El programa Conexiones, una iniciativa del Museo ABC y Fundación Banco Santander, apoya el dibujo contemporáneo dando la oportunidad a destacados creadores de desarrollar un trabajo inédito: idear una exposición partiendo de piezas de las colecciones de ambas instituciones. En la 12ª edición se presenta el trabajo de <ahref=”http://abigaillazkoz.blogspot.com.es/” target=”_blank”>Abigail Lazkoz, una de las artistas con más proyección internacional de su generación.
Joan Miró, Ramón Gómez de la Serna y Abigail Lazkoz quedan unidos por una conexión distinta, personal, surgida tras observar la cotidianidad. Una mirada ingenua, fresca, inesperada, alegre e infantil que se refleja en sus trabajos. Ahora dadaísta, luego surrealista, siempre moderna.
La 12ª exposición de Conexiones reúne a estos tres maestros de lo inesperado en la muestra Parajes incultos. Ha sido la artista Abigail Lazkoz (Bilbao, 1972), quien ha creado una relación entre su obra y la de Ramón, uno de los padres del surrealismo, pionero de las vanguardias en España, agitador cultural de la vida madrileña y el creador de las greguerías.
El trabajo de Miró y Gómez de la Serna —una pintura del mallorquín y nueve dibujos del polifacético escritor— fue el punto de partida para que Abigail desarrollase una serie de dibujos que se presentan en esta muestra y que cumplen con el objetivo del programa de apoyar el dibujo y difundir la obra de artistas contemporáneos.
A primera vista, es la figura del círculo la que une el trabajo de Miró, Gómez de la Serna y Lazkoz, pero como señala el comisario de la exposición, Óscar Alonso Molina:
«La línea de conexión más inmediata nos la ofrecen las propias formas de Miró y Abigail: elementos gráficos esquemáticos, formas sintéticas y achatadas, predominio de la mancha y el signo, utilización de tintas planas y la hegemonía del negro. Entre estas formas destaca el círculo, que organiza la tela mironiana, el ojo de su personaje, así como muchas de las portadas de las primeras ediciones de los libros de Ramón Gómez de la Serna».
Y añade:
«Pero más allá, esos parajes incultos del título hacen referencia a los territorios y las prácticas que impulsan al artista a adentrarse una y otra vez en un terreno desconocido, en principio inhóspito o salvaje… a dar nombre a lo que aún no está habitado. Para Abigail, tanto la pintura de Miró como las greguerías ramonianas desvelan conexiones no necesarias ni evidentes, y son fruto de enfrentarse a la realidad de manera inesperada: con la mirada infantil del primero, con la ironía, el humor, la asociación libre del segundo. Frente a ellas, esa realidad se reconoce de alguna manera, de forma un tanto alterada y sorprendente, sacando al espectador de la zona confortable de lo común, lo cotidiano y lo manido».
Buscando el engarce
En el programa Conexiones el artista invitado selecciona unas piezas de la Colección Banco Santander y de la Colección ABC y desarrolla una obra propia que enlaza todo el proyecto.
La pintura de Joan Miró (Barcelona, 1893 – Palma de Mallorca, 1983) se titula Personnage y está fechada en octubre de 1973, algunos meses después del 80 cumpleaños del pintor. Este lienzo es característico de la última etapa de su trayectoria, por el protagonismo del negro con la considerable reducción de espacio para el resto de la gama.
Personnage cuenta con los elementos propios del universo mironiano: el análisis de la realidad a través de un personalísimo lenguaje de signos, el uso de las formas biomórficas y la utilización de tintas planas brillantes en fuertes contrastes. La libertad alcanzada en estas composiciones tardías es deudora de su aprendizaje parisino y de su adherencia en 1924 al grupo surrealista, aunque en su madurez, Miró tiende a la simplificación de formas y colores, demostrando un extraordinario sentido del ritmo. En cierta forma, parece que el conocimiento adquirido le permite hacer más con menos.
Este lienzo procedente de la Colección Banco Santander fue expuesto en la gran retrospectiva del artista en el Grand Palais y el Musée d’Art Moderne de París en 1974.
Las nueve greguerías de Ramón Gómez de la Serna (Madrid, 1888 – Buenos Aires, 1963), que ha seleccionado la artista entre las 314 que conserva el Museo ABC en su Colección, son un buen ejemplo de ese nuevo estilo que creó y que él mismo definió como «Greguería (flecha) humorismo + metáfora». En ellas, los dibujos no son simples motivos decorativos sino que resultan el complemento necesario para entender la ironía que se esconde tras sus palabras. El trazo siempre simple, espontáneo, ayuda a crear metáforas líricas, aforismos alucinados donde el humor es, cómo no, un ingrediente fundamental.
Miembro destacado de la Generación del 14, el autor de El concepto de la nueva literatura (1909) o El Lunático (1912) fue propulsor de todas las vanguardias en España, incentivó el debate desde su tertulia del Café Pombo o desde sus colaboraciones en prensa y creó un género literario personal y único, las greguerías.
En la muestra se pueden contemplar ocho dibujos de Abigail Lazkoz de gran formato que juegan o se relacionan con elementos, a primera vista inconexos —jarras de cerámica popular o bolas de cemento y grijos—, hasta que, en una segunda mirada, se «lee» la exposición como una obra única y completa.
«Las formas netas pero fragmentadas y yuxtapuestas de sus dibujos parecen provenir de la síntesis de la obra gráfica y la cartelería de una época, el paso de la década de los 50 a los 60, en que el arte conjugó las derivas complejas del constructivismo y la abstracción con las inquietudes del existencialismo». Óscar Alonso Molina, comisario la exposición.
Del MoMA al Museo ABC
Desde sus comienzos, el dibujo ha sido la espina dorsal del trabajo de Abigail Lazkoz. En sus orígenes éste recordaba a los registros del cómic y de la ilustración. La referencia a la viñeta era clave, el planteamiento de la escena remitía a los personajes y escenarios del cartoon o el tebeo y utilizaba un soporte de papel convencional.
Pero la artista pronto experimentaría con las posibilidades de desplegar este repertorio de la historia del dibujo animado por el espacio de la sala con total autonomía, convirtiéndose en una pionera en nuestro país de lo que se daría en llamar «dibujo expandido». Este modelo, con el que se posicionó en la escena española a comienzos de siglo, ha ido ganando desde entonces en contundencia y singularidad.
Desde el año 2000, Abigail Lazkoz ha construido una carrera sólida con gran proyección internacional. Ha sido, y es, una de las pocas españolas de su generación que ha traspasado fronteras —la asignatura pendiente del arte español actual—, exponiendo su trabajo en centros internacionales como el PS1 del MoMA de Nueva York, el Mücsarnok Kunsthalle de Budapest o el Museo Nacional Honestino Guimarães de Brasilia, entre otros centros. Paralelamente, ha participado en numerosas muestras individuales y colectivas realizadas en España. Su obra ha sido expuesta en MARCO (Museo de Arte Contemporánea de Vigo), el Centre d’Art la Panera de Lérida, el Museo Guggenheim de Bilbao, el MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León), la Fundació Joan Miró de Barcelona, el Artium (Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo de Vitoria), La Casa Encendida de Madrid y el CAB (Centro de Arte Contemporáneo de Caja de Burgos).
Después de un periodo con estudio en Nueva York (2003-2016), actualmente reside en Burgos y trabaja con la Galería Bacelos (Madrid / Vigo).