Aunque su nombre suena muy español, Fernando Gutiérrez nació en Notting Hill, Londres, donde vive y trabaja. Tras seis años como socio en Pentagram, en 2006 fundó su propio estudio especializado en identidad, packaging, exposición, firma y diseño editorial. Entre sus proyectos más destacados está la dirección de arte de los suplementos Tentaciones y EPS de El País y la revista Matador, pero también la identidad visual del Museo del Prado y LABoral Centro de Arte, entre otros. Además, ha colaborado en el diseño de libros que promueven proyectos de Foster + Partners y ElBulli, catálogos para artistas internacionales como Thomas Struth, Ai Wei Wei y otros para Tate Modern, Tate Britain, Design Museum, Helly Nahmad Gallery en Londres y The Garage en Moscú.
FERNANDO GUTIÉRREZ
El jurado ha decido premiar a Fernando Gutiérrez por su capacidad de creación y la calidad de sus trabajos, por su inquietud y su empeño incansable por seguir aprendiendo dentro del campo del diseño. Estudió diseño gráfico en el London College of Printing y en 1993 se trasladó a España y fundó, junto a Pablo Martín, el estudio de diseño Gráfica, en Barcelona. Ha colaborado como diseñador y director de arte de publicaciones como Colors (Benetton), Tentaciones y EPS de El País, Matador, entre otras. En 2000 se convirtió en socio de la oficina de Londres de Pentagram. Entre sus clientes están el Museo del Prado, Tate Gallery, El Bulli, LABoral Centro de Arte y Creación Industrial, The Melnikov Garage (centro de arte en Moscú) y el bodeguero español Telmo Rodríguez.
¿Cómo has recibido la noticia de haber ganado un premio al que no te has presentado?
No conocía los Premios Gràffica. Por su concepto este es un tipo de premio que me hace mucha ilusión.
¿Cuándo decidiste que querías dedicarte al diseño gráfico?
A los 14 años, mi profesora de dibujo en mi colegio me dijo que tenía que ir a un Art School y estudiar diseño gráfico… Simplemente, sin saber, seguí sus consejos. Tenía razón.
Un proyecto que consideras que ha sido clave en tu carrera…
El suplemento Tentaciones para El País.
Tuviste una fase muy potente en diseño editorial con proyectos como Matador y Tentaciones de El País. Después estos proyectos siguieron su propio curso, ¿cómo los ves ahora, con la perspectiva del tiempo?
Matador ¡sigue vivo! y estoy muy orgulloso de haber estado los primeros 11 años dentro este proyecto. Duró 11 o 12 años y el diario El País lo sustituyó por otro concepto editorial. Más que una revista, Tentaciones fue un concepto que los directores de El País dejaron crear y que creo que a su vez Tentaciones dio una generación española mediática irrepetible.
Entre el año 2000 y 2006 formaste parte del equipo de Pentagram, como socio de la oficina en Londres. ¿Qué te ha aportado esa experiencia?
Me mostró la importancia y valor económico del diseño.
Tu perfil como diseñador abarca la identidad visual, packaging, editorial, web… ¿En qué faceta te sientes más a gusto?
¡Cualquiera! Lo importante es que me apasione el proyecto y su gente.
¿Recuerdas el primer trabajo de diseño que hiciste y que fue remunerado?
Pinté a mano el rótulo de la pescadería Kensal Rise Fishery de mis tíos en Londres. Mi tío me pagó £ 80. Tenía 13 años.
¿Cuál ha sido tu evolución desde entonces?
Todavía sigo enamorado del diseño gráfico, igual como el primer día que lo descubrí.
¿Cómo ves el diseño gráfico que se hace en España respecto a otros países? ¿Piensas que goza de buena salud? Lo importante es que haya iniciativa emprendedora, búsqueda de nuevos mercados y riesgo. NO PAIN… NO GAIN.
Son muchos los jóvenes diseñadores que se plantean hacer las maletas y salir de España en busca de un futuro mejor dentro de la profesión. ¿Crees que es algo inevitable? ¿O consideras que no es necesario?
Siempre es bueno y necesario; especialmente vivir en otras culturas. Culturalmente necesitamos aprender y ser mucho más emprendedores, mercantiles y filántropos como los anglosajones.
¿En qué proyectos trabajas ahora?
La imagen de una galería de arte contemporáneo en Vietnam, una exposición en Londres sobre Calder y otra sobre el artista contemporáneo Keith Tyson. También en la imagen de una bodega catalana y una exposición intinerante sobre el deporte que viaja a Doha en Qatar.
Actualizado 05/12/2012