En el caso de la palabra página, con la utilización de la abreviatura pasamos de 6 caracteres a 4, por lo que hay un ahorro de dos caracteres.

Una particularidad de las abreviaturas es que, aunque la palabra esté abreviada, siempre se lee la palabra entera. Aunque veamos escrito pág. 16 siempre leeremos ‘página dieciséis’. Esto diferencia a las abreviaturas de otras abreviaciones, como las siglas, los sigloides y los acrónimos, ya que estos últimos se leen formando nuevas palabras y no utilizando la palabra de la que surge. Nadie lee ‘Organización del Tratado del Atlántico Norte’, sino que todos hablamos de OTAN. De este tipo de abreviaciones hablaremos en el siguiente artículo.

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