La entidad ultracatólica acusa al alcalde de Barcelona de “escarnio religioso” mientras el autor defiende la libertad creativa y el carácter festivo de la obra.

La Fundación Española de Abogados Cristianos ha denunciado al alcalde Jaume Collboni por el cartel y el vídeo promocional de La Mercè 2025, acusándole de un presunto delito de escarnio contra los sentimientos religiosos. La organización considera que la pieza “humilla a los católicos” al mezclar elementos sacros con estética circense, y exige la retirada inmediata de la campaña.
La denuncia, presentada el pasado 8 de agosto, se fundamenta en la representación de una figura femenina coronada que, según los denunciantes, evoca a la Virgen María. En el vídeo aparece bailando en lo que describen como un “retablo” o carro de feria, rodeada de cabezudos y acróbatas, llegando incluso a levantarse la falda en un gesto que Abogados Cristianos interpreta como una “vejación y ultraje”. Además de la retirada del cartel, reclaman disculpas públicas por parte del alcalde.
Tradición religiosa frente a libertad creativa
El cartel, firmado por el cineasta y director artístico Lluís Danés, se inspira en los teatros ambulantes y en la cultura popular mediterránea, con referencias a la tradición teatral del Paral·lel barcelonés. “No se trata de un símbolo religioso, sino de un artefacto poético, inclusivo y festivo”, ha defendido el autor. Desde el Ayuntamiento de Barcelona se apela igualmente a la libertad artística como marco de la propuesta, subrayando que la obra busca representar la diversidad cultural de la ciudad.
El Arzobispado de Barcelona, en cambio, ha respaldado las críticas y considera que la imagen ridiculiza a la Virgen. Por su parte, Abogados Cristianos enmarca la denuncia en lo que califican como una “deriva moral” del actual gobierno municipal, al que acusan de despreciar los símbolos cristianos.
Una fiesta en disputa
La controversia no es nueva. La Mercè, patrona de Barcelona, dejó de celebrarse con misa oficial en el programa institucional en 2015, en un intento de consolidar un enfoque más laico y cultural de la festividad. Desde entonces, la fiesta ha pivotado hacia una programación diversa en la que conviven conciertos, espectáculos y expresiones artísticas contemporáneas.
El caso vuelve a poner sobre la mesa la tensión entre tradición religiosa y libertad creativa en el espacio público. Para algunos, el cartel es un ejercicio legítimo de reinterpretación cultural; para otros, una ofensa inaceptable a los símbolos de fe. Mientras la denuncia sigue su curso, el cartel continúa presidiendo la promoción de las fiestas más emblemáticas de la ciudad.
Actualizado 16/08/2025