Olivia Johnson utiliza el punto de cruz y el ganchillo para visibilizar la discriminación que las mujeres continúan sufriendo tanto en la esfera laboral como en el hogar.
Johnson, una artista de Portland, generalmente usa datos estadísticos dentro de su obra artística para «informar, iluminar y educar». Con cifras provenientes de las autoridades americanas genera obras que visualizan con claridad los datos impactantes que a veces nos pasan desapercibidos de tal forma que sus obras incitan a la reflexión.
«A principios de 2020, creé Women’s Work —explica Johnson— una serie de 12 obras de arte cosidas en punto de cruz que representan datos sobre las mujeres en el lugar de trabajo. Una vez que la pandemia de covid-19 estuvo en pleno apogeo, hubo muchos medios de comunicación que informaron sobre el impacto único que tuvo la pandemia en las mujeres, y cómo impactó especialmente en las mujeres y las madres no blancas».
Así que Olivia Johnson decidió ampliar su trabajo para visibilizar específicamente cómo había afectado la pandemia a las mujeres trabajadoras, esta vez usando el ganchillo para mostrar los datos. «Mi uso de la artesanía textil está destinado a agregar significado a los datos, simbolizando el “trabajo de las mujeres” tanto en el contenido como en el medio», explica la artista.
«El punto de cruz —dice Johnson— es una forma de arte que tiende a ser etiquetada como kitsch y artesanía femenina, lo utilicé para enfatizar el hecho de que el trabajo de las mujeres es desestimado e infravalorado de forma rutinaria». Por lo tanto, usar el medio es una forma de darle la vuelta a la práctica para resaltar cuestiones vitales sobre la infravaloración de la contribución de las mujeres a la fuerza laboral.
El punto de cruz y el ganchillo, actividades que tienden a ser etiquetada como kitsch y un hobby de mujeres, se utilizaron intencionadamente para enfatizar el hecho de que el trabajo de las mujeres es desestimado e infravalorado rutinariamente.
Para ganar la misma cantidad que ganan los hombres blancos en un año (365 días), las mujeres asiáticas necesitan trabajar 407 días, las mujeres blancas necesitan trabajar 465 días, las mujeres negras necesitan trabajar 591 días y las mujeres latinas necesitan trabajar 672 días.
Tener hijos impacta negativamente en el nivel de ingresos de las mujeres, al tiempo que lo hace positivamente en los ingresos de los hombres. Las mujeres que no tienen hijos pueden alcanzar un nivel de ingresos muy superior al de los hombres que no tienen hijos.
Las mujeres no-blancas, especialmente las mujeres latinas, son las que han sufrido mayor pérdida de empleo debido a la crisis de la covid-19.
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