La memoria de las piedras es el título de la segunda exposición individual de la dibujante Nuria Riaza en la galería Pepita Lumier. Con motivo de la muestra, hemos podido conocer un poco más sobre su trabajo gracias a la conversación llevada a cabo entre ella y Cristina Chumillas, directora artística de Pepita Lumier.
C.CH. – ¿Qué ha supuesto para Nuria Riaza su segunda exposición individual en Pepita Lumier? ¿Fue una sensación parecida a la primera? Bueno, tampoco sabemos qué supuso para ti la segunda, en realidad. (Risas) Ya habías hecho una y no podías repetir discurso, ¿te has planteado un cambio técnico también? ¿Pensaste en que no podías ejecutar lo mismo, en cambiar incluso el trazo? Porque cada día nos damos más cuenta de más cambios y avances.
N.R. – Tuve la misma sensación, apuestan por ti y eso es una alegría inmensa. ¡Que alguien te ceda un espacio! Pero es un reto mayor y una mayor responsabilidad, porque la gente está esperando ver algo nuevo, no puedes repetir porque eso cansa, quieres volver a sorprender.
C.CH. – ¿La memoria de las piedras te ha resultado más compleja? En la anterior, en Aquelarre hablabas de la parálisis del sueño, un tema muy personal, de vivencias, y en ésta, hablas de un tema muy personal por cómo ha afectado a tu familia pero reivindicando la memoria, pidiendo visibilidad y hablando de un tema delicado socialmente, en el que cabe tener opinión al respecto.
C.CH. – ¿En qué momento decides hacerle una exposición a la memoria? ¿Estabas trabajando un tiempo en ella o es algo que se plantea con intención de mostrar lo que no se habla y no se habló, de quienes no se han tenido en cuenta porque creías que era un tema que merecía la pena?
N.R. – Ya en la exposición anterior había una serie pequeña, que giraba en torno a mi familia y se llamaba precisamente “La memoria de las piedras” y partí de ahí. En esa serie tenía la base. Es un tema que siempre se ha hablado en mi familia, ha estado muy presente y decidí darle voz expresándome de la mejor manera que sé, con el dibujo. Es un proyecto que llevo muchos años queriéndolo sacar pero el detonante fue el concierto de Maria Arnal y Marcel Bagés en La Rambleta, cuando cantaron “45 cerebros y un corazón”. Se me movió todo dentro y pensé que quería lo mismo pero con mis dibujos.
C.CH. – ¿Cómo afrontaste la parte técnica? No dejas el bolígrafo BIC, tu herramienta. No cambias ni tan siquiera el color pero sí hay un avance, fundamentalmente en el bordado. Sobre todo en la serie Las Golondrinas en la que has arriesgado muchísimo y en los detalles que introducen la pintura en De flores secas. También en el dibujo, ya no eres tan realista y perfecta, diluyes la imagen como queriendo demostrar que también puedes deformarla.
N.R. – Ha resultado toda una evolución natural. Sabiendo a dónde me lleva mi herramienta, el bolígrafo, voy a jugar un poco, haciendo que se vea más la trama, que no se tan fotorrealista. A ver hasta dónde puedo llegar, introduciendo más bordado que cosido y no usando solo bolígrafo.
Buscaba salir y huir de algo que hace todo el mundo que usa el bolígrafo, que es retrato realista y punto.
Ahora quiero que se vea más el proceso que el resultado final perfecto, al que no le doy tanta importancia. Y por eso introduzco también la pintura.
C.CH. – ¿Te apetece introducir nuevas herramientas?
N.R. – Sí, quiero jugar un poco para no cansarme y quiero probar. Quiero que se vea que uso pintura y que esté presente, que se vea el gesto.
C.C.H. – Es cierto que antes la pintura la mostrabas a partir de toques de dorado, casi imperceptibles, muy planos, y ahora no. Ahora podemos ver azul, rosa y un blanco muy pastoso.
N.R. – Busco con la pintura otras dimensiones, como con el bordado, que te da el volumen que el bolígrafo no te da porque es una cosa muy plana.
C.CH. – ¿Te planteas dejar el bolígrafo?
N.R. – Por ahora no y si pasa, algún día, será de una manera natural. Por ahora sigo cómoda y me gusta.
C.C.H – ¿Has probado otros soportes que no sean papel?
N.R. – Sí, claro, la madera, pero el problema es la durabilidad, que no aguanta igual. Al usar papeles libres de ácido, 100 % algodón, etc. sabes que el dibujo va a durar pero en la madera no. Al año ya lo ves. Los barnices tampoco reaccionan bien ante el boli. Es más un problema la madera que otra cosa.
C.CH. – Las exposiciones están muy bien para tu carrera y entiendo que te planteas más, pero lo que realmente ha supuesto un antes y un después en tu proyección ha debido de ser el disco con Jorge Drexler ¿Es así? ¿Cómo es que de repente te llame Warnery te diga que Drexler quiere hacer el trabajo de arte final de su disco, incluyendo video clips y todo lo demás? ¿Ha sido este proyecto el trampolín definitivo para decir “ahora ya me puedo dedicar a esto”? Imagino que en notoriedad ha debido de repercutir favorablemente en tu trabajo. Yo he visto a Drexler en La 2 de TVE hablando de su disco y que estuviera ahí, tu portada, y que nombrar a Nuria Riaza ¡no sabes lo orgullosa que me sentí!
N.R. – Es cierto que me ha dado mucha visibilidad y es lo que ha hecho que me pueda dedicar de pleno a dibujar porque antes lo tenía que compaginar con otros trabajos, daba clases, y tenía “cosillas” pero no con tanta regularidad como ahora. Es igual que cuando hice la colección de Oysho, que ahí me di cuenta de que, de verdad, me quería dedicar a dibujar y a ilustrar como complemento. Me ha entrado mucho trabajo, de editorial, de moda, pero es cierto que ha sido gracias a “Salvavidas de hielo” el disco de Jorge Drexler, cuando he podido dedicarme a esto en pleno.
C.CH. – ¿Fue difícil?
N.R. – Fue muy difícil (risas). Fue muy difícil porque se quedó para el final. Jorge me envió un correo, yo pensaba que era mentira… porque que te escriba desde un Hotmail… Entonces le di mi número y cuando me llamó y oí su voz dije “vale, es Jorge Drexler, vamos” Me sorprendió porque esperaba a alguien de la compañía pero él es así, es una persona muy llana y que le gusta estar presente en cada momento de su disco. Me hice todo el trabajo de un año en dos meses. Las productoras trabajan con otros tiempos, tienen que cumplir, y que te metan todo el arte del disco, todo el diseño del disco, los video clips de las tres primeras canciones que sacaron,… era muchísimo trabajo para una persona sola pero vi que podía llegar y me hizo ganar en agilidad, bastante.
C.CH. – ¿Te puso a prueba?
N.R. –Totalmente, es como un hijo pequeño.
C.CH. – Le debes mucho a este proyecto pero ¿crees que has hecho otros trabajos que quizá no hayan tenido la misma notoriedad y que Salvavidas de hielo se los haya comido? Por ejemplo, hiciste la imagen del 25 aniversario de la marca Calzedonia, a nivel nacional también.
N.R. – Sí, además hicieron una fiesta por todo lo alto. Que confíen firmas así, al igual que Inditexcuando la campaña de Oyshoes importante; fue el primero en confiar en mi trabajo. Pero con lo que más contenta estoy es con los trabajos editoriales. PenguimRandom Houseya me ha dado varios proyectos de portada, de libros ilustrados. Es con lo que más cómoda me siento siempre porque es libertad total.
C.CH. – ¿Has hecho portadas o también las ilustraciones interiores?
N.R. – He hecho todo, portadas e interiores. Y en breve publico el último que hice, en febrero, creo, y ese es todo en bolígrafo negro.
C.CH. – Bueno ¡ahora sí que nos vas a sorprender! Porque el color hace que cambie mucho el dibujo.
N.R. – Cambia mucho sobre todo por la connotación que puede llegar a tener, es mucho más agresivo.
C.CH. – ¿Y fue una propuesta de la editorial o tuya?
N.R. – Del autor
C.CH. –¿Se puede saber quién es?
N.R. – De Fernando Jaso. Ilustro sus tatuajes y lo que han significado para él en su vida.
C.CH. – ¿Qué más planes tienes, además de descansar ahora mismo?
N.R. – Descansar (risas) y viajar. Quiero ir a NY, ver galerías…
C.CH. – ¿Entonces te vas a lo grande y nos dejarás? (risas)
N.R. – No, no, no os dejaré. Aquí estoy muy cómoda, soy más de ir y volver, estar con mi familia. Pero mi idea es esa, viajar y buscar nuevas oportunidades
C.CH. – Cuando te pregunto qué te planteas, retomando el tema de los proyectos futuros y pensando en ti como dibujante, no tanto como ilustradora, ¿piensas en dejar y abandonar la ilustración por completo y dedicarte a exponer y vivir de tu trabajo artístico, o quieres seguir manteniendo todas tus facetas por igual y continuar ilustrando un libro, un artículo o un proyecto mientras realizas exposiciones?
N.R. – Yo lo que en realidad quiero es exponer y vivir de mi trabajo artístico, dedicarme de pleno a mi vertiente más personal. Pero es cierto que el trabajo de ilustradora me da para vivir y para que los proyectos paralelos se puedan llevar a cabo. Da soporte económico y notoriedad, que también es necesaria.
C.CH. – ¿Qué es más difícil, que una galería te contacte para ofrecerte una exposición o que alguien llegue y te pida que ilustres, no sé, la portada de su revista, por ejemplo?
N.R. – Una galería. Tienes que encajar en su proyecto. Cuando te vienen a buscar como ilustradora sabes que han buscado a veinte más, pero una galería te quiere porque solo le interesa tu trabajo.
C.CH. – ¿Qué te consideras: ilustradora, artista en general pero con una dedicación especial a la ilustración…? Porque ahora mismo, además, es lo que te permite trabajar en lo que quieres.
N.R. – Es que ‘artista’ no me gusta, suena muy grande.
C.CH. – Bueno, pero al final haces arte.
N.R. – Ya, pero me gusta más ‘dibujante’. Se acopla más al momento que tengo. Es lo que siempre me ha gustado hacer, dibujar, dibujar, dibujar. Soy dibujante. Tienes que estar muchos años en esto para ser artista.
C.CH. – ¿En qué galería crees que podrías encajar? ¿Dónde ves tu trabajo, en cualquier galería o una especializada? Porque tanto tu anterior muestra como en esta, lo que ha pasado es que mucha gente nos ha respondido con que eran exposiciones magníficas y con ellas dábamos el salto al arte contemporáneo “he entrado y la sensación que he tenido es que estoy viendo arte contemporáneo”
N.R. – También es que hay mucha gente que todavía piensa que si es ilustración no es arte contemporáneo pero bueno…
C.CH – ¿Crees que puede ser por el tema instalativo?
N.R. – Sí, le doy mucha importancia al objeto y al entorno donde va a estar situada la obra. Es como que lo apoya y le da la forma necesaria.
C.CH. – Es como el texto explicativo pero con objetos.
N.R. – Algo así.
C.CH. – Te enfrentas a tu primera feria (Drawing Room Madrid 2019). ¿Cómo afrontas ese paso a estar en una feria internacional, donde tu trabajo va a ser visto por muchísimas personas, galeristas internacionales, coleccionistas y público entendido? Además, una feria dedicada al dibujo en exclusiva.
N.R. – Me da un poco de miedo el sentirme como una niña pequeña entre un público mayor, estar a la altura, en el mejor escaparate; tener miedo a que mi obra no esté madura. Pero saldrá bien y además estoy muy contenta.
Actualizado 21/03/2019