Canal 9 presentó su nueva imagen de marca con la que pretende dar un giro y adaptarla a la nueva realidad de la empresa. Además de la gráfica también ha cambiado el naming pasando de la denominación numérica ‘9’ por la de textual ‘nou’ que significa indistintamente nueve y nuevo.
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Para aquellos que nos leen fuera de la Comunidad Valenciana, Canal 9 es la cadena de televisión autonómica. Una de las 3 cadenas autonómicas más importantes del país, por detrás de TV3 (Catalunya) y TeleMadrid. Esta puntualización no es sino para hacer ver que se trata de un organismo suficientemente importante como para prestarle atención a la imagen de la empresa.
El nuevo logo ha sido desarrollado por el equipo interno del departamento de grafismo de la cadena, profesionales a los que hay que compadecer. Les ha tocado un marrón enorme en el que les han metido sus jefes. Vaya esto por delante. Y es que, aquel a quien se le ocurra pedirle a un no especialista en branding un cambio de esta dimensión es un suicida o es que no tiene ni idea. Seguramente esto último. La ignorancia es muy atrevida.
La marca se nota que está hecha cumpliendo unas directrices y sobre todo con una tendencia gráfica muy de moda, pero con una duración efímera. Esto tampoco debería ser un problema. Si está de moda que lo esté, pero el problema es que no cumple ni los más mínimos requisitos para servir con solvencia todas las situaciones de una marca como esta.
No es legible. Estructuralmente no funciona. En tamaños reducidos sufre. El color es moda y no se acaba de saber si es verde azulado o azul verdoso (lo hemos visto de ambas formas). No se puede hacer una versión a una tinta sin que pierda identidad. Tipográficamente es… No existe concepto, no tiene alma. Es un gráfico vacío. Habrá que ver la mosca.
Los profesionales que lo han desarrollado han estado pensando más en todo lo que se les venía encima (que es mucho) antes que en diseñar un logo con sentido y fuerza. No han tenido en cuenta lo que en el blog de Xelola se dice acertadamente. No trasmite, no representa… podría ser el logo de una pescadería, de una perfumería, de un producto de verano, de un programa para niños… todo lo que se quiera menos una imagen bien pensada para la tercera cadena de televisión autonómica del país.
En cuanto al naming es un salto de trampolín. No es suficiente con cambiar la gráfica de forma radical que además para hacer un doble mortal con tirabuzón se pretende con la desaparición del número pasar a ser un ‘nuevo’ canal. De ser el Canal 9 a ser el Canal Nou [Canal Nuevo]. Es algo impensable en ninguna marca. Es como decirle a El Corte Inglés que como el nombre no define muy bien su actividad que lo mejor es olvidarse de él y cambiarlo por ‘El Nuevo Corte’. Que igual sería adecuado, pero ¿durante cuánto tiempo es algo nuevo? Un año, dos, tres… En un breve periodo dejas de ser nuevo. [Mensaje para los culés: cambiad el nombre del campo que ya no es tan ‘nou’]
Lo de menos es la coincidencia gráfica con otras marcas (que son mucho mejores), que podríamos decir que es más bien una tendencia a la que los diseñadores ‘de la casa’ han echado mano ante la urgencia del encargo. Porque el equipo ha estado formado por cuatro personas de las cuales dos son ejecutivos y otros dos son los que realmente están al pie del ordenador.
Y es que cuando alguien te dice, con unos meses de antelación, que el próximo 9 de octubre la nueva marca tiene que estar en antena y que no tiene que quedar ni rastro de la anterior imagen, pues uno se preocupa de lo que realmente le afecta como trabajador: hacer las cientos de adaptaciones de pantallas, cortinillas, faldones y demás parafernalia televisera que eso sí que es una locura. Y ahí está el problema.
El equipo de diseñadores que ha estado encerrado durante meses en total secretismo desarrollando la nueva imagen, lo que realmente ha estado haciendo es la modulación de esa marca en todos y cada uno de los soportes en los que aparece en pantalla. De ese modo no se han podido fijar en crear una imagen de marca con conceptos sólidos. No es su trabajo.
20 años a la papelera
Cualquiera que se dedique al branding sabe lo que significa el valor de una marca establecida en el mercado. Una marca con 20 años en circulación, consolidada en el mercado, se retoca progresivamente para ir adaptándola y mejorándola, incluso cuando es mala. Los cambios radicales como este son terribles para la reputación e identificación de marca. Es como invertir millones en construir tu casa para que cuando esté acabada derribarla para volver a hacerla. Aunque sea una ruina, con una buena reforma la casa volverá a lucir como el primer día.
Es lo que hizo la desaparecida agencia Crespogomar con el rediseño de 2003. La marca fue diseñada en 1989 por la también extinta Delvico-Bates con un claro simbolismo y con un estilo muy de la época. El nueve como símbolo del día de la Comunitat, y también del otro significado, como canal nuevo. Colores muy propios de la bandera: azul, amarillo y rojo.
Posteriormente Crespogomar hizo una nueva adaptación del logo para actualizarlo, limpiarlo y darle una nueva identidad. Solo rojo, un 9 mucho mejor definido tipográficamente y un concepto global para toda la miríada de logos de RTVV.
Qué supone el cambio
En las palabras de la nueva directora de Canal 9, Rosa Vidal, está el motivo para hacer un cambio de marca tan drástico. Ha sido presentado como un proyecto sin coste. «En esta casa no voy a decir el presupuesto porque la calidad de lo que se ha hecho vale más que el presupuesto que tenemos, y por su importe alguno puede pensar que estamos ante un cambio mínimo, pero estamos ante un cambio radical de la imagen y decorados de la cadena».
A lo que añadió: «Un logotipo con la palabra ‘nou’ con distintas tonalidades del color agua marina, que representa un ‘cambio radical’ y la ‘nueva identidad’ de una empresa ‘totalmente nueva en cuanto a dimensión, objetivos y gestión’».
Limpiar la mancha que dejan cientos de despidos, hacer ver que la cadena es fresca, dinámica y nueva. Qué no es lo de antes. Es lo nuevo. Es un cambio político que no estratégico. Es un cambio para limpiar sucias conciencias. Eso es lo que realmente estaban haciendo el día de la presentación. Una presentación tan floja que ni siquiera apareció el logo en movimiento u otros soportes de la marca, ni el desarrollo gráfico, ni nada [¿alguien se imagina una presentación así cuando presentamos nuestros proyectos?].
Presentaciones huecas y palabras tan huecas como las que pronunció Alberto Fabra hace unos días en la entrega de los Premios Nacionales de Diseño cuando decía que apoyaba el diseño y la creatividad de la Comunitat Valenciana y que el diseño era de una importancia capital. Pues no lo parece.
Ahora con este giro, todo el trabajo hecho se lanza a la papelera y se crea una imagen sin valor. Difícil de aplicar y sobre todo sin un concepto que vaya más allá de un simple gráfico que poner en la pantalla. Como dirían por aquí, ‘un dibuxet’. El trabajo realizado hasta ahora era competente, realizado por profesionales que hacen de una televisión un lugar para crear sector, profesionales e industria entorno a al diseño. Gastar dinero en profesionales crea riqueza, no gastarlo empobrece una profesión, y sobre todo la cultura visual de la población que se acostumbra a grafismos más pobres. Y por profesionales competentes no será.c
Pero lo más grave no es todo lo mencionado anteriormente. Lo grave es presentar este cambio como un cambio ‘sin coste’. Un cambio de marca de este calado significa gastar, no solo dos personas que cambien todas las cortinillas, sino una inversión millonaria en sustituir el anterior logo por el nuevo en cientos, sino miles, de soportes: coches, unidades móviles, alcachofas, indumentaria, platós, web, merchandising, redes sociales… y acordémonos que estamos hablando de varios canales de televisión y de radio. Una millonada. ¿Es eso un proyecto sin coste? Como decimos por aquí, ¿era precís? [¿Era necesario?]
Y ahí está el problema de fondo. Estamos dirigidos por personas insensatas o simplemente hipócritas que nos quieren hacer ver lo que no es. Pagaría por ver el día que le digan a la directora lo que cuesta quitar del pirulí de Canal 9 el rótulo que lo corona: ¿Cuánto has dicho? ¡Eso no puede ser! ¡Pero si el cambio de marca no nos iba a costar nada!
Desconocemos como se harán las adaptaciones a pantalla y los idents pero por si acaso les dejamos aquí una recopilación de los mejores en BBC 2.
Actualizado 30/09/2013