Warren Keelan pasa la mayor parte del tiempo cerca o en las profundidades del océano. Allí, cámara en mano y vestido con un traje de buceo, este fotógrafo australiano interpreta lo que ve a través del objetivo.
El resultado modela unas impresionantes e imponentes imágenes de olas en movimiento. En todas ellas, Keelan plasma la expresión natural del agua, en diferentes mares y océanos del mundo, fotografiada desde fuera y desde dentro. El reto que le propone su trabajo es la creación de imágenes que cuenten historias y dejen una impresión en el espectador.
Siempre ha sentido fascinación por la naturaleza, en especial por el océano y sus formas siempre cambiantes. Es por ello que Warren Keelan dice sentirse obligado a capturar y compartir los momentos únicos e inolvidables que vive y siente cuando está en contacto con el mar. Siente pasión por la naturaleza salvaje, la forma de la luz y el movimiento impredecible de las olas, y cuida el más mínimo detalle en todas sus fotografías: la iluminación, el color, las formas…
Warren Keelan ha saltado a la fama por retratar la vida marítima, en concreto las olas, una de sus grandes pasiones. Siente la necesidad de crear imágenes que hagan pensar, una fotografía que muestre diferentes perspectivas, diversas maneras de ver el océano. Sus impresionantes fotografías le han llevado a quedar en tercer lugar en los premios anuales al Fotógrafo Internacional 2015, entre más de 480 fotógrafos. En 2013 abrió su primera galería en Wollongong, una ciudad del sureste de Australia, de la que dice sentirse privilegiado por poder exhibir y vender sus obras impresas.
Warren Keelan aconseja a los fotógrafos que quieren experimentar con este tipo de fotografía:
«Experimenta, persiste, prueba diferentes lentes a diferentes distancias y velocidades de obturación, te sorprenderás de lo que se puede crear con un poco de imaginación».